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Los indicadores macroeconómicos y el nearshoring

Mario Sandoval

El tema de la inflación para México el último dato de 7.62% y una expectativa de crecimiento en niveles del 2%, la primera ha sido y será un reto importante para el ciudadano común que observa el efecto en su bolsillo en productos básicos. Por el lado del crecimiento está focalizado en la exportación y en sectores de manufactura y no necesariamente en todas las regiones del país.

La tasa de referencia en niveles del 11% es factor para tener cetes a 28 días a 11.19% y la TIIE a 28 días 11.31%. La primera es referencia para inversión y la segunda para crédito. La diferencia en términos reales entre la inflación y las tasas para ahorrar y pedir prestado. Generan buenos rendimientos para altos patrimonios y altos costos financieros en especial al crédito al consumo con tasas anuales superiores al 100% anual.

El tipo de cambio en niveles de 18.40 pesos por dólar ha dado comentarios diversos. En ello influye también el diferencial de México y la tasa de referencia e inflación en USA que le han dado a la moneda mexicana esa ruta de recuperación y al parecer será así varios meses más por la situación en USA. Ello además de las remesas y que las reservas internacionales superiores a los 200 mil millones de dólares.

México ha intentado generar medidas de contención económica para la inflación en especial en productos básicos y reorientar el consumo a productos nacionales y en las exportaciones acelerar el contenido de integración nacional.

Sin embargo los avances son modestos, la productividad y competitividad son irregulares por citar el ejemplo del maíz. En el norte y centro hay grandes superficies de riego y el sur de temporal. La productividad por hectárea sembrada de maíz es de 12 toneladas producidas promedio y en sur de 4 toneladas. Esos contrastes son factor en precios y abasto.

El crecimiento económico que hemos observado ha sido más como efecto del reacomodo de proveedurías y suministros en USA, destacando el sector automotriz. Por lo tanto a pesar de las diversas posturas en materia de inversión en México en especial el sector energético, el país tuvo un crecimiento económico en el PIB a niveles del 3% en 2022 y para este 2023 la tendencia de los primeros meses son positivas.

Esto es que a pesar de la actitud belicosa de las tandas mañaneras, la inversión extranjera directa llega de manera relevante. Más de 36 mil millones de dólares, de los cuales el 70% se concentra en 10 entidades (metropolitana y el norte los que más destacan) en tanto otras 22 entidades ni logran atraer esa inversión para adquisición o inversión en activos.

La infraestructura y logística del norte y centro son diferenciadores clave, además de la inversión y desarrollo de capital humano. Esta administración ha hecho esfuerzos para darle atención al sur en infraestructura y de inversión pública. Pero esos efectos no se verán en el corto plazo sino hay un plan estratégico de largo plazo para dar conectividad y desarrollo sostenido. Según especialistas en infraestructura hay un rezago de 20 años del Sur con respecto al Norte.

Seis años para un gobierno son poco tiempo y si bien se atiende una agenda y clientela política afines, se debe gobernar para todos. La retórica de adversarios propios y foráneos de cada semana, son distractores de las verdaderas adversidades.

Cada gobierno debe tener como verdadero objetivo a disminuir con métricas medibles y públicas en materia de PIB per cápita, infraestructura, salud, educación y justicia. Se necesita inversión privada y pública y la primera es la que genera empleos de volumen y fijos, estar en la arena pública cada día, desgasta y solo polariza la opinión pública.

El TMEC y sus diversos estímulos han sido la diferencia para darle a México su segundo mexican moment, si bien hay diferencias en maíz y energía en puerta, se debe resolver con inteligencia de negocios y no argumentos cerrados localistas. La ventaja en la negociación la tienen USA y Canadá. Así que hay bordar fino y ahí sí creo de manera personal que será la SRE quién resuelva las polémicas comerciales, cómo ha pasado con la renovación del mismo TMEC.

Los programas sociales, pueden contener por un rato a la población menos favorecida del país, sin embargo, una escalada inflacionaria afectará y no se ha generado política pública para disminuir de manera progresiva la economía informal del 60%. Si los programas sociales no están respaldados por fuentes de generación privada y formal, serán agujeros negros como ha pasado con las pensiones de paraestatales y organismos públicos. O se vuelven parte de la solución o seguirán siendo parte del problema.

Cuanto mayor crece el PIB de un país, mayor es su capacidad económica para generar empleo e inversión. El factor de la informalidad y el uso intensivo de efectivo, no suma, resta, da estabilidad estacional que puede ser larga, pero es una cuerda que ya se agota, porque es un subsidio que pagamos todos, al generar crecimiento estabilizamos inflación y precios.

El sector financiero público y privado, deben enfocarse a colocar crédito productivo. El crédito al consumo, la nómina, personales y la elite de crédito hipotecario son rentables para las instituciones financieras, hay derrama en consumo, pero muy concentrada y eso no genera productividad cíclica. En la próxima Convención Bancaria se dirá que hay crédito, pero no está enfocado al productivo sino a consumo.

Por ello las MIPYMES son clave, no solo al factoraje y arrendamiento. Sino a generar proyectos de inversión de largo plazo en bienes de capital e infraestructura industrial. Ello genera empleos y fuente de riqueza integral.

El nearshoring con la inminente llegada de TESLA y su cadena de proveeduría detonará mayormente a Coahuila y Nuevo León, sin embargo BMW, GM, Ford y Volkswagen van aplicarse en su corredor del Norte y Bajío. El tema del Interoceánico sigue rezagado, reportan un 70% de avance desde el cierre de 2021, asi que no hay claridad en el que en mi opinión es el principal proyecto de infraestructura. Dos Bocas sigue en etapas de prueba, el Tren Maya sigue con atrasos y promesa de iniciar en diciembre de 2023 y el AIFA es a un buen aeropuerto sin infraestructura terrestre terminada aún.

Así que la infraestructura de mantenimiento y mejora sustantiva deben realizarla los estados involucrados en esos corredores. La CDMX y el Estado de México están rezagados las salidas a Querétaro, Puebla y Pachuca son terribles o inexistentes en señalización, seguridad y vialidad. Así que mucho nearshoring politico pero en la realidad dan malas cuentas a los usuarios.

El efecto del nearshoring debe ser aprovechado de la mejor manera, no hacerlo oportunamente provoca que se vayan oportunidades que no regresan.

CEO FISAN SOFOM ENR
Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios.
Ex Presidente Nacional AMFE
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@MarioSanFisan