Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que sí es posible alcanzar un crecimiento de cuatro por ciento en términos económicos, como se indica en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que recientemente envió su gobierno a la Cámara de Diputados.
Afirmó que «hay ánimo» para lograr esta meta; hay disposición de los gobernadores, de los empresarios representados por Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), e incluso -comentó- lo ha dicho Carlos Slim, «es posible crecer cuatro por ciento».
López Obrador explicó que el proyecto alternativo económico que impulsa su administración está basado en tres ejes: cero corrupción y austeridad en aras de un mayor crecimiento; apoyo a la economía desde abajo, y promoción del desarrollo, estrategias que permitirán un crecimiento económico sano de hasta cuatro por ciento.
Recordó que ya se ha logrado en el pasado, «desde los años 30 hasta los 80 del siglo pasado, crecimos en promedio al cinco por ciento y durante el periodo de 12 años en que Antonio Ortiz Mena fue secretario de Hacienda, en los gobiernos de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, el crecimiento promedio fue de siete por ciento, en lo que se llamó el ‘milagro mexicano'», subrayó.
«Es decir, sí es posible la meta de crecimiento del cuatro por ciento», insistió el mandatario federal durante su tradicional conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
Dio a conocer que recibió una carta del fundador, presidente y director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink -que ofreció dar a conocer a los medios de comunicación-, en la que le informa de su interés de que México sea sede una convención de inversionistas extranjeros.
«Esto demuestra que hay un buen ambiente en el país, hay confianza en México, creo que se debe en mucho a lo que estamos haciendo. Hacer valer el Estado de derecho, y a que saben que no se va a permitir la corrupción en el país, porque eso generaba mucho la desconfianza», indicó.
Además, antes se hablaba de que no había reglas claras y piso parejo para todos los inversionistas, que siempre había empresas predilectas que se llevaban todo. «Ya no hay favoritismo», observó el primer mandatario.
En este sentido, remarcó que la moneda «está muy fuerte, no hay depreciación, al contrario, este mes se fortaleció nuestro peso», insistió.
Entonces, remarcó, «estamos tranquilos, va a crecer la economía, desde luego no podemos estar todos de acuerdo, sería muy aburrida la vida si todos estamos de acuerdo, no puede ser así y extraño sería vivir como una dictadura, tiene que haber crítica, tiene que haber oposición».
Al abundar sobre la relación que existe con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), expuso que «podríamos firmar el acuerdo (por la paz y la concordia), pero en los hechos hay muy buena relación con gobernadores, empresarios, líderes sindicales. Tenemos muy buena relación con todos y estamos armonizando, buscando la reconciliación entre todos».
Hay, añadió, un ambiente de colaboración, de cooperación, de ayuda distinta a lo que quisieran nuestros adversarios o lo que se plantea en el discurso político, «como es legítimo, natural».
Reiteró que su gobierno no descalificará las críticas, dado que la democracia es pluralidad, es discrepancia, no puede haber pensamiento único.