Prometeo

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Los grandes retos para el sector financiero mexicano en 2020 y 2021

Mario Sandoval (*)

El efecto inmediato que tendrá en las entidades financieras que operan en México, es revisar con atención y cuidado sus portafolios tanto de captación (depósitos a la vista e inversiones), como de crédito (consumo, hipotecario, empresarial corporativo, entidades financieras y Gobiernos Estatales y municipales).

El efecto de la disminución en los ingresos y el incremento de gastos preventivos de las grandes compañías (FEMSA, AEROMEXICO, ALSEA, WALMART, SORIANA, por citar a algunas), provoca obligadamente un reajuste operativo de eficiencia, tanto en gastos de administración, como de personal. Ese mismo efecto se traslada a las MIPYMES. Así las cosas, los recursos de captación disminuyen ante la falta de actividad económica y austeridad obligada.

El ciclo de flujos de dinero de actividad directa productiva disminuye, desde la gran empresa hasta el local del mercado público o la pequeña empresa familiar. Si bien las remesas siguen siendo un gran apoyo en el consumo y el ahorro, son solo ingresos que no provienen de nuestra actividad productiva directa, sino de mexicanos en el exterior que apoyan a sus familias, son recursos muy importantes de apoyo, pero no la solución.

En consecuencia, la capacidad de pago de empresas y personas se ve ajustada, esto nos hace la pregunta necesaria, ¿de sí es un buen momento para comprar una casa con un crédito hipotecario o un automóvil?; para los responsables de producto de algunas instituciones financieras, dirán que sí, sin embargo, habría que preguntarles a sus áreas de recuperación si todo es maravilloso y cuanto se tardan en recuperar una hipoteca que les cae en cartera vencida administrativa y peor aún si cae en proceso judicial.

Cada 10 años en promedio, a veces un poco menos o un poco más, tenemos crisis financieras en México después de 1975 a la fecha, así fue 1982, 1985, 1995, 2009 y la actual. Para perfiles amarillistas de diversos medios y columnistas, la que viven hoy es la peor de todas las batallas, hasta que les llega la siguiente.

Estas crisis que, si bien tenían relación indirecta con el exterior (precios del petróleo, epidemias, guerras comerciales, nunca falta algo), a ello se agrega el perfil especulativo tradicional en base a rumores, deficientes procesos de control en el gasto gubernamental y endeudamiento en moneda extranjera y la falta de certidumbre del estado de derecho mexicano. Lo cual genera acciones defensivas validas legalmente y otras que son abusos en el uso de las herramientas litigiosas.

Si bien en la actual administración, no hay nuevos créditos, lo cual es una buena señal de responsabilidad pública, la herencia previa de mega deudas y rescates por anteriores administraciones, dejan poco margen de maniobra en políticas públicas, algunos añoran los modelos privatizadores en ganga, aparentando que son grandes y buenas negociaciones y que solo han beneficiado a muy pocos. La deuda contraída en administraciones anteriores en moneda extranjera es muy alta, se actualiza su valor hacia el alza por el tipo de cambio.

Por lo que la deuda gubernamental incluyendo a PEMEX y CFE, nos ubica en que el gasto del servicio de deuda crecerá a niveles del 60% del PIB, por lo que, si no crecemos en actividades productivas, ese gasto equivale financieramente a la hipertensión y diabetes juntas sobre la economía y con un aparato burocrático que sigue siendo obeso y poco eficiente, más un nivel de informalidad superior al 50% de la población económicamente activa.

La mejor opción es enfocarse al crédito productivo para las MIPYMES, ahí es en dónde las entidades financieras públicas y privadas deben generar su análisis y estrategias, la actividad productiva es el detonador, genera la creatividad y promueve la competencia, dinamizar la esfera del negocio productivo, con la innovación de modelos de análisis de riesgo más eficientes y con coberturas territoriales que apoyen el proceso del TMEC, incluso tiene este un particular interés en las MIPYMES de los tres países. México tiene un alto potencial en este acuerdo.

El área de riesgo de las entidades financieras, deben aplicar para calificar a las medianas y grandes empresas el CAMEL FINANCIERO, que son las siglas en inglés CAPITAL, ASSET, MANAGEMENT, EARNING AND LIQUIDITY, que en español mexicano es la calidad del capital ( origen y compromiso de los socios), administración de los activos y pasivos, capacidad gerencial, utilidades y liquidez. Esa información proviene de siete fuentes: Estados financieros, Proyecciones de flujo de caja, amortización de cartera, fuentes de financiación, equipo gerencial y entorno macroeconómico. El tema es más técnico e interesante así que hay mucho material de estudio para los interesados en la rama financiera.

