Política Global

El regreso de la maestra; el divorcio con Peña Nieto; ¿Elba Esther se echará a los brazos de AMLO?

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Juan Barrera Barrera

¿Tuvo algo que ver Andrés Manuel López Obrador en la liberación de Elba Esther Gordillo el mismo día y horas antes de que le otorgaran su constancia de mayoría como presidente electo? Es la pregunta que privará por mucho tiempo entre los analistas políticos y comentócratas, por el apoyo que sus familiares le otorgaron durante su campaña electoral.

López Obrador ya conocía la noticia y el miércoles 8 de agosto llegó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación preparado para evitar las preguntas incómodas de la prensa sobre la absolución de la controvertida maestra que pasó en la cárcel cinco años y medio, casi todo el sexenio de Enrique Peña Nieto.

AMLO Intentó pasar el acontecimiento como una mera coincidencia cuando recordó que ese día en que le entregaron su constancia también se conmemoraba la fecha de nacimiento del caudillo del sur, Emiliano Zapata, el mismo día en que la lideresa sindical había sido puesta en libertad y absuelta de los cargos de operación de recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, que se le habían imputado en febrero de 2013.

Para Ricardo Monreal, próximo líder de la bancada de Morena en el Senado, matizó como una “mala casualidad”, mientras que para la ex ministra Olga Sánchez Cordero, secretaría de Gobernación en ciernes, fue una “coincidencia histórica”. En entrevista radiofónica aseguró que Gordillo Morales sí merecía la liberación, pues ella había visto el expediente y le pareció endeble.

Para nadie es desconocido el desaseo, descuido e incompetencia, de las autoridades de la PGR cuando se trata de integrar carpetas de investigación, como tampoco es desconocido el uso político que se le otorga a esa instancia cuando se trata de castigar a los enemigos políticos de quienes detentan el poder y cuando se trata de encubrir a los leales.

A Elba Esther se le absolvió de esos cargos, no se le declaró inocente (se habla de casi 2 mil millones de pesos de los trabajadores de la educación que presuntamente ella dispuso sin el consentimiento de nadie, para eso ejercía el poder sindical), por eso su eficiente equipo de abogados se apresuró a tramitarle un amparo ante los rumores de que podría ser detenida por otros cargos.

Elba Esther y su divorcio con el PRI

La política chiapaneca dejo de ser funcional al PRI desde el 2004 cuando entró en conflicto con Roberto Madrazo, dirigente de ese instituto político y candidato a la presidencia de la República, y terminó convirtiéndose en un verdadero foco de inestabilidad al interior de las filas tricolores, que como lideresa de la bancada de su partido en la Cámara de Diputados tejía acuerdo en lo oscurito con el gobierno de Vicente Fox, de tal manera que durante su administración caminó de la mano de su esposa, Martha Sahagún.

Al mismo tiempo que profundizaba su encono con Madrazo y su grupo, ya había iniciado los pasos para la construcción de un nuevo partido político (el Panal). Después de perder la elección presidencial de 2006, el PRI decidió expulsarla, haciéndole el favor ya que en los hechos ya estaba fuera y la medida estatutaria fue vista como un acto de injusticia en contra de Gordillo Morales.

Como priísta traicionó a su partido cuando saboteó la candidatura de Madrazo Pintado y puso todo el aparato electoral magisterial que manejaba su yerno René Fujiguara en favor del candidato del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, a quien le cobró caro su apoyo, pues el panista le entregó el manejo de la educación básica a su otro yerno Fernando González, la dirección del ISSSTE y de la Lotería Nacional. Calderón gobernó de la mano de la máxima representante del gansterismo sindical mexicano, y al final de su sexenio Elba Esther sin rubor afirmó que gracias a ella el michoacano ganó la presidencia.

Era tal la estulticia y prepotencia de la maestra que por el poder político y económico que había adquirido que se daba el lujo de provocar, amenazar y retar al poder constituido, empezando por el presidente de la República. Realmente se sentía intocable. Gordillo Morales representaba a uno de los grupos de interés más poderosos del país. Tenía a Humberto Moreira, un leal operador político dirigente magisterial en Coahuila, como presidente nacional del PRI.

Elba Esther utilizó al SNTE el gremio más grande de Latinoamérica que agrupa a un millón 300 mil afiliados, para sus intereses personales y familiares, para lo cual ya tenía el control casi total de las secciones estatales que le permitió reformar los estatutos para crearse para sí la figura de presidenta del SNTE, ampliar el tiempo en la conducción del sindicato y mantener su base de poder sindical y económico por el flujo de dinero que pasa por las arcas del sindicato.

Previo a las elecciones de 2012, Moreira Valdés había establecido un acuerdo entre el PRI y el Panal (muy ventajoso para el clan Gordillo Morales), pero la alianza se rompió en enero de ese año, ya con Pedro Joaquín Coldwell como dirigente nacional del tricolor, por el costo-beneficio que representaba el reparto de candidaturas a diputados y senadores y el divisionismo que provocaría entre los priístas. El PRI y Peña Nieto fueron en alianza con el Partido Verde y el Panal contendió en solitario.

De regreso a la política ¿de la mano protectora de AMLO?

Pero llegó el momento de las reformas estructurales del gobierno de Peña Nieto, una de las cuales, la educativa, era de las más demandadas, a pesar de que su operación y aplicación fue un desastre. Entonces vino el encontronazo con Gordillo Morales, ya que la lideresa sintió que las modificaciones atentaban contra sus intereses porque le quitaban el manejo de las plazas, entre otras razones.

Como es ampliamente conocido la maestra Gordillo se opuso férreamente a la reforma, asumió la medida como un agravio personal, se radicalizó, se engalló, perdió la dimensión de la realidad, se convirtió en el principal obstáculo para la reforma educativa y…llegó el golpe político y su eventual encierro penitenciario desde febrero de 2013.

EEG ha sido una de las personas más poderosas de México, cuyo poder creció a partir de 1989 cuando llegó a la dirigente nacional del SNTE, apoyada por Carlos Salinas de Gortari, a propuesta de su operador político Manuel Camacho Solís. Creció al amparo del poder del Estado y se convirtió en una Frankeinstein (recuérdese el caso similar del líder petrolero Joaquín Hernández “La Quina”) y que solo el aparato estatal podría destruir.

Líderes sindicales del tipo de Elba Esther fincaron su poder gracias a las cuotas de poder que compartieron con el PRI y los gobiernos en turno, pero la maestra reforzó su poder también con las dos administraciones panistas: de Vicente Fox y Felipe Calderón. Es muy hábil políticamente y se alía con el mejor postor.

La absolución de Gordillo Morales se ha visto como una derrota de Peña Nieto en el ocaso de su gobierno. La maestra anunció que el próximo lunes 20 de agosto convocará a los medios de comunicación para dar a conocer su opinión y posición sobre los sucesos relativos a su situación.

¿Anunciará Elba Esther su regreso a la política activa? ¿Acusará a Peña Nieto de haber tratado de destruirla políticamente? ¿El presidente ordenó su liberación para dejarle el problema a su sucesor? ¿Informará que retomará las riendas del SNTE? ¿Hará un posicionamiento público de apoyo a López Obrador?