- Elecciones en EU: se esperan resultados muy cerrados
- Voto femenino y latino puede hacer la diferencia en favor de Kamala
- Serán unos comicios marcados por el temor a la violencia
Juan Barrera Barrera
Estamos a cinco días de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos y los escenarios son bastante inciertos, concretamente porque no hay un candidato que tenga una ventaja clara en las encuestas y en la percepción de los electores que pueda asegurar que tiene posibilidades reales de convertirse en el próximo mandatario de la potencia del norte.
Se espera una elección muy cerrada
Los pronósticos electorales se manejan con las reservas del caso. Hace seis meses Donald Trump no tenía competidor de contrapeso del Partido Demócrata. El presidente Joe Biden se había convertido en un candidato de alto riesgo para su partido y sus electores, como se vio reflejado en el debate que perdió estrepitosamente frente al neoyorquino. Derivado de ello se le exhortó a que dejará la contienda en manos de Kamala Harris.
Parecía imposible revertir la ventaja que en esos momentos tenía Trump. Pero la incorporación de la vicepresidenta le dio un vuelco a la contienda en cuatro semanas, sorprendiendo a propios y extraños, pues se le cuestionaba su papel como vicepresidenta y sorprendió con su actitud y capacidad que la llevó a superar al candidato republicano en el debate.
No obstante, el momento político de la vicepresidenta ha quedado atrás. Las estrategias del trumpismo, basadas en los ataques, el racismo, la misoginia y la mentira, los mismos que ha utilizado continuamente desde la campaña del 2016, siguen vigentes entre la amplia base de seguidores ultraderechistas del movimiento MAGA que ha desplazado al Partido Republicano en la movilización de simpatizantes de Trump.
La elección 2024 marcada por temores de violencia
De aquí al día 5 de noviembre las encuestas no cambiarán, se espera que la de 2024 sea una contienda electoral muy cerrada, tal vez la más cerrada en la historia reciente de las elecciones en los Estados Unidos, únicamente comparada con la del año 2000 en la que el conflicto poselectoral llegó hasta la Suprema Corte de Justicia para darle el triunfo a George Bush jr. contra Al Gor.
No hay que perder de vista la amenaza constante de Donald Trump de que, si él no gana la elección, no reconocerá los resultados. Todavía sigue propalando la mentira de que le robaron la elección del 2020. Hay reportes de que se han visto a seguidores del expresidente recorriendo calles en camionetas armados, provocando temor entre la ciudadanía. Sabemos que Trump es capaz de movilizar a sus ultranacionalistas para provocar desmanes si los resultados no le favorecen y violentar al sistema democrático estadounidense.
La elección del 2024 también será inédita porque se realizará en medio de amplios temores por las amenazas de violencia que han sido difundidas por Trump y sus tribus ideológicas extremas. El magnate neoyorquino ha cultivado el terreno del temor a través del discurso xenofóbico y antiinmigrante que nutren la polarización política y social e inhiben cualquier intento de diálogo.
El voto femenino y latino pueden favorecer a Kamala
Son siete estados llamados péndulo, los electores pueden votar por cualquiera de los dos candidatos, que no tiene una tradición partidista como las restantes 43 entidades, que son tradicionales estados demócratas o republicanos.
Esos estados bisagra son Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pennsylvania y Wisconsin, los cuales representan 93 votos del colegio electoral y quien gane la mayoría de esos votos electorales ganará la elección. Por eso tanto Kamala Harris como Donald Trump han intensificado sus campañas en esas entidades clave en donde las preferencias electorales están muy estrechas.
El periodo de las propuestas y convencimiento ya quedó atrás, ahora los estrategas de los abanderados se tendrán que centrarse en la movilización tierra-tierra de sus seguidores, toda vez que la elección ya va un tanto avanzada por el voto anticipado. El voto femenino y de los latinos puede hacer la diferencia en favor de Harris. Pero la moneda está en el aire.