Juan Barrera Barrera
El fin de semana iniciaron oficialmente las campañas electorales federales que encabezan los cuatro candidatos a la presidencia de la República. La del 1° de julio será la elección más grande de la historia, así la han calificado las autoridades electorales, pues estarán en juego tres mil 400 cargos de elección popular. Además de la presidencia se renovará la totalidad de la Cámara de Senadores y de Diputados.
A las federales se sumarán comicios locales concurrentes en nueve entidades del país para renovar los gobiernos estatales y la totalidad de Congresos locales y presidencias municipales: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán. En la Ciudad de México además del jefe de Gobierno, se elegirán por primera vez alcaldes en lugar de delegados y concejales.
Las campañas electorales en estas entidades se realizarán entre el 30 de marzo y el 27 de junio en la Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Veracruz y Yucatán. Mientras que en Chiapas, Morelos y Puebla empezarán el 29 de abril y en Tabasco darán inicio dos semanas después, el día 14, y el 27 de junio concluyen todas las campañas.
Además, en 19 estados se llevarán a cabo comicios parciales, en algunos habrá solo renovación de Congresos locales o presidencias municipales, y en otros se elegirán ambos cargos. Únicamente dos entidades, Baja California y Nayarit, descansan de las elecciones. Por primera vez el calendario electoral abarca casi la totalidad del territorio nacional.
Crisis electoral del PRI
En casi todas estas entidades la coalición que lidera el PRI con el Partido Verde y Nueva Alianza “Todos por México” enfrenta un escenario adverso. Diversas casa encuestadoras ubican a Morena y su coalición “Juntos haremos historia” con el Partido del Trabajo y Encuentro Social a la cabeza de las preferencias electorales en la Ciudad de México, Chiapas, Morelos y Tabasco, y con posibilidades de ganar Puebla y Veracruz en donde mantiene una carrera muy cerrada con la coalición PAN, PRD y MC “Por México al frente” que conserva una cómoda ventaja en Guanajuato, su bastión principal en las gubernaturas, y Yucatán. En Jalisco aventaja Movimiento Ciudadano con el PRD.
Los partidos que se verían seriamente afectados por la nueva correlación de fuerzas en estas elecciones serían el PRI que gobierna Jalisco en donde se percibe una derrota anunciada; Chiapas en alianza con el Verde en donde ya tuvieron una ruptura interna lo ha puesto en riesgo de una derrota; y el PRD está por caer electoralmente en su principal reducto político, la Ciudad de México, igual en Morelos y Tabasco. Morena y su dirigente, Andrés Manuel López Obrador se alzarían con una gran victoria política de continuar así las tendencias electorales.
El Movimiento liderado por Andrés Manuel López Obrador podría quedarse hipotéticamente con cinco gubernaturas, mientras que la coalición “Por México al frente” que maneja el PAN, con tres y Movimiento Ciudadano-PRD, una. Este sería un panorama catastrófico para el PRI y para la presidencia del presidente Enrique Peña Nieto.
El escenario electoral del 1° de julio es muy desfavorable para el PRI y sus partidos satélites, a reserva de analizar las tendencias en las elecciones para diputados federales y senadores; diputados locales y alcaldías, así del tamaño de la elección puede ser la caída del priísmo nacional, pero nada está decidido y si algún partido tiene estructura y presencia a nivel nacional es el PRI y seguramente contará con todo el apoyo del aparato estatal.
El Frente gobierna la mitad del país, Morena por la sorpresa
Los resultados electorales estatales no le han favorecido al partido de Peña Nieto. Viene de sufrir una derrota histórica en el proceso electoral de 2016. Perdió siete de 12 gubernaturas en juego. El PAN triunfó en Aguascalientes, Chihuahua y Tamaulipas. En alianza la derecha panista y la izquierda (PRD) obtuvieron Durango, Quintana Roo y Veracruz, y con el PT retuvo Puebla. Estos últimos dos estados los gobiernos solo durarán dos años, terminan este 2018.
El PRI retuvo Hidalgo, Tlaxcala y Zacatecas, y recuperó Sinaloa y Oaxaca. Esta elección de hace dos años ha sido una de las peores en la historia reciente del priismo, pues gran parte de su debacle se debió a la corrupción en impunidad en estados como Chihuahua, Quintana Roo y Veracruz. En los comicios de hace un año el PRI retuvo el estado de México en alianza con el Verde, Panal y PES, pero en lo individual perdió con Morena, y Coahuila con resultados muy dudosos; pero perdió en Nayarit.
Con base en estas elecciones el PRI ha perdido hegemonía y a menos de tres meses de las elecciones, el Frente integrado por el PAN, PRD y MC, en lo particular y en coalición, gobiernan al 50 por ciento de la población nacional, pues tienen el poder en 16 estados incluyendo la Ciudad de México. El PAN gobierna ocho entidades; en alianza con el PRD cuatro; y el sol azteca en lo individual otras cuatro.
Pero Morena, como partido emergente ha crecido en forma exponencial en un corto tiempo y está en posibilidades de dar una enorme sorpresa, como lo indican las estadísticas que se desprenden de las encuestas de opinión y cambiar diametralmente el mapa electoral.
