Política Global

214
  • Musk, Zuckerberg, Jeff Bezos caras de la nueva oligarquía
  • Los gigantes de las tecnológicas, el verdadero poder en EU
  • Elon el campeón de la desinformación, asesor de lujo de Trump

Juan Barrera Barrera

Parecería extraño que el presidente de un país, que está a días de abandonar el cargo, que es el máximo icono de las oligarquías mundiales alerte sobre la conformación en Estados Unidos de una oligarquía de extrema riqueza, con un gran poder e influencia a tal grado de poner en peligro su democracia, pues muchos dirán, con acierto, que esa ha sido la realidad desde hace décadas.

Con estas palabras Joe Biden advirtió del poderío de esa nueva oligarquía que “realmente amenaza a nuestra democracia, nuestros derechos básicos y nuestra libertad”. Es explicable que el mandatario estadounidense esté preocupado por la llegada de Donald Trump a la oficina Oval de la Casa Blanca, en un segundo mandato.

No es el único mandatario en el mundo que debe estar muy preocupado y en alerta de que un personaje impredecible como Trump, tome las riendas del país más poderoso del planeta. El magnate de extrema derecha llegará con la espada desenvainada contra todos que se opusieron a sus designios y que evitaron que se hiciera del poder en las elecciones del 2020 de manera ilegal.

Las nuevas oligarquías tecnológicas, un peligro para EU

El multimillonario neoyorquino asumirá la presidencia de los Estados Unidos precedido de un poder ilimitado, sin contrapesos políticos reales, tampoco con opositores de las viejas oligarquías y poderes fácticos tradicionales. Las nuevas oligarquías tecnológicas son los verdaderos soportes del poder real de Donald Trump.

Joe Biden que cierra su administración con un bajo porcentaje de aprobación, con el 36 por ciento, de los más bajos con relación a sus antecesores inmediatos, denunció en su mensaje de despedida de la Casa Blanca, este miércoles 15 de enero, que existe un “complejo industrial tecnológico ultrarrico” que podría ganar un poder sin control sobre los estadounidenses.

No se equivoca Biden y aunque no dijo nombre de esos nuevos miembros del círculo dorado del presidente electo, sabemos que se refería a su principal aliado Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, el nuevo staff financiero del eventual presidente. Pero sin duda, el principal cerebro de cerebros, en lo financiero, tecnológico y político lo es el propietario de la plataforma de redes sociales X, antes Twitter.

Hasta cuándo durará la luna de miel Trump-Musk

Musk, cuyos orígenes se encuentran en Sudáfrica, gastó más de 250 millones de dólares para financiar la campaña de su próximo jefe Donald Trump, y al igual que otros cercanos a su círculo íntimo, el hombre más rico del mundo se ha alojado en la propiedad de Trump de Mar-a-Lago. La pregunta es cuánto tiempo durará esa cercanía entre ambos personajes de carácter impositivo, autoritarios e impredecibles. Corren las apuestas.

Tanto Musk, quien pagó 22 mil millones de dólares por X en 2022, como Zuckerberg, dueño de Facebook, se han alineado al pensamiento de extrema derecha de Donald Trump y utilizan sus respectivas plataformas para difundir mentiras que favorecen los intereses ultranacionalistas y expansionistas de quien pretende convertirse en el nuevo dictador mundial.

Musk dirige varias empresas como la fabricante de vehículos eléctricos Tesla, Space X y Neuralink. Pero su ambición empresarial no para ahí y ya corre fuerte la versión de que será el próximo dueño de TikTok, la plataforma que ha sido prohibida en Estados Unidos por el gobierno del saliente Joe Biden.

La desinformación poderosa herramienta de poder

Otro alfa macho, Marck Zuckerberg, ha dado un paso importante en su proyecto de vida y de negocios para alinearse definitivamente a la ideología que portan los nacionalistas extremos de MAGA -Makin Again Great – Donald Trump y Elon Musk. El de pelos rizados al suprimir los sistemas de verificación y moderación de contenidos que había venido sosteniendo Facebook, Instagram y Threads, con el objetivo de “reducir el nivel de censura” en las redes sociales y se alinea a la agenda de comunicación de Trump y Musk basada en la construcción de noticias falsas indispensable para sus intereses geoestratégicos.

Zuckerberg renuncia de esta manera a la construcción de una sociedad más y mejor informada. El joven empresario le da la espalda a la sociedad que merece contar con herramientas informativas serias, basadas en la difusión de la verdad, cuya información pueda ser verificable en un mundo en el que las nuevas tecnologías están afectando los valores éticos del periodismo que anteponen la información al instante y privilegian el rumor y las noticias no verificadas. Las fake news o noticias falsas se han convertido en moneda corriente en el periodismo y muy difíciles de ser verificables y lo peor de todo es que el público está consumiendo más noticias falsas que verdaderas y cada día es más complicado intentar eliminarlas.

El presidente Biden advirtió que “una avalancha de desinformación está sepultado a los estadounidenses”. Los bulos y desinformación propagandística son una herramienta muy poderosa para los gobiernos totalitarios hacia donde parece se dirigirá la nueva administración Trump. Los Estados Unidos están atrapados entre la poderosa industria militar y el complejo industrial tecnológico, cuyos dueños son el verdadero poder de la potencia global.