Sin embargo, para las Micro y Pequeñas Empresas, así como las Personas Físicas con Actividad Empresarial, se debe aplicar La Santísima Trinidad del Crédito, que los Banqueros Mexicanos de la prehistoria nos heredaron a los Banqueros de la Generación X. Ese concepto se traduce en Solvencia Moral (Buro de Crédito y Buro Legal), Capacidad de Pago (Fuentes de Ingreso comprobables; estados de cuenta y declaraciones al SAT) y Solvencia Económica (Patrimonio, bienes y en su caso avales y deudores solidarios). Se puede leer muy santurrón el asunto, pero tiene su técnica y aplicación, pero sí que funciona y no es apto para menores. Es de la Escuela Mexicana de Financieros probados en los negocios de verdad en cada región del país.

Un tema muy especial que afecta la certeza de recuperación de crédito o financiamiento, es el terrible y deficiente procedimiento judicial en nuestro país, en donde un proveedor, o un acreedor financiero, una vez que entran en el proceso judicial tardan años en tener una sentencia en firme o cosa juzgada y para ejecutar por ejemplo una garantía hipotecaria son mínimo 7 años en proceso completo la media en México eso es patético y desmotiva el negocio serio en materia de financiamiento.

Urge acelerar el proceso judicial, no solo con tecnología, sino con compromiso y profesionalismo de Jueces, Secretarios de Acuerdo, Actuarios y Proyectistas en los juzgados. Hoy no están a la altura de las necesidades y si no pueden o no quieren, con sus sobados argumentos de excesivas cargas de trabajo o la supuesta imparcialidad a las partes, si se tardan tanto los asuntos en resolverse conforme a derecho, es que no están haciendo un buen trabajo en general en materia civil y mercantil.

Esto es que por ejemplo las autoridades financieras, nos obligan a los intermediarios a aplicar criterios de reservas preventivas muy altas en concordancia con BASILEA III, pero a diferencia de los europeos o de los americanos, canadienses y hasta los sudamericanos, no se hace nada por acelerar los procesos judiciales y no se trata de beneficiar a los acreedores, se trata de dar certeza jurídica y que no se expongan los recursos de terceros y se generen quiebras por la ineficiencia procesal que existe en todos los estados de la República Mexicana en sus respectivos Tribunales Superiores de Justicia. Esa es la razón por la que se presta mucho en consumo (nomina, tarjetas de crédito y personales) se fomenta el consumismo innecesario, altas tasas de interés, en donde los malos clientes, son subsidiados por los que si pagan. De esa forma no se reactiva la economía productiva de volumen con el crédito.

Es correcto defender los derechos humanos de los deudores, de igual manera es defender los derechos humanos de los acreedores. En tanto esto no se haga, la participación de crédito en México seguirá siendo del orden del 30% del PIB y muy lejos de las economías que se han puesto a hacer su trabajo procesal judicial, dejando la burocracia y el olimpo judicial y acercando el derecho en acción a los ciudadanos.

Agustín Legorreta, su legado

En este mes de julio, el próximo día 29, es el primer aniversario luctuoso de Agustín F. Legorreta Chauvet, quien fuera el Presidente del Consejo de Administración del Banco Nacional de México. La Institución cambio su nombre y hoy es parte de Citigroup.

En su momento BANAMEX, El Banco Nacional de México, fue motor económico de México, un país que necesitaba de inversiones productivas, que generó fuentes de empleo y desarrollo a muchas empresas pequeñas, medianas, grandes que fueron exitosas en todo el país. Tiempo después a través de Casa de Bolsa Inverlat, adquirió a Multibanco Comermex e intentó hacerlo crecer (lo tuvo en el cuarto lugar nacional) e incluso fue un actor clave que promovió una posible fusión con SERFIN y sin duda de haberlo logrado, el mapa bancario en México sería muy distinto, pero no tuvo el tiempo y los recursos económicos a su favor.

Un Hombre de su tiempo, protagonista, líder empresarial, polémico o limitado para otros. Pero sin duda un hombre que aportó recursos y talento al México financiero, respetado por muchos más que sus críticos y al cual agradezco por todo lo que generó en muchos banqueros mexicanos y por el valor agregado que nos dejó, así como el amor por el México Bueno y como lo decía la Familia Legorreta en tres generaciones de Banqueros del mismo apellido, TODO LO QUE ES BUENO PARA MEXICO, ES BUENO PARA BANAMEX.

(*) CEO FISAN SOFOM ENR
Ex Presidente Nacional AMFE
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