Juan Barrera Barrera
El gobierno del socialista Pedro Sánchez no pudo, tampoco mostró capacidad de gobernar a una España que lleva algunos años en la inestabilidad política, mismo motivo que le costó el cargo a Mariano Rajoy y al haber sido sometido a una moción de censura, histórica, por el Partido Socialista Obrero Español, que este miércoles sufrió una derrota al votar en contra el Congreso de los Diputados el proyecto de presupuestos del Estado 2019 de Pedro Sánchez, por lo que deberá convocar a elecciones.
La caída escandalosa que el PSOE registró en las elecciones regionales en Andalucía a principios del mes de diciembre, en las que las derechas participaron en alianza, fue como una premonición de la crisis política que enfrentaría un mes después el presidente del gobierno español.
La crisis del PSOE
Andalucía era una región autonómica emblemática para el PSOE, su último y único bastión político, que gobernaba en forma ininterrumpida desde hacía 36 años y ahora está a punto de quedar fuera de la Junta. A pesar de que ganó las elecciones parlamentarias perdió 14 escaños con respecto a 2015 y logró solo 33 muy lejos de la mayoría absoluta (55) para seguir gobernando.
Ni siquiera con la Alianza Andalucía (coalición entre las izquierdas Podemos e Izquierda Unida) que apenas obtuvo 17 bancas de las 20 a las que aspiraba. El Partido Popular, la otra fuerza política tradicional, también cayó en su votación pero obtuvo 26 diputados y su par derechista Ciudadanos 21.
En este realineamiento electoral la sorpresa la dio la irrupción en España de la ultraderecha con Vox (que basó su campaña muy agresiva en el tema antiinmigratorio y el procés soberanista catalán) que con sus 12 escaños se convierte en el partido bisagra, pues con el Popular y Ciudadanos es posible que hagan mayoría y echen también a la socialista Susana Díaz y al PSOE del poder andaluz.
Este vuelco político histórico en Andalucía seguramente afectará, ya la está afectando, al resto de la geografía política española. La participación de la ultraderecha se viene a sumar a la ola de movimientos y partidos antiinmigración y antifeministas que recorre buena parte de Europa, que explotan continuamente esos temas con impacto positivo para su agenda, lo que ya no es sorpresivo.
Alianza ¿antinatura? de derechas e independentistas
En España, este domingo, las derechas unidas (PP y Ciudadanos) con la nueva ultraderecha (Vox) dieron una demostración de fuerza en la plaza Colón en contra del gobierno socialista de Pedro Sánchez a quien acusaron de traición por negociar, con los independentistas de Cataluña su agenda de 21 puntos, que concretamente reclaman un referéndum de autodeterminación a cambio de su apoyo a la aprobación de los presupuestos del Estado. Sánchez respondió que él trabajaba por la unidad de España, para unir a los españoles y no para enfrentarlos, mediante el diálogo y la negociación.
Pero el viernes el gobierno había roto las negociaciones con los catalanes a través de la vicepresidenta, Carmen Calvo, quien argumentó que el límite es el derecho a la autodeterminación, retórica central que utilizaron las derechas a sabiendas que no había habido acuerdos. Sánchez recordó, concretamente al Partido Popular su deslealtad, pues cuando era gobierno siempre estuvo del lado de la unidad, a pesar de que el PP fue responsable de haber llevado la crisis catalana a los extremos.
El PSOE se encuentra en medio de los extremos ideológicos. Derechas, extrema derecha e independentistas hacen causan común contra los presupuestos del Estado y fuerzan las elecciones. Los aliados del PSOE (Ciudadanos e independentistas catalanes) que hicieron posible la moción de censura para renunciar a Rajoy, ahora son enemigos.
Este miércoles el Congreso de los Diputados rechazó el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2019. Las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos fueron aprobadas por 191 votos a favor contra 158 en contra y una abstención, las cuales fueron presentadas por el PP, Ciudadanos, ERC (Esquerra Republicana), PdeCat (Partido Demócrata Catalán) Foro Asturias y Coalición Canarias, a los que se sumaron otros formaciones pequeñas. La mayoría parlamentaria quedó rota y ahora Sánchez debe convocar a elecciones este viernes.
El momento político de las derechas
La derecha española, especialmente Ciudadanos, festinan la derrota de Sánchez y se frotan las manos para presentarse, cuanto antes posible, a las elecciones. Su dirigente, Alberto Rivera, desborda triunfalismo y se ve ya ocupando La Moncloa. Demasiada arrogancia. Es muy pronto para echar campanas al vuelo.
Las derechas españolas viven su momento político, cuánto tiempo les durará el gusto en un ambiente político convulso. Los partidos independentistas catalanes más temprano que tarde sufrirán los embates de la nueva ultraderecha. Con el PSOE se podía por lo menos sentarse a dialogar, pero no con las derechas.
El juicio contra los 12 secesionistas catalanes arrancó este martes, esa será la prueba de fuego. El tribunal busca juzgarlos por rebelión y las derechas arremeten. Vox, le hace honor a sus posiciones extremas y ultras, agrega otro delito a los acusados a los que se refiere como golpistas: organización criminal. Pablo Casados, líder del PP (el ”voto útil”) compara a la organización separatista vasca ETA con los independentistas catalanes. En la parada electoral habrá fuertes encontronazos.
