- Hermetismo en las cancillerías de México y Panamá
- Pedro Salmerón ya fue rechazado como embajador
Juan Barrera Barrera
Con ciertos nombramientos recientes para ocupar cargos diplomáticos, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirma su tradicional desdén por la política exterior. A pesar de que es una de sus facultades designar a embajadores y cónsules, se ha aventurado a proponer a personas con perfiles muy cuestionables que demeritan al servicio diplomático de carrera.
Uno de esos casos es el de Pedro Salmerón Sanginés, amigo de Beatriz Gutiérrez, esposa del presidente López Obrador, señalado de acoso sexual por alumnas del ITAM y de una ex compañera de su partido, Morena. Con esas cartas de presentación el Ejecutivo se atrevió a proponerlo para ser representante de México ante el gobierno de Panamá.
Pedro Salmerón no fue aceptado por Panamá
Panamá dice que ya informó, por las vías diplomáticas a través de su ministra de Relaciones Exteriores, Erika Mouynes, a la cancillería mexicana su posición con respecto al historiador cuestionado. Mientras que la oficina de Marcelo Ebrard se la revierte con la misma retórica: “el asunto se trata por los canales diplomáticos”.
A juzgar por el hermetismo de ambas cancillerías, es de pensarse que el país centroamericano decidió rechazar la designación de Salmerón Sanginés. Pero si éste no fue aceptado como nuevo embajador ¿por qué Panamá no hace el anunció? Acaso el gobierno panameño considera que México le envió un problema y por eso se lo regresa, para que sean los mexicanos los que lo resuelvan.
El presidente respondió, con tono molestó, a una reportera durante su conferencia matutina, que no reconsiderará la designación de Pedro Salmerón para la misión diplomática en Panamá y cuestionó, desde una posición autoritaria, la versión de la cancillería de ese país e insistió en las capacidades del cuestionado académico, resaltando sus investigaciones sobre historia de México.
López Obrador, nuevamente, desdeña a las víctimas y reafirma su aversión a todo aquello que esté relacionado con el feminismo. Descalifica sus denuncias no judicializadas porque no se han atrevido a realizar una demanda legal, porque además sabe que las afectadas han dicho que ya no harán ninguna denuncia para evitar convertirse en personas revictimizadas.
AMLO aferrado a imponer al acosador sexual
AMLO no sólo le resta importancia a la situación de las ex alumnas de Salmerón Sanginés que lo han señalado de acosador sexual, sino que además dijo en su defensa, que “la campaña mediática y el linchamiento político contra Pedro Salmerón está afectando a su familia”. Pero de las presuntas víctimas del historiador no dice ni media palabra.
¡¡¡ Politiquería!!!, es uno de sus calificativos recurrentes cuando AMLO intenta hacer una defensa de lo indefendible, y lo hace extensivo hacia algunos medios de comunicación críticos por sistema del proyecto de la 4-T.
El político tabasqueño sostiene que no reconsiderará la propuesta de Pedro Salmerón, que no hay motivos para que sea rechazado, luego entonces, AMLO pretende presionar y ¿obligar? al presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, para que le otorgue el beneplácito como nuevo embajador.
El mandatario mexicano, en uno más de sus arrebatos, nunca reparó en que Panamá podría no aceptar la designación de Salmerón y se arriesgó a enfrentar una situación tan bochornosa y poner en tela de juicio a la cancillería y a su titular, Marcelo Ebrard, en el ámbito regional.
AMLO seguirá golpeando a contrincantes de Claudia
¿López Obrador quiso poner en evidencia a su canciller por ser uno de los dos contendientes más fuertes en la disputa por la nominación presidencial por Morena, pero que no es de su agrado?
Es posible que el presidente, por su padecimiento cardiaco, intensifique el golpeteo contra todo aquello que le haga sombra a su protegida, la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo, posible beneficiaria directa del testamento político de su jefe político.
Este viernes es el turno al bate de otro personaje incómodo del presidente, el senador Ricardo Monreal que enfrenta una rebelión de un grupo de correligionarios que lo intentarán deponer de su cargo por sus arrebatos políticos: la creación de la efímera comisión senatorial para defender al secretario técnico del zacatecano, José Manuel del Río Virgen, detenido y acusado arbitrariamente por el gobierno veracruzano de Cuitláhuac García.
Los senadores alzados contra Monreal son muy allegados a Claudia y a Martí Batres. En el pancracio político nadie respeta las reglas.
