- En busca del candidato de “Va por México”
- Pasarela de aspirantes al estilo del añejo PRI
- Los membretes de Claudio X. desplazan a los partidos
Juan Barrera Barrera
Distintos personajes de los tres partidos políticos que convergen en la coalición opositora “Va por México” (PRI-PAN-PRD) que se han destapado como aspirantes a la candidatura presidencial para las elecciones del 2024, desfilaron, este lunes, ante una organización política, pero con máscara de ciudadanos organizados, “Unidos para mejorar”.
Acudieron líderes de esos partidos políticos ya muy conocidos: Silvano Aureoles, ex gobernador de Michoacán; Lilly Téllez, senadora y ex conductora de TV Azteca; Miguel Ángel Mancera, ex jefe de Gobierno del DF; Enrique de la Madrid Cordero, ex secretario de Turismo con Enrique Peña Nieto; José Ángel Gurría, ex secretario de Hacienda y de Exteriores; Juan Carlos Romero Hicks, ex gobernador de Guanajuato e integrante de la organización ultraderechista el Yunque; Santiago Creel Miranda, ex secretario de Gobernación con Vicente Fox; Beatriz Paredes, ex dirigente del PRI; Claudia Ruiz Massieu, ex secretaria Relaciones Exteriores del Enrique Peña Nieto; Demetrio Sodi, ex delgado en la Miguel Hidalgo por el PAN; y Gustavo de Hoyos, dirigente empresarial.
Los aspirantes se dieron cita en el foro “Unidad y Gobierno de Coalición”, una pasarela al estilo del añejo PRI, convocados por el empresario Claudio X. González, nuevo líder ideológico de la oposición, en donde expusieron sus ideas y propuestas, pero sobre todo, acudieron a demostrar que cuentan con los mejores perfiles y herramientas políticas para derrotar a la nueva maquinaria electoral: Morena y aliados.
Unidad ficticia, riesgo de ruptura
Llegaron al escenario con la idea de la unidad y con el concepto de “Gobierno de coalición” en donde todos los ahí presentes estarían integrados, con un cargo seguro, claro en caso de que la oposición triunfe en los comicios de 2024. Pero en el fondo está la preocupación de una posible ruptura, por eso machacan con eso de la unidad, si no encuentran el método que goce del respaldo de los partidos políticos y de las organizaciones civiles para la selección de su candidato(a) a la presidencia de la República. No solo carece del método la oposición, sino de personajes que puedan realmente unificar y armar una propuesta competitiva.
Muchas caras del pasado, antes opositores políticos, con un denominador común cuando recuperen el poder del Estado “acabar con la ruina institucional y el presidencialismo autoritario” que para ellos representa el proyecto de gobierno de la Cuarta Transformación y para ello tienen la nueva herramienta llamada “gobierno de coalición”.
Durante los dos días de trabajos los participantes hicieron énfasis en que ningún proyecto opositor tendrá viabilidad sin la participación amplia de la sociedad. A pesar de que la mayoría de los asistentes son militantes partidistas trataron de evitar alusiones a sus formaciones políticas por una razón estratégica: están totalmente desprestigiados ante la sociedad a la que ahora quieren convencer de que son la mejor opción de gobierno.
Los partidos políticos opositores no levantan pasión, se alejaron de los ciudadanos por muchos años, que son los garantes de la democracia en cualquier sociedad. Antes los partidos políticos se sentían el ombligo del mundo. En torno a ellos giraba la sociedad, se sentín entes indispensables. Pero el empuje democrático- social los ha ido disminuyendo y exigiendo que se modernicen.
La expresión de Xóchitl Gálvez de que ella no llegó al gobierno de Vicente Fox por ser militante del PAN, sino por los buscadores de talentos del ex presidente, pero los partidos políticos siguen siendo necesarios, pues fue un partido que la llevó al Senado y que seguramente la postulará a la jefatura de Gobierno de la Ciudad. Debería de preocuparles que las organizaciones membrete de Claudio X. González estén desplazando a los partidos aliancistas que están convertidos en entes tóxicos.
Claudio X. practica una doble moral, los partidos le provocan nausea, no obstante los necesita como correas de transmisión para sus intereses políticos. Su colega Gustavo de Hoyos propone un acuerdo “entre lo mejor de la política, el pequeño mundo de los partidos y los ciudadanos”. Así los ven los empresarios, pequeños a sus aliados.
No podemos más que estar de acuerdo. Son pequeños no por su tamaño, sino por su desprestigio, por su pasado.
“Va por México” Pretende una alianza con la sociedad, pero ¿por qué la sociedad hora sí tiene que creerles? ¿Qué les hace pensar que ellos son mejores que los que ahora gobiernan? ¿Cuando estuvieron en el poder gobernaron mejor? ¿Qué modelo de desarrollo novedoso le ofrecen a los ciudadanos, a México, otra vez el neoliberalismo? Ahora se escudan en la ciudadanía, a la que por muchos años la hicieron a un lado, qué desfachatez.
Claudio, el ego de los empresarios-políticos
Los mosqueteros de Claudio X. González ya tienen la herramienta para atajar la continuidad del presidencialismo autoritario: la transición democrática que daría vida y cuerpo al gobierno de coalición, esa será ahora la retórica de los nuevos ideólogos de los partidos opositores.
Estos dos días de trabajos sirvieron para tomarse la foto y enviar una señal de que, digan lo que digan, hay “unidad”, pero esa “unidad” se puede fracturar sino hay juego limpio, transparente ¿lo entenderán Alejandro “Alito” Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano?
Recuérdese que el acuerdo bipartidista que dio luz verde a la alianza en el estado de México con Alejandra del Moral del PRI como candidata de la coalición, le cedía al PAN la iniciativa de proponer método y candidatos a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y a la presidencia. Ya veremos si se sostienen en lo dicho, no por nada la ínclita Lilly Téllez externó preocupación al subrayar que se debe evitar caer en la trampa de la desconfianza.
Y para que no quede duda de quién es el jefe de la coalición opositora y cabeza de “la sociedad civil” Gustavo de Hoyos, quién más, se encargó de subrayar que la alianza, las marchas en “defensa” del INE, la pasarela de presidenciables, los membretes “Unidos”, “Sí por México”, “Frente Cívico Nacional” y “Marea Rosa”, han sido idea nada menos que de su amigo y constructor político, Claudio X. González. No podía faltar el momento para el ego.