- Autoridades cerraron los ojos ante atrocidades de Teuchitlán
- El gobierno federal y el reto de no crear otra “verdad histórica”
- Colectivos de buscadores imprescindibles en búsqueda de desaparecidos
Juan Barrera Barrera
Impotentes, los mexicanos seguimos siendo testigos mudos y víctimas, directas e indirectas, del poder criminal de las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, secuestro y a todo tipo de actos ilícitos. Impotentes seguimos observando la incapacidad y complicidades de las instituciones del Estado responsables de combatir a los cárteles que operan a nivel nacional, con toda impunidad.
El descubrimiento del campo de entrenamiento y ¿exterminio? realizado por un colectivo de madres buscadoras en Teuchitlán, Jalisco, donde se encontraron restos humanos en el rancho Izaguirre, no es un hecho aislado. Ya forma parte de una serie de acontecimientos similares que vienen sucediéndose desde por lo menos 2010 con el descubrimiento de 72 migrantes asesinados en San Fernando, Tamaulipas; y luego el caso Tanhuato, Michoacán; en la comunidad de Patrocinio, Coahuila; y más recientemente, 2017, en Tala, municipio cercano a Teuchitlán.
Los hechos mencionados reflejan la capacidad de acción de estas macro organizaciones criminales y poderío armamentístico con que cuentan para secuestrar, reclutar, adiestrar y desaparecer a jóvenes, en contra de su voluntad, para el ejercicio criminal, y lo peor de todo es que en caso de que alguien se niegue es torturado y asesinado por sus propios compañeros, igualmente obligados.
Otra vez el horror provocado por narcocriminales
Estamos viviendo un proceso de descomposición social. Hemos fallado como sociedad. El miedo y el terror se ha apoderado de los mexicanos. No hay estrategias efectivas de combate a la criminalidad que funcionen. La sociedad se siente en el interior de un vacío, desamparada totalmente, acaso resignada a un ambiente de normalización de los actos criminales de las organizaciones narcocriminales.
Las macro organizaciones criminales tienen un modo de operar, es el caso del Cártel de Jalisco, cada vez demuestran métodos más sanguinarios no solo contra sus enemigos con los que se disputan las plazas en el territorio nacional, sino contra la población civil. Los jóvenes han sido las principales víctimas de los cárteles que en muchas ocasiones son “confundidos” como miembros de un grupo enemigo, otros son reclutados a la fuerza.
Las corporaciones policiacas están totalmente rebasadas. Las policías municipales, muchas de ellas, penetradas por la delincuencia, lo mismo las fiscalías estatales. El Cártel Jalisco Nueva Generación tiene un poder impresionante en ese importante estado. Operan con toda impunidad. Cuentan con una sofisticada estructura. Sus actividades delictuosas no pueden entenderse sin la complicidad de las autoridades locales y estatales y en ocasiones de las federales.
Gertz Manero descartará a Izaguirre campo de exterminio
En su conferencia de prensa, este miércoles, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero enfiló sus baterías contra la Fiscalía General de Justicia de Jalisco señalándola de haber incurrido en omisiones en el caso Teuchitlán, ya que no realizó el registro ni el levantamiento o rastreo de los indicios óseos, prendas de vestir, calzado o huellas dactilares que pudieran haberse obtenido en el rancho Izaguirre, que de acuerdo al colectivo de madres buscadoras era utilizado por miembros del cártel Jalisco Nueva Generación.
Llama la atención que el fiscal haya deslizado la posibilidad de que una de sus conclusiones de sus peritajes será la negación de un campo de exterminio en el mencionado rancho, “aún no hay elementos suficientes para considerar que el rancho Izaguirre se utilizó como centro de exterminio”, como lo han señalado grupos de madres buscadoras.
Gertz Manero señaló que la fiscalía local tampoco buscó que la FGR atrajera el caso e interviniera en las investigaciones, que quedaron en manos de la fiscalía jalisciense desde hace seis meses. El titular de la FGR añadió que a nivel federal se investigarán los delitos de posesión y utilización de armas de fuego de alto calibre y delincuencia organizada.
Silencio y complicidad oficial; buscadores imprescindibles
Sin embargo, sí confirmó que en el inmueble asegurado desde septiembre de 2024 por la Guardia Nacional, se localizaron restos humanos. Pero nadie, ninguna autoridad local, estatal o federal se dio cuenta de las atrocidades que ahí se cometían, lo que nos lleva a pensar que hubo silencio y complicidad.
El fiscal federal se sorprende de que ninguna autoridad se haya dado cuenta, cuando desde 2012 colectivos de búsqueda denunciaban que el Rancho Izaguirre era utilizado por el CJNG como campo de exterminio y cementerio clandestino. Por fortuna ha sido gracias a Guerreros Buscadores de Jalisco que sabemos la terrible realidad de la que las autoridades no estaban enteradas.
Los colectivos de las madres buscadoras ya no pueden ni deben ser invisibilizadas como en el pasado reciente. Los buscadores fueron injustamente rechazados, despreciados por el trabajo que no hacían las autoridades, sin recursos, padeciendo de la falta de empatía del poder político. Sus hallazgos se consideraban un cuestionamiento a las estrategias gubernamentales cuya efectividad se basaba en números o en detenciones, pero las redes ilícitas de los criminales no eran tocadas. Hoy la búsqueda de desaparecidos no puede prescindir de los colectivos buscadores, por el bien de México.
¿Ahora sí, va en serio la investigación de la FGR?
Las autoridades locales no dieron seguimiento a una declaración de una víctima, que la justicia local no cumplió con el debido registro e identificación de todo lo hallado, además que no se resguardó en forma adecuada el lugar, aseguró el fiscal Gertz. Mencionó que a seis meses después de que el inmueble fue intervenido por la GN y el caso quedó bajo responsabilidad de la Fiscalía de Jalisco, los servicios periciales locales aún no cuentan con un dictamen definitivo en el que se establezcan con precisión la antigüedad e identidad de los restos humanos encontrados.
El mismo miércoles de la conferencia de Gertz Manero, la Fiscalía de Jalisco “entregó todo el expediente del caso a la delegación de la FGR a fin de que atraiga la investigación” sobre el narcocampamento descubierto en Teuchitlán y propuso que se instale en conjunto con el gobierno federal una comisión de la verdad ¿la aceptará Gertz Manero? Bueno ahí tiene la FGR la información, vamos a esperar el manejo que se le dé.
Alejandro Gertz Manero, un político experimentado, cumplió bien en su papel de proteger al gobierno de Claudia Sheinbaum al encaminar, como quiso, la conferencia de prensa y acotar el problema al gobierno de Jalisco y a su fiscalía, la de Enrique Alfaro, hoy en España, enriquecido, tomando un curso para ser director técnico de fútbol, y la de Pablo Lemus.
Pero lo que muchos nos preguntamos es hasta dónde estarán dispuestas las autoridades a llegar con las investigaciones, serán capaces de hacer las cosas en serio, como dice Alejandro Gertz, y desmantelar las redes de complicidad, políticas y económicas, de los organismos criminales y esclarecer los secuestros y desapariciones forzadas.
Afirma la presidenta Sheinbaum Pardo que su gobierno no construye falsas verdades históricas, luego entonces tendrá que ir, en serio, a fondo del problema y cambiar la estrategia y el argumento del combate al crimen organizado, porque entonces la presión aumentará en lo interno y en la frontera norte del país. Mientras tanto México sigue siendo un gran cementerio.