Prometeo

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Un sector financiero sobrerregulado y concentrado en muy pocos en México

Mario Sandoval Chávez

Nuestro país cuenta con una oferta diversificada de figuras financieras al nivel de los países desarrollados: Bancos, Sofomes, Uniones de Crédito, Sofipos, Fintech, Casas de Bolsa, Fondos de Inversión, Casas de Cambio, Sociedades cooperativas de ahorro y préstamo, Banca de Desarrollo, Aseguradoras y afianzadoras, Sociedades de información crediticia, entre varias figuras más, lo cual refleja un sofisticado sistema financiero. Este se puede consultar a detalle en el CASFIM Catálogo del Sistema Financiero Mexicano | Secretaría de Hacienda y Crédito Público | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx)

Haremos un breve repaso genérico por algunos sectores que en mi opinión son clave para detonar la economía mexicana y que han sido desaprovechados, por una excesiva regulación, deficiente supervisión, generadas por décadas por la improvisación y afinidad grupal de funcionarios en el sector financiero público, así hemos tenido genios y gurús financieros que han señalado que la desregulación sería un oasis para el sector financiero mexicano ( claro a su conveniencia particular), pero a la vez posteriormente imponen medidas de control, que no son consultadas o razonadas, que generan trabajos internos y a su vez sanciones por incumplimiento que se ejecutan con multas diversas con singular alegría a través del SAT.

Así tenemos paladines en la CNBV que han implementado la certificación en PLD (prevención de lavado de dinero) más compleja a nivel de países miembros de la OCDE. Solo 3 de cada 10 pasan el examen, con total opacidad del resultado. Parece que la intención es esa, que reprueben la certificación la mayoría de los participantes, cada año hacen modificaciones al respecto para complicar la existencia a los intermediarios. Luego tenemos a la Condusef otro paladín de la sobrerregulación con su sistema de quejas que parece más una orientación para como promover quejas con elementos mínimos de validación, ahora tiene implementado el PUR (Portal Único de Registros) para registrar y notificar vía electrónica a todos los intermediarios financieros el cual ha sido un desastre para la validación en línea, ampliando plazos para corregir sus deficiencias.

No es por desearle el mal a nadie pero me gustaría ver aplicando el examen actual del PLD de 132 reactivos similar a un examen profesional al presidente de la CNBV o dar de alta en sistema el PUR al presidente de la Condusef. Deberían predicar con el ejemplo y solitos sin toda la infraestructura alrededor de ellos y con validación de su firma electrónica, que solo consulten su manual por ellos elaborados y sin contestación a correos o los teléfonos que están para apoyo, que tengan esa bonita experiencia y retroalimenten al sector financiero.

A pesar de nuestros antecedentes de más de 150 años como mercado financiero formal, éste no logra ser el detonador que la economía mexicana espera. Si bien los 50 Bancos autorizados actualmente concentran y administran la mayor parte del negocio financiero, este negocio está concentrado en 4 grandes Bancos (BBVA, Santander, Citi y Banorte) con el 80% del negocio, tres de ellos de capital extranjero. Son muy rentables por el cobro de comisiones, muy por encima de los estándares internacionales, el amplio margen que tienen por sus tasas de interés (lo que pagan y lo que cobran) de los más altos márgenes a nivel mundial y su enfoque concentrado a negocios de bajo riesgo y monopolizado por decirlo de alguna forma en consumo, hipotecas residenciales y crédito corporativo.

Por otra parte, una aparente mayor dinámica de opciones financieras con alternativas más creativas que la banca tradicional, ha provocado diversas expectativas en materia de pagos electrónicos, captación y crédito. La tecnología y sistematización de procesos permite la activación de cuentas con aplicaciones novedosa en línea para débito o bien de generar crédito al consumo principalmente. La realidad es que los usuarios de servicios financieros, han migrado de manera consistente a los servicios en línea, buscando alejarse del mal servicio operativo en sucursales, incentivado por la pandemia y por la aceleración tecnológica que esta misma activó.

Al mes de octubre de 2022 hay 40 Fintech autorizadas bajo el amparo de la Ley Fintech, a poco más de 4 años de la Ley Fintech se han orientado al pago electrónico y al fondeo colectivo. Luego entonces sigue siendo un discreto sector en número y participación al que hay dar seguimiento y supervisión en especial en Prevención de Lavado de Dinero (PLD). Hay poca o nula información estadística y de las 37 que están autorizadas legalmente para operar en México se desconocen sus principales indicadores financieros, así como otros datos relevantes de quienes están detrás de esas empresas de tecnología financiera, pues son pocas entidades y con diferentes objetos de negocio que las hacen poco comparables.

