Política Global

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  • El estilo de gobernar por decreto del derechista Javier Milei
  • Logra el veto al financiamiento de las universidades y pensiones
  • El derechista La Libertad Avanza, pero sobre los jubilados

Juan Barrera Barrera

Primero fue el veto a la reforma de pensiones aprobada por amplia mayoría en el Congreso el 11 de septiembre. El motivo: el presidente ultraderechista Javier Milei lo consideró un “gasto exorbitante”, que arriesga el equilibrio fiscal del Estado. La decisión oficialista perjudica invariablemente a la masa de jubilados (siete millones) la mayoría de los cuales, según especialistas, se encuentran bajo la línea de pobreza.

Ahora, este miércoles, la motosierra del mandatario argentino tocó a los centros universitarios y se apuntó un importante triunfo político para su proyecto económico neoliberal, al lograr sumar a un suficiente número de diputados, incluidos algunos peronistas, para frenar la ley de financiamiento universitario.

Golpe de Milei a las universidades públicas

La oposición no pudo reunir los dos tercios (162 votos) de la Cámara de Diputados y así Javier Milei pudo detener la Ley de Financiamiento Universitario con el apoyo de la diputación de Propuesta Republicana (PRO), la formación política derechista del ex presidente Mauricio Macri, de los partidos satélites del oficialista La Libertad Avanza. El bloque en favor de la iniciativa obtuvo 160 votos por 84 de los afines a Milei, cinco abstenciones y ocho legisladores ausentes.

Este triunfo ultraderechista que afectará a las instituciones de educación superior y a los estudiantes, estuvo imbuido por un sentimiento de venganza en contra de la comunidad universitaria que había ganado las calles defendiendo la gratuidad en protesta por la negativa del gobierno libertario a incrementar el subsidio a la Universidad pública.

Poco después de la multitudinaria marcha que se llevó a cabo a nivel nacional (más de cien mil movilizados), el miércoles de la semana pasada, en favor de la Universidad Pública, el presidente Javier Milei se apresuró a vetar la Ley de Financiamiento Universitario que proponía que de los recursos asignados en el ejercicio presupuestario anual destinados a las Universidades Nacionales, se asigne un 85% para gastos salariales y el otro 15% restante a gastos generales y de funcionamiento.

El gobierno de Milei intentó penalizar las manifestaciones a sabiendas que sus políticas antipopulares generaría malestar entre la población, incluida la que votó por él con la esperanza de que con un presidente ultraderechista su situación económica podría mejorar. De igual manera intentó desvirtuar a la educación pública, a la que se refirió como centros de adoctrinamiento. Pero no todo está perdido para las universidades públicas, viene la discusión en torno al Presupuesto Nacional 2025 y si los 160 diputados que votaron en pro de la Ley Universitaria no varían su posición puede haber resultados más positivos para la educación pública.

El libertario genera sentimientos antimileistas

Tradicionalmente los gobiernos de facto, producto de golpes militares, entre sus principales acciones al tomar el poder dirigían sus baterías a desmantelar a las universidades porque aseguraban que en sus aulas se formaban a elementos subversivos. Milei es muy cercano a esas ideas. El financiamiento a las universidades públicas es financiar a cuadros que nutren a las fuerzas de izquierda argentina y una forma de combatirlas es castigarlas con el recorte de su presupuesto.

Por eso, el mandatario libertario pide a los legisladores que ya no hagan populismo demagógico con los recursos de quienes pagan impuestos, esto es, les sugiere que cuidar el déficit cero. El ultraliberal ha inaugurado en la Argentina la casta de la “vetocracia” para evitar que el Legislativo apruebe leyes que considere un obstáculo a su proyecto de nación.

Al mismo tiempo el huésped de la Casa Rosada impone la nueva política argentina y gana batallas en el Congreso a través del veto y la compra de “voluntades”, se empieza a generar un sentimiento antimileista entre los diversos sectores de la población y las elecciones de medio tiempo de 2025 están a la vista en las que la coalición oficialista podría llevarse severas sorpresas.

Primero fue el golpe la Ley Jubilatoria

Los operadores del mandatario ultranacionalista lograron que la Cámara de Diputados no alcanzara los dos tercios necesarios para revocar su veto a la Ley Jubilatoria, previamente aprobada por el Congreso, que tenía por objeto aumentar el monto de ingresos por concepto de pensiones, debido a la alta inflación. La votación arrojó 153 votos a favor de la ley, 87 en contra y 8 abstenciones, en medio de una fuerte tensión.

El veto presidencial, con la motosierra en mano, se impuso a la iniciativa opositora que proponía un incremento basado en la evolución inflacionaria y el salario mínimo promedio, además de un ajuste adicional del 8.1%, pero Milei consideró que está medida amenazaba el equilibrio fiscal argentino, uno de los ejes primordiales de su política económica con la que apuesta a su éxito.

Los diputados tenían la facultad de revertir el veto, pero no lo hicieron, ya que varios de ellos que en un inicio apoyaron el proyecto de ley cambiaron su voto después de negociaciones de última hora con el partido oficialista La Libertad Avanza.

La Libertad Avanza… sobre los jubilados

Es de destacar el apoyo decisivo de la diputación de la Unión Cívica Radical (UCR) quienes, a pesar de haber votado a favor de la ley en junio, se alinearon con el rechazo al proyecto en la votación del miércoles 11 de septiembre. La UCR se ha convertido en uno de los principales apoyos en el Congreso de las políticas de Javier Milei, que cuenta apenas con 37 diputados.

Para el gobierno ultraderechista de la LLA el déficit cero en las finanzas es “innegociable” y está decidido a no dar un paso atrás, a pesar de las protestas multitudinarias de jubilados y organizaciones sindicales que cuestionan su duro plan de ajuste que afecta a los que cuentan con menos recursos. Por ello, el presidente economista decidió terminar con el “jubilazo”.

La situación económica de los jubilados es insostenible y muchos de ellos ya rozan la indigencia dada la gran pérdida del poder adquisitivo que han sufrido en los últimos meses y con una inflación anual del 250%. En contraposición, el gobierno asume posiciones más clasistas al rebajar impuestos que paga una minoría, de los sectores más ricos de la sociedad.

Durante el primer semestre se registra que el 52.9% de la población argentina se encuentra en situación de pobreza, 12.8 puntos porcentuales más con respecto al mismo periodo del 2023, según informe de INDEC. La realidad desmiente las cuentas alegres de las políticas neoliberales del Javier Milei.