- Al estilo de los viejos tiempos, nombran a Isabel Arvide cónsul
- Exigió dinero a AMLO para su medio y la mandan a Estambul
- Arvide-Lozoya o la estrategia de la distracción
Juan Barrera Barrera
Bueno lo que faltaba para ponerle más sabor a la polémica que suele generar el gobierno de la Cuarta Transformación con sus decisiones. Ante las críticas de que el gobierno carece de una política exterior, ahora se suman los cuestionamientos por los recientes nombramientos en el servicio exterior. Especialmente el de la veterana periodista Isabel Arvide.
Esta semana la Secretaría de Relaciones Exteriores, con fundamento en el artículo 28, fracción II, de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, nombró a seis titulares en consulados de carrera de México en Del Río, Estambul, Las Vegas, Portland, San Bernardino y Tucson.
Arvide Limón será la nueva cónsul titular de México en Estambul, Turquía, un país con un gobierno muy cuestionado en el concierto internacional, gobernado por un mandatario considerado autócrata, Tayyip Recip Erdogan, por la represión ejercida contra sus opositores. La comunicadora no cuenta con experiencia alguna en la carrera diplomática, ese es su gran negativo y motivo principal de las críticas.
Arvide arremete contra la revista proceso
No menos importante que las críticas por su inexperiencia en política exterior, ha sido la actitud de Isabel Arvide en las conferencias de prensa matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador, a las cuales era asidua y en las que ha dejado muy claro su afecto por la figura presidencial.
En una de sus intervenciones llegó al extremo de pedirle dinero para su medio digital al mandatario mexicano con el argumento de que el 80 por ciento de los mexicanos utilizan internet, “y están en las redes sociales y el gobierno no le da dinero a los medios digitales”, se quejaba a principios de enero la columnista de “Sin Gafete” que se difunde en la Organización Editorial Mexicana.
Pero la cuestionada cónsul no tuvo empacho en irse a la yugular de la revista proceso para justificar su “derecho” a exigir que el gobierno le diera publicidad pagada, con la peregrina versión amlista de que el semanario no se lee y sin embargo, cada semana tiene “páginas y páginas de publicidad”.
Consulado por publicidad pagada
La especialista en temas castrenses y de seguridad nacional, en su defensa volvió a los polvos de aquellos lodos para justificar su petición con el peor de los ejemplos, utilizando la frase del ex presidente José López Portillo (1976-1982) cuando mando retirarle la publicidad a dos publicaciones críticas de su administración: “Te pago para que me pegues”.
Con esa posición, Isabel Arvide parece que añora los viejos tiempos de la relación prensa-gobierno de halagar a los hombres del poder a cambio de canonjías o de favores. Las intervenciones de la ex corresponsal en la guerra de Iraq en las mañaneras así lo reflejan cuando en alguna ocasión sugirió una ley para proteger la imagen presidencial y así combatir las fake news.
En la conferencia de ayer, el presidente López Obrador defendió su decisión de nombrar a la autora de “Mis generales” cónsul de México en la legendaria ciudad de Estambul porque es una persona honesta y que no está cayendo en los vicios del pasado al nombrar a una persona sin experiencia diplomática. Como los nombramientos de los cónsules fueron hechos por el presidente de la República, como parte de sus atribuciones, no tienen que pasar por la aprobación del Senado.
La periodista con más de 40 años de ejercer la profesión y decana de la fuente militar, fue asesora en asuntos de seguridad de los gobiernos de Humberto Moreira y Roberto Borge Martín, de Coahuila y Quintana Roo, respectivamente. Dos personajes señalados como de los más corruptos de su época. El segundo está siendo procesado y el ex dirigente nacional del PRI en su momento contó con la protección de todo el aparato estatal mexicano, en la administración de Peña Nieto, para salir de la cárcel cuando estuvo detenido en España.
Arvide-Lozoya los distractores de la situación económica
Arvide Limón tal vez no obtuvo recursos para su sitio “Estado Mayor”, pero por su abierta defensa de la figura presidencial, como en los viejos tiempos del conservadurismo, logró algo más que eso, un consulado en Estambul. El presidente dijo que pensaba que nos iba a gustar el nombramiento de una periodista. Tal vez también pensó que esa decisión no tendría mayores complicaciones.
Pero el nombramiento de la veterana comunicadora ciertamente ha distraído a la opinión pública y a sus críticos, y el mandatario hasta regaña a los representantes de los medios porque no han escrito tanto del caso Emilio Lozoya Austin, como el de Isabel Arvide.
Pareciera que AMLO juega con los temas como parte de su estrategia de distracción de los temas más espinosos de su administración: la crisis económica y la crisis sanitaria causada por el mal manejo del coronavirus. El día de ayer el INEGI dio a conocer que la economía mexicana se hundió 17.3% en el segundo trimestre del año, con relación al primero. El titular de Hacienda, Arturo Herrera, reconoció que es la peor crisis económica que enfrenta México desde la Gran Depresión de principios de los años 30 del siglo pasado. De ese tamaño.
