- Tras fracaso en Senado, AMLO nombra a Lenia Batres nueva magistrada
- MC no rompió, en los hechos, con bloque de contención opositor
- PRI-PAN: exigían pacto de impunidad por ratificación de Godoy
Juan Barrera Barrera
El poder judicial ha sido noticia en estos últimos días que van desde escándalos en el Tribunal Federal Electoral, hasta el desafuero del fiscal del Estado de Morelos, el polémico Uriel Carmona Gándara, pasando por la imposibilidad de consensar una propuesta para ocupar un cargo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el rechazo a la ratificación de Ernestina Godoy para un periodo de cuatro años más al frente de la fiscalía general de Justicia de la Ciudad de México.
Por segunda ocasión el Senado de la República rechazó la terna de candidatas al Supremo, hecho que le otorga el derecho al presidente Andrés Manuel López Obrador de nombrar directamente a la próxima ministra, una de las tres candidatas incluidas en la terna que el Ejecutivo envío al Senado que fueron rechazadas por el Congreso, para ocupar la vacante que dejo Arturo Saldívar, por un periodo de 15 años.
AMLO nombra a Lenia Batres nueva magistrada
Sin embargo, ayer jueves el presidente, Andrés Manuel López Obrador, contra todas las apuestas de que la decisión se inclinaría por Bertha Alcalde Luján, hermana de Luisa María, secretaria de Gobernación, se decidió por Lenia Batres Guadarrama (de 57 años y hermana de Martí jefe de Gobierno), una persona muy conocida por el mandatario, pues ya ha trabajado con él en gobierno de la Ciudad de México y recientemente en la Consejería Jurídica de la presidencia de la República.
Lenia fue fundadora de Morena y es de todas las confianzas de AMLO, que de esta manera se asegura una incondicional más en la Suprema Corte, en cuyo organismo ha encontrado un férreo muro de contención a sus proyectos de gobierno que son esenciales para el proyecto de nación del Movimiento de Regeneración Nacional.
La relación entre el poder Ejecutivo y el Judicial se ha convertido en una suerte de espacio para medir fuerzas, cuya confrontación no tiene paralelo en la historia de las relaciones entre ambos poderes, cuando en tiempos pasados la cercanía de la SCJN era más de obediencia y sumisión hacia la figura presidencial. Y en esa tesitura se encuentra AMLO aunque lo dice de otra forma: los magistrados deben estar al servicio del pueblo.
MC, en los hechos, sigue del lado del bloque de contención
Por primera vez en la historia del constitucionalismo mexicano el representante del Ejecutivo hizo uso de sus facultades para nombrar a la nueva integrante del máximo tribunal de justicia, dado que en el Senado las negociaciones fracasaron rotundamente. A decir del senador Ricardo Monreal el diálogo se cayó por la negativa del partido Movimiento Ciudadano que pretendía que se hicieran también los nombramientos de los dos magistrados del Tribunal Federal Electoral (Trife) que terminaron su periodo recientemente.
Para elegir a un nuevo integrante de la SCJN se requieren de la mayoría calificada y Morena y sus aliados (Partido del Trabajo y Partido Verde) no reunieron las dos terceras partes de los senadores presentes en la sesión. La formación oficial creyó poder convencer al partido naranja de construir una nueva mayoría después de que éste rompió con el bloque de contención legislativo opositor (PRI-PAN-PRD) con los que se alió expresamente para rechazar las iniciativas de López Obrador en el Congreso.
En la fallida negociación senatorial Movimiento Ciudadano se exhibió como partido bisagra como lo ha sido tradicionalmente el Verde. Los naranjas volvieron a ponerse, en los hechos, del lado de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, después del conflicto que escenificó con PRI-PAN-PRD a principios de mes cuando el Congreso de Nuevo León en manos de la oposición a MC, rechazó nombrar a un personaje afín a Samuel García como gobernador interino, lo que provocó su regreso al cargo y renunciar a la candidatura a la presidencia de la República, para no entregar el estado a sus enemigos azules y tricolores.
PRI-PAN querían pacto de impunidad para ratificar a Godoy
Ahora ya sabemos lo que pretendía MC: vender sus votos a un precio muy alto. Dante Delgado está dispuesto a convertirse en el fiel de la balanza de esta coyuntura y vender caro su amor a López Obrador (como recordatorio de que “amor con amor se paga”) y a su movimiento político.
En gobiernos divididos en los que el representante del Ejecutivo no cuenta con mayoría calificada en el Congreso, su partido tiene que negociar con otras fuerzas políticas. Es el caso también del Congreso capitalino. La fiscal general de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, no logró ser ratificada por otro periodo de cuatro años.
A Morena le faltan cuatro votos que no podrá alcanzar en enero cuando la Asamblea Legislativa regrese al tema en periodo extraordinario y no porque no quiera llegar a acuerdos con el PAN y PRI, sino que éstos condicionaron su apoyo a un pacto de impunidad: liberar a la cabeza del llamado cártel inmobiliario capitalino, al panista Cristian Von Roehrich; y al priísta Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.