Política Global

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  • Desde Atlanta Ricardo Anaya va por el 2024
  • Arrebatarle parte del pueblo a AMLO, el reto
  • El panista ¿se convertirá en el nuevo populista de derecha?

Juan Barrera Barrera

Ricardo Anaya Cortés está de regreso al escenario nacional para iniciar una nueva etapa en su carrera política con el anunció, a través de un video en redes sociales, de que se preparará para contender por la presidencia de la República en 2024, al rechazar el ofrecimiento de una diputación plurinominal de su partido.

Pero el “joven maravilla” no solo lanzó su candidatura, sino que nos compartió parte de su estrategia electoral para ahora sí ganar la codiciada silla presidencial. Se propone recorrer parte del territorio nacional, mil municipios en principio, “en la calle, en la comunidad, con la gente” y que apoyará decididamente a los candidatos de su partido pues «urge un contrapeso real en el Congreso para hacer frente a este gobierno incapaz y mentiroso».

Alguien le recordará, con razón, al ex candidato presidencial del PAN en 2018 su desconocimiento del país por su residencia que tenía compartida tanto en la ciudad estadounidense de Atlanta y Querétaro, y ahora pretende darse baños de pueblo y convertirse en el “joven maduro”, que ya aprendió la lección del 2018 y se ha convertido en u político más mesurado.

Tras los pasos de López Obrador

Anaya Cortés, ex dirigente nacional del PAN, seguirá los pasos, en parte, de Andrés Manuel López Obrador, quien recorrió todos los municipios de la República (2 mil 457) en más de una ocasión y que de vez en vez lo recuerda y presume que él sí conoce el país y por tanto las necesidades del pueblo, de los más necesitados, de los excluidos del sistema neoliberal.

El queretano ha caído en la cuenta de que ha sido un político alejado de la gente, del pueblo y que si recorrer el país y estar lo más cercano al pueblo le funcionó a López Obrador por qué a él no. Ahí está la pequeña diferencia, en que el presidente ya se apropió del concepto pueblo.
AMLO no solo se ha apropiado de la palabra pueblo para confrontarlo con los ricos, con la oligarquía explotadora, con los conservadores, a los que pertenece Ricardo Anaya, sino que al “pueblo” lo ha convertido en su escudo político ideológico, y su contrincante en los comicios de 2018 se ha echado a cuestas como un reto arrebatarle al dirigente tabasqueño parte de ese pueblo imaginario, minarlo en su esencia, en la fuerte y real identificación AMLO-Pueblo, rebasarlo por la derecha y, claro, arrebatarle votos a Morena y sus candidatos en la elección de junio.

Por eso, la relación identitaria con ese pueblo y la atención social que le brinda el proyecto de la Cuarta Transformación a millones de mexicanos de escasos recursos, ha sido la fuente principal de las críticas y ataques al presidente López Obrador a quien sus enemigos le han cargado el bulto de populista de izquierda, que no se equivocan.
Anaya ¿nuevo populista de derecha?

Acaso Ricardo Anaya quiere convertirse, sin desearlo, en el nuevo populista de derecha y desplazar o transformarse en una suerte de nueva versión populista que representa la persona del ex presidente Vicente Fox Quesada, uno de sus pilares en sus aspiraciones a la presidencia de 2024, y que el guanajuatense busca una diputación.

EL ex diputado federal ha iniciado campaña muy anticipadamente, a tres años de la contienda. Es una señal de que ese lugar, la candidatura, ya la tiene apartada y es de su exclusividad, que cuenta con todo el apoyo del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, quien elogió “su claridad de objetivos y determinación para lograrlos”. Por su parte, Anaya agradeció a su líder por «su confianza y apoyo». Ambos, a fin de cuentas, pertenecen al mismo grupo político.

Anaya Cortés realmente se ensuciará de polvo y lodo los zapatos, y se envolverá en la bandera del pueblo de las rancherías, de los pueblos lejanos o su estrategia se orienta solamente a grandes ciudades, capitales y municipios importantes donde se concentran amplias franjas de habitantes, votantes.

El ambicioso político tendrá que trabajar muy duro para sumar votos porque en 2018 se convirtió en el candidato presidencial con menor votación que ha tenido el PAN desde la elección de 1994.

En la contienda pasada ni siquiera ganó en su estado, Querétaro, triunfó únicamente en Guanajuato, bastión histórico del panismo. Anaya obtuvo 12.6 (22.7%) millones de sufragios como abanderado de la coalición PAN-PRD-MC; el PAN por sí solo logró 9 millones 147 mil votos. Muy por debajo de los 30.1 millones de Morena.

Ricardo Anaya, bien con el PRI, pero con Felipe…

Anaya, así como su partido, olvidará la historia reciente en su agria confrontación con el PRI durante la campaña presidencial de 2018 de amenazas mutuas y harán campaña en coalición. En ese año el gobierno de Enrique Peña Nieto le aventó toda la carrocería estatal para acusar y acosar al nuevamente aspirante del PAN a la grande de delincuente por asuntos turbios en torno a la compra venta de una nave industrial de varios millones de pesos en su natal Querétaro y llevarlo a la cárcel.

Anaya Cortés, quien durante toda la campaña estuvo a la defensiva por la iniciativa legal y mediática orquestada por el PRI y el gobierno, no se arredró y también amagó con meter a la cárcel a Peña Nieto de llegar a Los Pinos. Al final de la administración priísta, el “joven maravilla” fue perdonado por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido, de la Procuraduría General de la República). Salió limpiecito.

Hoy PAN y PRI dejan principios y viejos rencores y ponen por delante el pragmatismo para sacar a López Obrador de Palacio Nacional en perjuicio del matrimonio Calderón-Zavala que intenta regresar a las filas del panismo en una alianza también por conveniencia y con el mismo objetivo porque solo juntos pueden meterle un susto al experimentado tabasqueño.

Son de sobra conocidos los enconos entre los grupos de Marko Cortés, Vicente Fox, Santiago Creel Miranda y Ricardo Anaya con el de Felipe Calderón y su esposa, quienes se fueron del PAN tras el fracaso de no haber podido ser candidata presidencial Margarita Zavala, acusando directamente a Anaya de haber maniobrado en su contra al utilizar su cargo de dirigente blanquiazul para sus interese personales.

Ricardo Anaya regresó al escenario político, Felipe y Margarita repensaran su posible alianza con PAN y PRI o darán el borrón e inician cuenta nueva, pero que quede claro: la candidatura a la presidencia es de Anaya.