- 4-T garantizará inversiones, pero con reglas claras y condiciones justas
- Encuentro gobierno-empresarios para disipar desconfianzas
Juan Barrera Barrera
Todo se desarrolló en un ambiente de camaradería, de buenos amigos, de respeto mutuo, faltaba más, entre los funcionarios del gobierno del Segundo Piso de la Cuarta Transformación, encabezados por la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, en el marco de la reunión del Diálogo CEO México Estados Unidos y sus aproximadamente 240 representantes empresariales nacionales y del país vecino.
Los comentarios de quienes asistieron coinciden en que fue un encuentro muy fructífero a pesar de que el tema de las reformas al sector judicial siempre estuvo presente en el ambiente, pero también las áreas de inversión, pero los asistentes, en su mayoría, se fueron con la certeza de que los cambios no afectarán sus inversiones.
La actitud afable de la mandataria contrastó con la actitud hosca que caracterizaba a su antecesor, sobre todo con las empresas extranjeras que pretendían invertir en el área energética. Sheinbaum Pardo celebró el anunció de los 20 mil millones de dólares de inversión que los empresarios anunciaron para el próximo año.
Condiciones de inversión justas, no a los esquemas del pasado
Sin embargo, no hay que echar las campanas al vuelo. Fueron solo anuncios de proyectos de inversión, todavía no hay nada en concreto. Hoy los empresarios dicen una cosa y mañana pueden cambiar de parecer. El capital privado es muy volátil y chantajista (hoy las reformas al poder judicial son el pretexto ideal para presionar a las autoridades).
Más que un foro para anuncio de inversiones, la edición número 14 de la reunión de alto nivel de empresarios de México y Estados Unido sirvió para que los empresarios conocieran a la Claudia Sheinbaum de carne y hueso; su idea que tiene sobre el T-MEC y la asociación económica con Estados Unidos, de la relocalización de las empresas, de las condiciones y áreas de oportunidad que ofrece su gobierno para traer capitales frescos a territorio nacional.
La mandataria mexicana les aseguró a los empresarios nacionales y extranjeros que comparten las mismas preocupaciones, que la reforma judicial va a garantizar la inversión privada y a fortalecer el Estado de Derecho. Más todavía, les garantizó que las inversiones que realicen estarán protegidas. Un discurso sin duda muy amistoso para un ambiente de desconfianza entre los empresarios previo al encuentro de Alto Nivel, con la intención de aminorar los desencuentros con los dueños de los dineros.
Estado mexicano otorga garantías a capitales y ciudadanos
Pero enfatizó que en México “queremos un poder judicial libre de corrupción, que dé certeza jurídica al ciudadano de a pie, a la persona de menos recursos económicos del país, y también al inversionista, que todos sean iguales ante la ley, que es lo que finalmente dice nuestra Constitución y las constituciones de países democráticos”. La precisión fue muy importante, ya que de alguna manera se deja en claro que el Estado mexicano no solo es garante de los intereses de los capitalistas, ni mucho menos su administrador como en el pasado inmediato.
No puede haber desarrollo en ningún país sin la participación comprometida del empresariado nacional y foráneo, ya sea en energía o en proyectos de inversión en otras áreas, pero siempre y cuando se haga con reglas claras y en condiciones justas, con un Estado regulador fuerte. Ya no es posible volver a los esquemas del pasado en que el capital privado se beneficiaba del financiamiento público.
Si este tipo de encuentros sirven para un mejor entendimiento en una relación bilateral que ha sido históricamente compleja y al mismo tiempo permita avanzar en temas comunes, más allá de los comerciales, como la migración, pues bienvenidos.