- Se le hace bolas el engrudo en edoméx a Mario Delgado
- Higinio Martínez abre confrontación; quiere Ecatepec
- Morena designa al verde-azul Gonzalo Alarcón en Atizapán de Zaragoza
Juan Barrera Barrera
El retraso en la difusión de las listas para la designación de candidatos en algunas presidencias municipales del estado de México sigue causando malestar entre diversos liderazgos estatales con la dirigencia nacional del partido oficial, Morena, a cargo de Mario delgado.
Es el caso del líder de “Mexiquenses de Corazón” (actualmente es senador y candidato al mismo tiempo a ese cargo, algo que no se veía ni en tiempos del viejo ni nuevo PRI) Higinio Martínez Miranda, quien ha alzado la voz para cuestionar a Delgado Carrillo por filtrar una mini lista de ocho candidatos a alcaldes la noche del miércoles.
Para varios liderazgos estatales y locales en la entidad mexiquense, la tardanza en los destapes está generando descontento y desconfianza que podría llevar a al desconocimiento del liderazgo de Mario Delgado y de los integrantes de la Comisión Nacional de Elecciones, lo que significa manchar el proceso electoral interno del partido guinda.
El Senador Martínez presiona, quiere Ecatepec
La primera lista de 42 abanderados por el partido guinda, se ha dicho, corresponden a propuestas del político texcocano, los de municipios en donde no hubo problemas. Después vendrían otras tantas, la de los aspirantes que apoya el secretario general de Gobierno, Horacio Duarte, los de Claudia Sheinbaum y finalmente los de la gobernadora, Delfina Gómez.
El senador es un personaje de colmillo retorcido. Su larga carrera política lo ha convertido en un sujeto político de ambiciones desmedidas. Su sueño guajiro ha sido ser gobernador, sus varias intentonas han sido fallidas, pero mantiene un reconocido poder territorial en el oriente de la entidad mexiquense, en donde se concentra un gran conglomerado poblacional y, por lo tanto, de alto significado electoral.
El dos veces ex alcalde de su natal Texcoco, ha empezado a presionar fuerte con cuestionamientos de bajo nivel a un Mario Delgado que no mueve un dedo sino lo consulta en primera instancia con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Las negociaciones para designar a los candidatos están distantes de ser un diálogo de amigos, se trata de la entidad electoralmente más importante para todas las fuerzas políticas, con importancia mayor para el partido oficial que gobierna por primera vez el estado de México.
Delgado Carrillo llegó a la presidencia de Morena bajo un fuerte “fuego amigo” y no ha tenido la capacidad de legitimarse con sus actos partidistas, a pesar de que puede presumir que bajo su mando Morena ha ganado 21 estados de la República. Desde 2015, la formación guinda empezó a cambiar el rostro del mapa político. El PRI ha sido el partido más afectado y se encuentra a la deriva.
Sin embargo, a nivel municipal es donde Morena aún sufre de tropiezos porque no ha sabido retener alcaldías importantes en momentos determinantes como en las intermedias del 2021 que retrocedió en el estado de México y ahora enfrenta el dilema de elegir a los mejores perfiles, con fuertes presiones y confrontaciones entre los liderazgos anquilosados.
El senador Martínez Miranda ha entrado en un pleito directo con el ex alcalde de Ecatepec (la municipalidad más poblada de la entidad con un millón 645,352 habitantes, de acuerdo al censo de población y vivienda del 2020), Fernando Vilchis que tuvo una destacada participación en la carrera por la nominación a la gubernatura.
Ambos personajes distanciados que pujan porque en Ecatepec sea nominada alguna de sus propuestas para representar a Morena en los comicios del 2 de junio. El tema merece un manejo muy fino de parte de la Comisión Nacional de Elecciones, de Mario Delgado y de la gobernadora, Delfina Gómez o se les va a salir de control.
El partido Verde, beneficiado en Atizapán de Zaragoza
Un error garrafal fue el nombramiento del ex alcalde panista de Atizapán de Zaragoza, Gonzalo Alarcón Bárcena, como abanderado de Morena a la presidencia municipal, dejando fuera a cuadros muy valiosos como Diego Cruz. Alarcón había abandonado al PAN para afiliarse al Partido Verde hace cosa de un año y meses, junto con José Luis Durán Reveles de Naucalpan.
La dirigencia de Morena parece aceptar chantajes tanto de guindas como de los verdes y encima de eso todavía tendrán que hacer campaña juntos, como coalición con personajes impresentables de la talla de Eugenio Hernández, ex gobernador de Tamaulipas y acusado de lavar dinero del narco, o del verde Luis Miranda Barrera (candidato de la coalición “Juntos Hacemos Historia”) e hijo de un acérrimo enemigo del morenismo, Luis Miranda Nava, compadre y ex operador político de Enrique Peña Nieto.
Otro frente de conflicto que enfrentará Morena será la integración de las planillas. Los premios de consolación, otra vez al estilo del PRI, con el argumento de evitar más inconformidades, a los aspirantes que se quedaron en el camino. Habrá casos en que el segundo cargo recaiga en una persona con la cual el abanderado (a) no coinciden o de plano son de diferente grupo político y esa circunstancia puede llevar a la administración municipal ganadora a un escenario de ingobernabilidad.
En fin, Morena sigue luchando para controlar la crisis de crecimiento que viene arrastrando en cada elección por la desbandada de militantes que recibe de otros partidos políticos en pleno declive. Los errores políticos a la postre los empezará a resentir la formación guinda.