México avanzó más rápido en Latinoamérica en una ley Fintech y el potencial de mercado mexicano en diferentes estratos de negocio es diversificado y atractivo, en especial por remesas (pagos electrónicos) y el fondeo colectivo. La única fuente oficial del sector financiero es el CASFIM, que es el catalogo del sistema financiero mexicano, el que está ahí, forma parte del mismo, el que no esté en ese catálogo es una entidad no reconocida para la SHCP como parte del sector financiero mexicano. De este grupo de Fintech autorizadas hay dos que son las que destacan por su marca de respaldo e imagen corporativa: Mercado Libre y OXXO. Las cuales se enfocan al mercado de pagos y trasferencias principalmente y el débito con tarjetas plásticas o electrónicas. Esta última será dominante en el sector por su red de tiendas que supera los 20 mil puntos de atención.

La figura de las Sofomes que, con la situación financiera pública actual de intermediarios como Crédito Real, Unifin o Alphacredit, ha generado incertidumbre en un sector que con 16 años de existencia no ha podido consolidarse por diferentes razones. Son entidades financieras dedicadas al otorgamiento del crédito, arrendamiento y factoraje, no pueden captar recursos del público en general. Hay dos tipos de Sofomes, las identificadas como ER, que son aquellas que tiene un vínculo con un Banco o participan en el mercado de valores y las ENR, que son independientes o no vinculadas. Al mes de octubre se reportan en el portal de Condusef 1580 ENR y 47 ENR, un total de 1627, de las cuales activas no hay más de 700. Este sector cuenta con diversas asociaciones por todas partes que se dicen representarlas y en consecuencia no hay elementos de información confiables de su desempeño pues no hay estadística homogénea. El antecedente de las Sofomes fueron las SOFOLES, figura creada en 1994 con el TLC, esta figura no llegó a más de 80 entidades autorizadas y sus resultados fueron mayormente positivos por ser supervisadas y reguladas bajo un número controlable y ordenado. Es decir más número de entidades no fue mejor.

En el caso de Uniones de Crédito hay 33 autorizadas, clasificadas por 3 niveles: El nivel 1 realiza operaciones tradicionales de captación; el nivel 2 adicional a ello realiza arrendamiento financiero, factoraje y el nivel 3 adicional a los anteriores puede llevar a cabo fideicomisos de garantía. Las Uniones de Crédito tienen como objeto facilitar el acceso a crédito e inversión a sus socios en condiciones favorables de mercado, su capital se integra por las aportaciones de sus socios los cuales pueden ser personas morales y personas físicas con actividad empresarial.

Por otra parte, existen a septiembre de 2022, 46 Sociedades Financieras Populares y 1 Sociedad Financiera Comunitaria, son entidades orientadas a las microfinanzas, pueden captar y recibir depósitos, recibir y otorgar préstamos, recibir transferencias, pagos de servicios y distribuir seguros. Es una figura financiera muy interesante para las microfinanzas, pero que en nuestro país se le ha distorsionado y ha permitido que haga funciones de banca tradicional, lo cual ha generado eventos como Ficrea o que Bancos extranjeros entren con esa figura a competir y desvirtuar la figura de las Sofipos orientado a finanzas populares.

La Banca de Desarrollo no ha sido un aliado para el sector financiero no bancario, los que llegan a tener apoyo se les requiere de criterios de medición en base la contabilidad bancaria, con la Circular Única de Bancos de la CNBV, por lo que esas exigencias limitan el acceso al fondeo de la Banca de Desarrollo. Generando que las Sofomes se orienten mayormente a créditos de consumo (nómina y personales), otra parte a hipotecario (créditos puente y créditos individuales), los menos a sectores de agro negocios y pymes, cuando podría ser un actor relevante en el negocio y un socio estratégico para Bancos y la propia Banca de Desarrollo en crédito productivo.

Los mercados financieros desarrollados estimulan el crédito productivo de manera intensa, así Japón, USA, Alemania, Francia, China, Corea y Canadá en especial enfocan el financiamiento a sectores productivos, desde luego que el crédito al consumo es factor y es un gran negocio, pero no tan concentrado como sucede en México. El nefasto estado de derecho con su tortuguismo procesal, autonomía mal enfocada y corrupción interna inhibe el crédito productivo, el que genera empleos formales e inversión. Ahí están los hechos el financiamiento productivo enfocado a empresas no es mayor al 1% del PIB. Han pasado neoliberales y ahora los buenos y honestos, pero nada más que las cosas son muy similares en el sector financiero desde hace más de 30 años que dejamos de ser un país con motor en el financiamiento al sector empresarial. De repente hacemos algo bien o medianamente bien en el sector y luego la sobrerregulación y los excesos terminan por ser una carga y mayores costos.

México requiere un sector financiero sólido y robusto, que haya dialogo con las autoridades financieras, evitar la improvisación y la especulación, tanto para la banca como para los no bancarios. El espacio financiero se impulsa con la tecnología y los canales de corresponsalía, hay que integrarlos en una red eficiente, la tecnología y la digitalización, permitirán llegar a la inclusión financiera y atender necesidades de crédito y deposito. La sobrerregulación ha sido negativa en México y no hace competitivo al sector financiero en general.

CEO FISAN SOFOM ENR
Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios.
Ex Presidente Nacional AMFE
[email protected]
@MarioSanFisan