Política Global

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  • Se ahondan las diferencias López Obrador-Monreal Ávila
  • Intentona de la oposición de romper a Morena
  • Regresar al diálogo y la negociación o vendrá la ruptura

Juan Barrera Barrera

En esta semana el partido en el poder registró dos momentos de conflicto que evidencian las fuertes contradicciones y diferencias entre dos poderes. El primero entre el representante del Ejecutivo y el Legislativo; y el segundo el desaire de los funcionarios del gobierno federal a la reunión plenaria de senadores morenistas previo al arranque del periodo ordinario de sesiones.

En el centro del conflicto se encuentra el polémico senador Ricardo Monreal Ávila, quien es señalado en las filas del Movimiento de Regeneración Nacional de no respaldar el proyecto político del presidente Andrés Manuel López Obrador y por eso en Palacio Nacional hay órdenes de desplazarlo de la coordinación de Morena en el Senado y de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO).

¿Consigna de bloquear a Monreal?

La enemistad del presidente López Obrador se evidenció al tratar de evitar que el senado Alejandro Armenta muy cercano a Monreal fuera votado para presidir la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores. En una tercera ronda de votaciones el poblano finalmente se impuso con 65 votos contra 28 de Higinio Martínez, favorito de AMLO, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto.

El distanciamiento entre Monreal Ávila y López Obrador ha sido muy evidente en las últimas semanas (desde hace un año no se reúnen), sobre todo luego de que el político zacatecano externó su rechazo a la iniciativa presidencial de adscribir la Guardia Nacional dentro de la Sedena, sustituir el carácter civil por uno miliar y sacarla de la Secretaría de Seguridad federal. Antes, había manifestado que la reforma eléctrica podría modificarse.

En un ambiente de conflicto político o social se debe superponer la negociación, el diálogo al conflicto. Estos principios de democracia moderna es lo que ha faltado para dirimir el diferendo López Obrador-Monreal Ávila y todo parece que una de las partes o ambas está apostando a la ruptura. En una lucha de fuerzas, el legislador ha mostrado músculo. El presidente sabe que ya no controla una parte del Congreso de la Unión, la Cámara Alta.

La oposición oportunista quiso sacar raja del conflicto interno en la bancada senatorial de Morena y creyeron que Ricardo Monreal sería destituido de la coordinación morenista y, en un hecho inédito, lo candidatearon para la presidencia del Senado en oposición Alejandro Armenta. En una presunta negociación con el llamado bloque de contención opositor, Monreal los dejo con un palmo de narices y muy encabritados, lo mismo a los ultras de su fracción parlamentaria.

El bloque opositor intentó romper a Morena

Los partidos de oposición no tienen la fuerza necesaria en el Senado, ni tampoco tuvo candidatos de peso para enfrentar la maquinaria guinda. Ese reconocimiento de debilidad ante la bancada mayoritaria llevó al bloque opositor a creer que Monreal estaba acorralado por el poder presidencial y le quisieron “echar una mano”, ya que ha hecho públicos sus rechazos a iniciativas del Ejecutivo.

Ricardo Monreal ganó por todos lados. Se mantuvo en el cargo, la oposición que le había apostado a fracturar a Morena y crear una nueva mayoría ya con Monreal de su lado no acertó y perdió. La demostración de fuerza monrealista se impuso con una pequeña ayuda de los senadores afines a su mejor aliado, Marcelo Ebrard.

El canciller refrendó su buena relación con el ex gobernador de Zacatecas, pues fue el único de los funcionarios que acudió a la invitación de los senadores de la fracción de Morena a su reunión plenaria previa al inicio del periodo ordinario de sesiones de la Cámara Alta.

Los secretarios de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, y el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, de última hora, desairaron a senadores de Morena, lo que reprocharon los morenistas y lo consideraron un menosprecio. Mario Delgado tampoco asistió con el argumento de problemas de agenda.

¿Fue una acción concertada de los funcionarios? ¿Fue un mensaje político de la presidencia de la República?

Si la intención fue dañar la imagen y la fuerza del coordinador de los senadores, pues fracasaron. Por el contrario, los funcionarios del gabinete de seguridad pública fueron muy cuestionados por los legisladores que no se creyeron las excusas que arguyeron los invitados al declinar.

Retomar el diálogo y la negociación o vendrá la ruptura

Ricardo Monreal trata de evitar en lo posible confrontación con el presidente López Obrador, pero en un ambiente de conflicto resulta imposible no intercambiar críticas. En respuesta al senador César Cravioto quien lo responsabilizó de la cancelación de los funcionarios por sus críticas a la reforma de la Guardia Civil, el zacatecano dijo: “Yo no quiero ser extensión del Poder Ejecutivo. Y quiero que seamos un órgano de control constitucional y quiero que honremos la constitución. Que seamos un poder autónomo”.

El ex alcalde de la Cuauhtémoc no oculta su malestar por el ambiente político sucesorio del cual se siente marginado por el mandatario tabasqueño. “César y todos, lo que nos tiene así es la sucesión presidencial anticipada, que ha generado este ambiente y el intento de la imposición, eso es todo”. Un cuestionamiento directo al presidente Andrés Manuel López Obrador.

El presidente necesita del Poder Legislativo, máxime de sus diputados y senadores ahora que la oposición ha decidido votar en contra de todas las iniciativas presidenciales y AMLO, en respuesta, ha decidido a echar mano del decreto para evitar la reforma constitucional y el rechazo de la oposición.

El encono con el grupo de senadores morenistas (encabezado por Monreal Ávila) que mantiene el control de la Cámara, no le conviene a nadie, mucho menos al país. Queda claro, sin embargo, que hay un sector de radicales que ya no quieren al senador en las filas de Morena, pero también está claro que Monreal no se irá por su propia iniciativa.

De no haber un giro y regresar al diálogo y la negociación entre los actores políticos de Morena para superar focos de conflicto en el Senado, la política habrá fracasado y entonces la posibilidad de ruptura al interior de Morena será cada vez más real y la oposición ya estará cantando victoria.