- ¿Sorpresa? la declinación de MC a los comicios
- Argumentos falaces del partido naranja o un distractor
- Estrategia o el infierno político de Dante
Juan Barrera Barrera
En las elecciones del estado de México en este año no solamente se juega, se ha insistido, la gubernatura, sino también asocian el resultado, como una premonición, directamente a las presidenciales del 2024. Sin embargo, la coalición que gane el codiciado estado llegaría al próximo año con amplias posibilidades de ganar de la silla presidencial, pero la primera no determinará el resultado de la segunda en forma automática.
Los comicios en el estado de México son un enigma. No obstante que las encuestas serias siguen posicionando como favorita a la candidata del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional, la profesora Delfina Gómez, sobre su rival de la alianza PRI-PAN-PRD-NA, Alejandra del Moral, todo puede suceder de aquí al 4 de junio.
Una primera sorpresa la dio esta semana el Movimiento Ciudadano, o más preciso, su dirigente, fundador y cuasi dueño, Dante Delgado Rannauro, que decidió que su formación no participaría con candidatos en los comicios estatales de Coahuila y estado de México, ambas controladas por el PRI desde hace más de nueve décadas. Los argumentos de la dirigencia de ese instituto político, además de increíbles son de risa. En serio ¿no encontraron mejor coartada?
El partido naranja ha denunciado un pacto entre el PRI y Morena, según el cual la coalición “Va por México” cedería el estado de México al partido guinda, mientras que éste a cambio le dejaría ganar el estado norteño. Tras la acusación de MC, la dirigencia del Revolucionario Institucional reviró calificándolo de “cobarde y tibio”, pues con su decisión de retirarse de las contiendas electorales “solo favorece a Morena”.
Para Dante Delgado la división interna de Morena en Coahuila en donde no logró formar una alianza en torno a la figura de Armando Guadiana con el Partido del Trabajo y el Partido Verde, todos van por separado, mientras que el PRI sí formó una sólida coalición con el PAN y PRD con Manolo Jiménez, es señal evidente de que fue parte del acuerdo PRI-Morena a cambio de la entidad mexiquense.
Distractor de MC no postular candidatos en Coahuila y Edoméx
Juan Zepeda como abanderado del PRD al gobierno del estado había tenido una actuación importante en las elecciones del 2017 en donde casi logra el 18 por ciento de la votación, repetiría nuevamente en las de este año con MC, pero a finales de año inició su caída en las encuestas de opinión y con un 7 por ciento de las preferencias dejo de representar una alternativa política entre dos bloques poderosos. En el caso Coahuila la dispersión del voto de izquierda no le favorecía a MC, además de su escasa presencia en la entidad.
La dirigencia naranja no encontró cómo justificar su caída y recurre a argumentos falaces como el del senador Zepeda de que si MC crecía lo ubicarán en el ojo del huracán de los cuestionamientos, estarían sometidos a los ataques y que los acusarían de dividir el voto como en el proceso electoral del 2022. Dicen que prefieren centrar sus fuerzas en su proyecto hacia el 2024.
El objetivo primordial de los partidos políticos es luchar por el poder político, por el poder del Estado y o que hizo MC es renunciar a su principal tarea, traiciona a su militancia, exhibe a su dirigencia nacional, Dante Delgado, de incapaz y mentirosa. Para la cúpula naranja la estrategia más económica en unas elecciones adversas es mejor no hacer el ridículo en las urnas y acusar a fuerzas externas para justificar su falta de pericia y de talento político.
La decisión del senador Dante no puede ser más que un error político que podría llevar a él y a su formación política a un infierno electoral en el 2024 cuando se vean avasallados por la polarización política a la que quieren evitar y diluirse esa idea de ser la “tercera vía” entre las dos grandes coaliciones en la parada del próximo año cuando no tienen a la vista un posible candidato(a) con pasta de ganador(a).
Es irresponsable intentar trasladar la desorganización y crisis interna de un partido político a otras fuerzas partidistas cuando las proyecciones de Movimiento Ciudadano tanto en el norte como en el centro del país los números no le alcanzan para la elección. A menos que esta apuesta arriesgada de un político de larga trayectoria y colmillo retorcido como Dante Delgado, alumno del policía y político Fernando Gutiérrez Barrios, sea sólo un distractor.
Estrategias políticas o el infierno político de Dante
Los reconocimientos mutuos entre el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y el presidente López Obrador, por la próxima instalación de la gigafábrica de automóviles de la empresa Tesla en aquella próspera entidad, podrían estarnos hablando de otro pacto entre Morena y MC de cara al 2024.
La defensa y espaldarazo que le ha dado el mandatario al gobernador neoleonés por los intentos de la oposición en el Congreso local para llevarlo a juicio político es de índole eminentemente político, es otra lectura que no hay que dejar pasar. En Jalisco, el otro estado naranja, las relaciones entre el gobierno local y el federal han tomado otra ruta más amigable. Ambos mandatarios recorrieron juntos, este fin de semana, las obras de la Presa el Zapotillo o el buen trato que le dio AMLO a Enrique Alfaro en la base militar de Zapopan son gestos que pueden perdurar hasta el 2024.
Mario Delgado, dirigente de Morena, afirma que la declinación de MC a registrar candidatos en las elecciones estatales favorece a su formación política; Alejandro Moreno, jefe del PRI, lanza un llamado a la militancia naranja a que se sumen a su proyecto de coalición.
El anuncio de Dante Delgado de principios de semana provocó inmediata confrontación con “Alito” Moreno, más no así con Morena y el gobierno de la Cuarta Transformación. Incluso puede decirse que el oficialismo ya esperaba la declinación de MC en los comicios de este año. No se sobresaltaron ni cuestionaron la decisión dantesca, como sí en el PRI. El PAN ha preferido guardar silencio.
Delgado Rannauro ha venido sosteniendo su rechazo a sumarse a la coalición “Va por México” a la que ha calificado de “Titanic”, pero pude haber sorpresas y en una cierta circunstancia los argumentos pueden cambiar, máxime si MC no logra crecer lo suficiente como para contender en solitario en la presidencial estaría en una gran disyuntiva: o MC se arriesga por cuenta propia o da un paso asimismo arriesgado y se suma a cualquier coalición.
En ese escenario el dilema para MC sería: o apuesta por aliarse con Morena, cuyos números lo han convertido en un movimiento en ascenso y territorialmente fuerte, o por la alianza con un partido en franca decadencia, el PRI, es decir, es como apostar por el infierno electoral. Ya veremos.