- Marcelo y el relato de una ruptura anunciada
- Samuel García se sube a la contienda
- El ex canciller, la carta fuerte de Dante Delgado
Juan Barrera Barrera
Parecía un juego de palabras entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard. El primero asegurando que no habrá ruptura en Morena porque su ex colaborador no se irá del movimiento y, además, porque siempre le ha profesado su respeto y lealtad al mandatario. Pero el ex secretario de Relaciones Exteriores tiene otros datos, otros planes.
Ebrard Casaubon ha reiterado su advertencia de que si la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido no resuelve a su favor la impugnación del proceso en el que le dieron el triunfo a Claudia Sheinbaum para ser la coordinadora nacional de los comités de la defensa de la Cuarta Transformación abandonaría las filas del partido guinda.
Cerca el Plan “B” de Marcelo, la candidatura de MC
El ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México siempre ha sostenido que electoralmente a lo único cargo que aspira es a ser candidato a la presidencia de la República. Marcelo sabía perfectamente, como todos, que la favorita del presidente era Sheinbaum Pardo, pero tal vez creyó que AMLO cambiaría la dirección de su dedo hacia su persona.
Marcelo en realidad tenía un plan “B” de color naranja y es en el que ha estado trabajando con la venia del mandamás de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado. El movimiento que recientemente formó el ex funcionario “El camino de México” que en un futuro inmediato podría convertirse en un partido político, no es precisamente para ponerlo al servicio de Morena.
Para ello Marcelo Ebrard ha recorrido buena parte del país jugando políticamente y seguir bajo los reflectores mediáticos y elevar su nivel de cotización política en espera de que MC dé luz verde a su proceso interno que sería hasta enero próximo cuando Morena y la coalición PRI-PAN-PRD ya tienen en campaña a quienes los representarán en los comicios del 2024.
Samuel García se adelanta a su momento
El posponer hasta esa fecha la decisión tiene sentido cuando un sector de emecistas, principalmente del estado Jalisco encabezados por el gobernador Enrique Alfaro se inclinaron por adherirse a la alianza opositora, aunque después “rectificaron” y ahora no ven con malos ojos una posible candidatura de Marcelo Ebrard.
Misma posición la había sostenido Samuel García, quien ha pedido licencia al Congreso de Nuevo León para separarse del cargo de gobernador con el propósito, razonado o no, de contender por la presidencia de la República, a pesar de que al inicio de su administración había afirmado que él sí terminaría su periodo por el cual fue electo, dicho como una crítica a su antecesor Jaime Rodríguez “El bronco” que dijo lo mismo, pero no cumplió y se fue de candidato independiente, perdió y regresó. García Sepúlveda tampoco cumplió su palabra, a dos años de su gobierno.
García Sepúlveda también regresará después del 2 de junio del 2024 a su cargo de gobernador (tal vez ni siquiera aparezca en la boleta), porque, ha dicho que no le dejará “su gobierno” al PRIAN, partidos que en el Congreso de Nuevo León designaron a José Arturo Salinas Garza, presidente del Poder Judicial del estado y militante del PAN, como gobernador interino por seis meses.
MC ya tiene a su candidato interno solo falta el externo. En la estrategia electoral de Dante Delgado la mitad de las candidaturas están abiertas para propuestas que no son militantes. Marcelo Ebrard siempre ha sido la carta abierta para el dirigente naranja, pero con la decisión del gobernador tiktorero le complica el escenario, a pesar de que ninguna figura que postule MC podrá derrotar a la maquinaria morenista, pero hay que decidirse por la que garantice más votos.
La vista de Dante está puesta en la composición del Congreso. En el escenario posible quien garantiza más votos para MC es sin duda Ebrard Casaubon, quien tiene un trecho político muy recorrido y amplia experiencia en la administración pública. Es un político de carne y hueso a diferencia del norteño Samuel que tiene una figura más virtual y es mucho menos conocido, pero le puede servir de experiencia para el 2030, pues a diferencia de Marcelo el mandatario de Nuevo León es mucho más joven.
¿noviembre 3, fecha en la que anunciará Marcelo su ruptura?
Marcelo sería una oferta política más atractiva no solo para la clase media a la que durante su campaña se dedicó a recuperar en su intento por ganar la encuesta interna de Morena, sino que podría atraer a aquel sector de los indecisos, el voto oculto, de aquellos electores que están en medio de los extremos que representan Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, posibles candidatas de Morena y del Frente Amplio por México. Ese mercado electoral es muy codiciado por los partidos políticos, pues representa un nada despreciable 15 por ciento de la votación.
Dante Delgado y su Movimiento Ciudadano tienen que demostrar con hechos que son una verdadera tercera vía política competitiva y esa idea se amplia con la figura que los representará para el 2024. Pero si realmente Marcelo Ebrard, que sigue siendo guinda, quiere hacer efectivo su objetivo de ser candidato tiene que superar su indefinición y dar el paso definitivo.
Los tiempos apremian y el ex canciller sigue sujeto a la legalidad interna de Morena al cual se acogió con la intención de que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia deseche definitivamente su queja y lo asuma como argumento para la ruptura, pero el proceso llevará más semanas. Ha trascendido que Marcelo Ebrard se prepara para un anuncio importante”, según ha escrito en su cuenta de X Yeidckol Polevnsky.
Parece crónica de una ruptura anunciada.
