Ciudad de México.- La respuesta de las políticas fiscales está jugando un rol crítico en limitar los efectos de las medidas de confinamiento por el COVID-19, lo cual debe seguir mientras los gobiernos buscan apoyar a los hogares y los negocios, proteger el empleo y lograr la recuperación económica tras la pandemia global, indicó la OCDE.
A través del análisis “Tax and fiscal policy in response to the Coronavirus Crisis”, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos hizo énfasis en cómo las medidas fiscales y tributarias tomadas por las distintas naciones pueden reducir el impacto del confinamiento continuo.
Aunado a ello, el reporte destaca el papel de estas políticas en la subsecuente recuperación económica de los países, pero subraya que serán necesarias mayores reformas para preparar la restauración de las finanzas públicas.
El texto presentado hoy durante la reunión virtual de los ministros de finanzas del G20 insiste en que, pese a que varios gobiernos han presentado acciones veloces, extensas y sin precedentes en esta situación, siguen habiendo desafíos significativos como el desarrollo de apoyos específicos para los sistemas de salud.
El secretario general del organismo, Angel Gurría, comentó que las políticas tributarias han sido sólidas y bien enfocadas en proveer liquidez, lo cual ha ayudado a mantener la confianza durante la contingencia.
Entre las medidas destacadas por la OCDE para el mantenimiento del flujo de efectivo en los negocios se encuentran las prórrogas para las declaraciones de impuestos, la aceleración de los procesos de reembolsos de impuestos y ciertas exenciones fiscales.
El reporte concluye señalando que, tras la crisis, será apremiante atender desafíos fiscales como la digitalización de la economía y el asegurar que empresas multinacionales paguen un nivel mínimo de impuestos, ya que estos pueden proveer de nuevos ímpetus a los esfuerzos para lograr acuerdos internacionales.