Política Global

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  • Nubarrones sobre la economía nacional; EU avanza
  • CS requiere de un segundo piso en el quehacer político

Juan Barrera Barrera

El crecimiento del PIB de Estados Unidos en el segundo trimestre de 2024 fue revisado al alza, a 3% en la tasa anualizada frente al 2.8% que se había anunciado inicialmente, según la estimación del Departamento de Comercio publicado este jueves. Comparativamente con el trimestre anterior, el crecimiento fue del 0.8%, mientras que en la estimación anterior había sido del 0.7%. En el primer trimestre el aumento del PIB había sido de 1.4%.

Según el informe de las autoridades de comercio estadounidenses, esta revisión al alza se debe a un fuerte gasto del consumidor e inversiones de negocios, a pesar de las altas tasas de interés, lo que ha ayudado a impulsar la economía resiliente del principal socio comercial de México. Otro factor que vendría a fortalecer la economía estadounidense es la posibilidad de que en septiembre la Reserva Federal baje las tasas de interés por primera vez desde la pandemia.

Aletas del Banco central sobre la economía

En contraste con México, el miércoles, la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, en la presentación de su Informe Trimestral, recortó la proyección de crecimiento del PIB a 1.5% para e 2024, en comparación a la proyección anterior de 2.4%, y a 1.2% para 2025, desde 1.5%.

El Banco central reconoció que los estimados actualizados se deben a que “la actividad económica nacional atraviesa por un periodo de marcada debilidad e incertidumbre” y con mayores riesgos a la baja para el crecimiento y el empleo. En cuanto a las previsiones de inflación, aumentaron para el tercer trimestre de este año, al primer trimestre del 2025.

El balance que realizó la gobernadora Rodríguez Ceja, considera factores tanto idiosincráticos como externos, como la pausa en la relación entre México y las embajadas de sus socios comerciales de América del Norte, Estados Unidos y Canadá, por declaraciones de sus respectivos embajadores sobre el proceso de reformas al poder judicial y sus posibles impactos entre los inversores de esos países.

En lo económico no se observa un panorama positivo para la administración entrante. Sin duda, habrá una transición tersa, pero en el cierre de fin de sexenio se ha complicado para el presidente Andrés Manuel López Obrador y que lamentablemente podría complicar el inicio del gobierno de sucesora Claudia Sheinbaum Pardo.

Protesta social y pérdida de confianza en lo externo

Por lo menos tres frentes abiertos habrá de enfrentar la nueva mandataria y su equipo: las protestas de los trabajadores del sector judicial que siguen sumando simpatías en el sector estudiantil que también rechaza las reformas (sin tomar en cuenta la reforma a los organismos autónomos y la electoral); las perspectivas económicas no son alentadoras, si nos basamos en e informe del Banco de México; y la pérdida de confianza de los mercados y socios comerciales de México y sus posibles impactos negativos en las inversiones.

En el ámbito político flota la percepción de que a AMLO poco le importan las consecuencias que sus “caprichos” políticos puedan afectar al nuevo gobierno. El mandatario quiere retirarse con la idea de que se va satisfecho por lo realizado, que cumplió al pueblo de México con lo prometido, pero la realidad es más terca que el político tabasqueño.

Sheinbaum Pardo y su equipo están valorando todos los escenarios internos y externos que deberán confrontar. El primer año no será nada terso para la nueva administración, y para los mexicanos, que tendrá que demostrar que es de aprendizaje rápido en la búsqueda de los métodos más razonables para el trato de los conflictos. La construcción del segundo piso del proyecto transformador requiere igualmente un segundo piso en las formas de hacer política.