Política Global

Argentina: protestas por reforma jubilatoria​; el ajuste afectará a ocho millones de personas; en México el sistema pensionario no funciona

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Juan Barrera Barrrera​

El gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, enfrenta uno de los momentos de más alta tensión social de su mandato por la aprobación de la polémica reforma al sistema de pensiones, que los trabajadores consideran muy lesiva para sus ingresos.
Después de haber salido fortalecido de las recientes elecciones legislativas, el mandatario derechista reinició con más fuerza su campaña de persecución política en contra de su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner, y de personajes cercanos a su círculo político, y al mismo tiempo arremete desde el Congreso contra los trabajadores, con el apoyo de algunos opositores.

El espaldarazo electoral raquítico de medio término que el mandatario argentino obtuvo lo empezó a perder en las calles el martes en la madrugada cuando por 128 votos a favor y 116 en contra, tras un intenso y acalorado debate fue aprobada la reforma previsional que afectará a ocho millones de jubilados. La semana pasada la sesión fue suspendida por las presiones y protestas.

Argentina cuenta con un largo historial de lucha callejera y de esta manera los indignados salieron a protestar con cacerolazos por la reforma pensionaria, y por otras políticas antipopulares del gobierno de Mauricio Macri, como la política educativa que afecta a la educación pública o por las altas tarifas en algunos servicios.

A pesar de las evidencias de la represión ejercida por las fuerzas de seguridad argentinas en contra de los indignados, el presidente de la coalición gobernante Cambiemos ha minimizado la realidad y sostiene que el país se desenvuelve en un ambiente de paz, después de un día de violentas protestas masivas y un paro general que paralizó el lunes casi la totalidad de Buenos Aires, convocado por la peronista Central General del Trabajo.

El nuevo método de cálculo de las pensiones

Las protestas masivas por la reforma previsional promovida por el presidente Macri se centran en el nuevo instrumento técnico que se utilizará para calcular las jubilaciones y pensiones y que hará que los jubilados cobren menos a partir de marzo del 2018. El presidente argentino firmará un decreto que establece una compensación por única vez a los jubilados ese mes por el cambio en el método de cálculo de sus haberes y mitigar la pérdida del poder adquisitivo.

En marzo próximo, con la fórmula de cálculo anterior, los ocho millones de jubilados iban a recibir un alza del 15% y ahora será de menos del 6%, menos de la mitad, por ello los cuestionamientos a la política social gubernamental, pues el ajuste pega fuerte a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, con el objetivo de reducir el déficit público. La nueva fórmula de actualización de las jubilaciones y pensiones se determinará con base en un 70% de la inflación y en un 30% el incremento de salarios del sector formal.

El bono prometido por Macri para marzo que destrabó la discusión sobre la reforma y que algunos legisladores peronistas decidieron apoyar, es sólo un paliativo, y aunque el gobierno argumenta que es cuestión de tiempo, ya que a largo plazo los aumentos salariales se estabilizarán a medida que baje la inflación. Por lo pronto el golpe está dado, mientras los ánimos antigubernamentales siguen al alza.

El sistema pensionario mexicano obsoleto

En 1997 en México se hicieron reformas estructurales al sistema de pensiones y jubilaciones para migrar de un sistema universal, solidario a uno de cuentas individuales, que algunos especialistas lo comparaban con el impuesto por el dictador Augusto Pinochet y que los nuevos gobiernos neoliberales festinaban como innovador.

El miércoles la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, expuso que el sistema de pensiones en México, basado en cuentas individuales, no responde a las necesidades actuales, por lo que se requiere aumentar los ingresos que reciben los trabajadores en el retiro con cargo a los patrones.

Contrario a los cambios que están haciendo los gobiernos, la mayoría de orientación ideológica derechista, para el organismo latinoamericano: “En la región vamos de regreso en la forma en que operan los sistemas de pensiones –que comenzaron a ser privatizados en Chile en 1981, durante la dictadura militar- hacia mecanismos con mayor participación del Estado y menor del sector privado”.

En la presentación, este miércoles en la Ciudad de México, del estudio Panorama social de América Latina 2017, Bárcena sostuvo que México requiere de una reforma al sistema de pensiones, basado en cuentas individuales gestionadas por empresas privadas, pues no responde a las necesidades y cobertura de protección social. En México la pensión bajo esta modalidad es de alrededor de un 30% con relación al último salario.

La propuesta de la Cepal para la consolidación de sistema de pensiones universales, solidarios y sostenibles es un objetivo posible bajo un pacto social el que se reconozca que el sistema de ahorro individual no responde a las demandas de cobertura y protección social, ya que por más que un trabajador ahorre su pensión lo le va a alcanzar.

Este tipo de pensiones son sostenibles financieramente si se establecen reglas claras, se aumenta la edad de jubilación y se generan mecanismos de negociación y diálogo para futuras reformas, se puede mejorar la cobertura, según el documento de la Cepal.