Política Global

Putin y el poder sobre Donald Trump; agresivo con sus aliados; EU se dirige hacia el asilamiento

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Juan Barrera Barrera

Si algo quedó claro en la primera cumbre bilateral de las dos potencias en Helsinki del fin de semana pasado fue el hecho del poder que Vladimir Putin tiene sobre su homólogo estadounidense Donald Trump, quien se vio muy sumiso y blandengue ante la imponente presencia del mandatario ruso.

No fue el Trump majadero, agresivo, altanero, como se venía comportando en días anteriores. Con sus 28 aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue muy intolerante y amenazante en sus cuestionamientos por el presupuesto que destinan (2% del PIB) para gastos militares de defensa común y presiona para que se incremente al 4%.

Con sus socios de la Unión Europeael magnate neoyorquino ha iniciado una guerra comercial y acusa a la comunidad de ser enemiga de los Estados Unidos. Envalentonado, cual peleonero callejero, se muestra hostil contra Alemania por su dependencia energética de la Rusia de Putin y que por ello es un país débil. 

Donald Trump tiene dos años en la Casa Blanca y todavía no sabe lo que es el poder político y eso lo hace muy peligroso y pone en riesgo la estabilidad económica, política y militar global. Salió de gira y va repartiendo golpes a diestra y siniestra y sumando antipatías y enemigos como ningún presidente estadounidense.

Trump y el juego de atacar a sus aliados

En su visita al Reino Unido, Trump cuestionó a la primera ministra británica por el manejo de la negociación del Brexit para separarse de la Unión Europea pues haría un acuerdo comercial imposible con Estados Unidos. Y por si fuera poco, rompió el protocolo y caminó delante de la reina Isabel II. El resultado es que dejo un conflicto diplomático que intentó corregir como de costumbre acusando a la prensa de publicar fakenews.

También tuvo tiempo para arremeter contra el alcalde de Londres, SadiqKhan, de origen musulmán, por el “mal manejo” que ha hecho del terrorismo y de la inmigración. “Tienen ustedes un alcalde que ha hecho un trabajo terrible en Londres. Ha hecho un trabajo terrible”, habría dicho.

Pero el trato con sus socios occidentales contrasta sustancialmente cuando se ha sentado con dictadores y autócratas, como ha sido con sus pares de Corea del Norte, Kim Jong-un, con quien mantuvo un largo periodo de insultos y amenazas por las pruebas nucleares del coreano, y de Rusia, Vladimir Putin, con los cuales tuvo un comportamiento muy condescendiente, especialmente con el segundo.

El encuentro en Helsinki será uno de los peores momentos de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y vergonzoso para el pueblo estadounidense. Buena parte de la prensa internacional, hasta la más conservadora, arremetió en su contra por las polémicas palabras  en la conferencia de prensa que ambos líderes ofrecieron.

El lunes al término de la cumbre, el mandatario estadounidense descalificó a los servicios de inteligencia y seguridad de su país que investigan la trama rusa en las elecciones de 2016 para favorecer su candidatura y que perjudicó a la candidata demócrata, Hillary Clinton, y le otorgó mayor credibilidad a la versión de Putin: “Él acaba de decir que no fue Rusia…no veo ninguna razón por la cual sería. Tengo gran confianza en mi gente de inteligencia, pero les diré que el presidente Putin fue muy firme y poderoso al negarlo”, precisó Trump.

A pesar de que al día siguiente, como también es su costumbre, Trump intentó cambiar la versión negando sus declaraciones y aceptando la responsabilidad rusa en los ciberataques al equipo de campaña del Partido Demócrata, los medios de comunicación lo cuestionaron duramente, y al mismo tiempo desató la furia entre la clase política estadounidenses incluyendo a sus colegas republicanos, cuyas críticas van desde entreguista hasta traidor por aliarse con una potencia considerada enemiga de Estados Unidos.

Hacia el camino del aislamiento con apoyo de Putin

Durante la semana Donald Trump ha tratado de limpiar su imagen luego de esa trágica cumbre de Helsinki y su visita a varios países europeos, los cuales ya empiezan a verlo como el nuevo aliado de Vladimir Putin que ha hecho lo posible por dividir a la Unión Europea, desde la anexión de Crimea de Ucrania

El presidente Trump ha estado cambiando la correlación de fuerzas por el asunto de las “injustas” relaciones comerciales (él no distingue entre asuntos de defensa, de alianzas, de diplomacia o de relaciones internacionales, todo se reduce al tema de negocios) de las que según él su país ha sido objeto por sus socios occidentales, lo que está llevando a su país a un rápido aislamiento geoestratégico, lo que parece no importarle siempre y cuando termine imponiendo su criterio.

La reacción inmediata de la Unión Europea a la hostilidad del gobierno de Washington ha sido la de construir nuevas alianzas comerciales y geoestratégicas. Ha buscado un acercamiento con China, el otro enemigo comercial de Trump; hace unos días Bruselas firmó un acuerdo comercial con Japón, el mayor acuerdo suscrito por Bruselas.

En junio, el huésped de la Casa Blanca decidió abandonar el Grupo de los 7 (G-7) en medio de acusaciones públicas de “débil, dócil, blando y deshonesto” a su vecino y aliado primer ministro canadiense, Justin Trudeau. En Finlandia el multimillonario así estuvo ante el poderoso Vladimir Putin. El diario británico DailyMirrortituló su principal sobre la cumbre de una forma muy sugerente: “El perrito de Putin”. Muy humillante.