Política Global

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  • Contradicciones en la triple alianza en torno a reforma eléctrica
  • Reunión de los “doce apóstoles” para salvar a TUMOR
  • Se impone pragmatismo/alineamiento PRIMOR

Juan Barrera Barrera

La oposición no perece tener rumbo fijo inmediato. Sus dirigentes hacen todo tipo de declaraciones, cuyas voces pretenden ser contundentes, a veces en tono fuerte como le gusta a Alejandro Moreno Cárdenas cuando hace uso del micrófono, pero su arenga carece de eco entre sus propios aliados: “Que nadie lo dude, somos una coalición sólida, que cada día se fortalece”, diría el lunes en reunión de “los doce apóstoles” del TUMOR (Todos unidos contra Morena).

La controvertida reforma a la reforma eléctrica neoliberal que se aprobó durante la administración de Enrique peña Nieto es vista por el Partido Acción Nacional y el de la Revolución Democrática como una oportunidad de consolidar la alianza opositora “Va por México”, pero la actitud de la dirigencia tricolor de retrasar su posición hace dudar a sus socios opositores.

No solo el Ejecutivo presiona al PRI. Los panistas en voz del diputado Ignacio Loyola criticó: “No veo por qué no decir de antemano, desde ahorita, que están en contra de esta reforma que no lleva a ningún lado y es dañina para el país”. Para el coordinador de los azules, Jorge Romero “una alianza no son los dichos, son los hechos”.

La alianza PRIANRD se extendió a la agenda legislativa, como antesala hacia los comicios presidenciales del 2024. La legislativa, sin embargo, sería de contenido programático, pero cada partido tiene su agenda propia, según lo ha expresado en más de una ocasión el campechano tricolor “Alito”. Y en eso los tiene metidos López Obrador con su propuesta de reforma constitucional.

La reunión de “los doce apóstoles”

Ante la presión del presidente Andrés Manuel López Obrador que ejerce sobre la oposición por la discusión para que se vote a favor de su iniciativa constitucional de reforma en materia eléctrica, la oposición manda un mensaje de unidad durante una reunión realizada este lunes en la que estuvieron presentes los dos mentores de “Va por México”, los empresario Claudio X. González Guajardo y el ex líder de la patronal, Gustavo de Hoyos.

Por cierto en ese encuentro estuvieron doce hombres (como los doce apóstoles) y ninguna mujer, como se aprecia en la foto que difundieron los medios de comunicación. Mala señal para el voto femenino, pero nada que extrañarse, la derecha suele ser misógina.

El del lunes fue un acto de reafirmación de la triple alianza (en realidad es una alianza entre cuatro: tres partidos y un sector de la cúpula empresarial), pero al mismo tiempo de fuerza con relación al gobierno de la 4-T que sigue reclutando líderes políticos opositores: AMLO estaría por nombrar embajador y cónsul a los gobernadores salientes del PRI, Quirino Ordaz Coppel; y Héctor Astudillo, de Sinaloa y Guerrero, respectivamente. El presidente también le ha entrado al jugo del pragmatismo político.

Pragmatismo o alineamiento priísta

La agenda política de las fuerzas opositoras aliadas en el Congreso han evidenciado sus inconsistencias ideológicas y programáticas con el emplazamiento de AMLO a los priístas a que se definan: o por los ideales de Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos o por el camino trazado por Carlos Salinas de Gortari, a quien el tabasqueño considera el ideólogo del neoliberalismo mexicano.

Mientras los socios del PRI (PAN y PRD) ya han rechazado la propuesta del gobierno de la Cuarta Transformación, porque la califican de destructiva y regresiva, en la versión panista, los priístas parecen haber adoptado un lineamiento con Morena que necesita de los votos de ese partido para alcanza la mayoría calificada, por eso les coquetea a cada momento y eso provoca que sus aliados levanten las cejas.

Un primer desencuentro entre la triple alianza que alcanzó a Movimiento Ciudadano, fue por el reparto de las comisiones en la Cámara de Diputados que benefició al PRI y PVEM. El Verde presidirá la de Hacienda, que tenía anteriormente el PAN; y el partido tricolor la de Vigilancia de la Auditoria Superior de la Federación, además la de Gobernación que presidirá nada menos que Alejandro Moreno Cárdenas.

Movimiento Ciudadano reclamó con “es un agandalle”, porque una de las comisiones más importantes, la de Vigilancia que revisa las auditorías al gasto que realiza la ASF, y su coordinador, Jorge Álvarez Máynez, acusó que fue un acuerdo entre el PRIMOR para cuidarle las espaldas a Morena.

El PRI se encuentra en una posición muy incómoda, presionado por ambos lados por la posición ambivalente de sus líderes Alejandro Moreno y de Rubén Moreira, de postergar su decisión en torno a la controvertida iniciativa de reforma constitucional, hasta no conocer la opinión de los expertos sobre el tema, choca frontalmente con el rechazo explícito del resto opositor.

Sin embargo, la posición priísta ambivalente abre la posibilidad de negociar ya sea con Morena o con sus socios opositores, como se puede leer en un comunicado del PRI: “Queremos un sector eléctrico que fortalezca a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), orgullo de este país. Pero también se debe buscar que no se deterioren más las finanzas públicas de nuestro México”.

De cualquier forma, el PRI y los priístas quedarán como traidores. AMLO ha lanzado que si los legisladores no votan por su iniciativa nacionalista serán traidores a la patria. Y si la votan a favor igualmente lo serán ante sus aliados y sector empresarial que se ha beneficiado de la reforma de Peña Nieto.

¿Cuál decisión le resultará más redituable al PRI? Los tricolores tienen que meditarlo profundamente de aquí a diciembre, se juegan su sobrevivencia política.