- Biden lucha por sobrevivencia política; Trump festeja debate
- Ninguno de los dos candidatos es apto para gobernar a los EU
Juan Barrera Barrera
El debate sobre el primer debate entre los candidatos presidenciales Joe Biden y Donald Trump continúan bajo la incertidumbre en el ámbito del Partid Demócrata y sus votantes ante la posibilidad de que el presidente decida bajarse de la contienda después de las fuertes críticas que le han llovido por su desastrosa participación en el encuentro de la semana pasada en la ciudad Atlanta.
Biden ha sido duramente cuestionado por su actuación en el debate en el que mostró una imagen envejecida, con voz ronca por un catarro que lo afectaba y serias dificultades para hilvanar y concluir algunas de sus frases. Todo ello aumentó las dudas entre sus seguidores y líderes de su partido sobre su capacidad para seguir gobernando y enfrentarse a Trump en los comicios del 5 de noviembre.
Bloque de gobernadores reiteran apoyo a Biden
Sin embargo, este miércoles el mandatario estadounidense recibió una bocanda de aire fresco luego de una semana luchando por su sobrevivencia política tras la derrota que sufrió ante Trump en el debate organizado por la cadena de noticias CNN y este miércoles recibió a varios gobernadores que los visitaron en su domicilio para externarle su apoyo para que continúe como abanderado demócrata.
Los gobernadores que desfilaron por la casa de Biden son: Tim Walz, de Minnesota y presidente de la Asociación de Gobernadores Demócratas; también la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser; Gavin Newsom, gobernador de California; John Carney de Delaware; JB Pritzker de Illinois; Andy Beshear de Kentucky; Wes Moore, Maryland; Mayra Healey de Massachussets; Gretchen Whitmer, Michigan; Katy Hochul, Nueva York; y Dan Mckee de Rhode Island. Otros 14 más ahn participado a la distancia.
Tres de ellos han sido mencionado como posibles reemplazos a la candidatura de Biden. En la reunión también estuvo presente la vicepresidenta, Kamala Harris, quien es la primera al bat para suceder a su jefe en el remoto caso de que se llegué a convencer de que sus posibilidades de lograr el triunfo en las urnas son nulas y termine por renunciar a la nominación. La demócrata aparece en una encuesta realizada por CNN a dos puntos debajo de Trump (47%-45%), mientras que el presiente está a seis puntos del republicano. Sin embargo, Harris ha manifestado su confianza en el presidente y lo ha reconocido como único candidato.
Los portavoces de los gobernadores salieron de la reunión con una frase triunfante: “El presidente ha sido muy claro en que está en esto para ganar. Es nuestro nominado y líder de nuestro partido”. Este escenario llega en los momentos en que el presidente ha reconocido que perdió el encuentro con Trump, en el que casi se dormía por varios viajes que había realizado y sufrió de los cambios horarios, aunque se piensa que un signo de su avanzada edad, 81 años, afirmación que sirvió a su contrincante para intensificar su interminable golpeteo.
Los dos candidatos de EU no son dignos de gobernar a la potencia
Sin embargo, la idea de que Biden debe dar un paso al lado para dejar la candidatura a alguien más competitivo no se disipa en las filas del Partido Demócrata. El congresista texano Lloyd Doggett, el primero demócrata en pedir públicamente la renuncia del presidente ha logrado sumar apoyo de unos 25 correligionarios en la Cámara de Representantes.
Realmente es muy difícil, pero no imposible, un remplazo en la candidatura presidencial del presidente Biden quien tiene la ingente tarea de reivindicarse por su inestable desempeño en el debate y demostrar a sus votantes y seguidores demócratas que su edad no es impedimento para gobernar con capacidad y fuerza por cuatro años y que puede estar a la altura de las exigencias de la máxima potencia mundial. El próximo mes es la convención de su partido y ahí todo puede suceder, pero tal vez ya sea demasiado tarde para pensar en un relevo.
Nunca, en la historia moderna de los Estados Unidos, el vecino país del norte había tenido dos candidatos de tan escasas cualidades y ambos de avanzada edad, Trump con tres años menos que Biden, es un mentiroso contumaz, misógino, racista y un verdadero peligro para el sistema democrático estadounidense.
El presidente Biden es un candidato que la edad le es un impedimento para poder gobernar, por su escasa agudeza y carente de vigor, como lo evidenció en el debate de la semana pasada. Ninguno de los dos aspirantes es apto para gobernar un país de la dimensión económica y militar como los Estados Unidos. Pero hay consenso en que el menos malo es el presidente Biden. La última palabra la dirán las urnas.