- Zelenski clama ante el mundo bloqueo aéreo
- Rechazado por la OTAN pide a Biden liderar al mundo
- OTAN y Putin, derrotado moralmente por Zelenski
Juan Barrera Barrera
Esta semana el presidente Zelenski habló ante el parlamento canadiense y ante los congresistas estadounidenses para informarles de la situación dramática, desesperada que vive su país por el intenso bombardeo por aire y tierra contra la población civil y convencerlos que necesitan de su apoyo urgente.
Al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y al presidente Joe Biden, les clamó crear un cerco aéreo para impedir el bombardeo aéreo a Ucrania por parte de la aviación rusa. Sin embargo, esta medida, ha advertido Moscú, sería considerada como un acto de guerra y habrá, en consecuencia, respuesta. Esto es, el umbral de la Tercera Guerra Mundial.
Clamor por bloqueo aéreo para salvar vidas
En la percepción de los congresistas, por el impacto que provocaron las imágenes que se mostraron en un video que transmitió Zelenski en donde da cuenta de las atrocidades que están causando los ataques por aire de las fuerzas invasoras, no cabe duda de que están convencidos en que su país se involucre directamente en la guerra.
Zelenski, después de recibir el rechazo de la OTAN para su ingreso, trata de acerarse más a Washington: “Usted en el líder de una gran nación. Deseo que ser el líder del mundo. Ser líder del mundo es ser líder de la paz”, afirmó el líder ucraniano durante su discurso por videoconferencia transmitido en directo este miércoles ante el Congreso y visto a nivel nacional.
“¿Es mucho pedir crear una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para salvar a la gente? ¿Es mucho pedir una zona de exclusión aérea humanitaria? Con ese tono desesperado imploró a Estados Unidos y sus aliados occidentales que hagan más para salvar a su país de la invasión rusa.
Recordó a los estadounidenses las horas más aciagas de su historia: “En vuestra gran historia, tenéís páginas que os permiten comprender a los ucranianos. Recuerden Pearl Harbor, esa terrible mañana del 7 de diciembre de 1941, cuando el cielo se oscureció por los aviones que os atacaban. Recuerden el 11 de septiembre, ese terrible día del 2001”, dijo el líder ucraniano.
OTAN abandona a Ucrania
El mandatario ucraniano Volodímir Zelenski al calor intenso bombardeo de las unidades rusas ha llegado a una conclusión muy cruda pero acaso muy real: reconoció que Ucrania nunca será parte de la Alianza Atlántica y con ello manda un mensaje muy claro a Vladimir Putin para un posible acuerdo que pudiera sentar las bases para un alto el fuego.
La semana pasada los integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) decidieron cerrarle la puerta, argumentando que la admisión tiene que llevar un tiempo (Ucrania recibió la solicitud de adhesión a la OTAN en 2008) y por lo tanto no podían procesarlo por la vía rápida. El organismo de “puertas abiertas” le dio literalmente un portazo en la cara a los ucranianos y dejo al país a su suerte.
Hasta ahora tanto Estados Unidos como la OTAN no aciertan a ponerse de acuerdo para proponer y promover un acuerdo de paz tangible y viable en el corto y mediano plazo. Por ello se entiende las acertadas críticas de Volodímir Zelenski a la Alianza más poderosa del mundo que “parece hipnotizada por la agresión de Rusia”.
En esa dirección el presidente Zelenski recordó que “Ucrania no es miembro de la OTAN. Lo entendemos. Durante muchos años hemos oído hablar de la supuesta puerta abierta, pero ya hemos oído que no debemos entrar. Así es y debemos admitirlo, expuso el mandatario ucraniano en una reunión por videoconferencia con líderes de la Fuerza Expedicionaria Conjunta. Duras pero realistas palabras que debieron calar en el ánimo de un pueblo duramente castigado por los ataques feroces de los rusos. Sin duda que la seguridad europea se encuentra en una fase definitoria.
Visos de un posible acuerdo de paz
Por fortuna el miércoles semana hubo declaraciones que llegan como un bálsamo en momentos en que se han recrudecido los bombardeos contra poblaciones importantes de Ucrania y muy cercanas a la Frontera con Polonia. El mismo ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, reconoció que esta cera de lograrse un acuerdo sobre garantías de seguridad de Ucrania, concretamente sobre el estatus de neutralidad, una de las principales exigencias de Moscú.
Así también lo reconoció el asesor de la presidencia ucraniana Oleksiy Arestovich, quien pronostica que la guerra pueda concluir en mayo o antes si se llega a un acuerdo de paz en unas semanas antes. Ucrania por lo pronto ya cedió en su neutralidad, un de las principales exigencias de Moscú. Ambos países tienen subgrupos de negociadores.
Ucrania está prácticamente sola y seguramente terminará cediendo sino a todas sí a la mayoría de las exigencias de Vladimir Putin a Ucrania para que reconociera a las autoproclamadas repúblicas de Donestk y Lugansk, se olvidara de recuperar Crimea y que renunciara a su objetivo de ingresar a la OTAN.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg se ha lavado las manos y ha preferido no comentar las negociaciones Rusia-Ucrania, pero ha dejado entrever que no es asunto de la organización de defensa y ha precisado que el resultado de las negociaciones dependerá, en gran medida, de lo que Ucrania logre en el campo de batalla. Así o más claro que a la OTAN no le interesa Ucrania, que ha quedado a merced de los intereses de Putin.
Vladimir Putin podrá aplastar a Ucrania militarmente, pero ya se ha convertido en un gran perdedor y pasará a la historia al lado de personajes como Hitler, Mussolini o Stalin. El líder ruso ha sido derrotado moralmente, mientras que la figura del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski se alza por el mundo como el gran defensor de la paz, de la libertad y la democracia.
Zelenski y su pueblo han dado al mundo una lección de arrojo y valentía.
