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Qué camino quieres tomar… Tú decides México

Mario Sandoval Chávez

El momento macroeconómico mexicano, señala estabilidad en los indicadores clave a septiembre del año 2023; reservas del orden de los 204 mil millones de dólares, un tipo de cambio del orden de los 17 pesos y un crecimiento del PIB con una tendencia de crecimiento superior del 3% anual.

Sin embargo, hay factores que deben tomarse en cuenta, tenemos una tasa de referencia alta, muy superior a la de USA que es quien marca la pauta a Banco de México, la tasa de TIIE a 28 días se ubica en 11.51% y la de cetes en 11.25%. Por lo que respecta a la inflación se ubica en 4.64%, la subyacente en 6.08% y los UDIS en 7.85%.

Lo anterior significa que el objetivo de contener la inflación ha generado que Banco de México, mantenga la tasa de referencia alta, por lo menos en el corto plazo (seis meses) y con turbulencia electoral, será su elemento para la contención de la inflación, que al igual que al de USA ha sido difícil llevar a sus objetivos. Lo anterior ha tenido efecto directo en el precio del dólar, que más que por efectos de productividad o confianza, se debe a los márgenes en las tasas que existen y a la liquidez del mercado cambiario.

Considerando lo anterior a nivel terrenal, no es momento para tomar crédito por los altos costos, el crédito al consumo que es el que más ha crecido en el sector financiero privado, tiene tasas extremadamente altas, por lo que los que no son totaleros, que son la mayoría, están vulnerables ante tasas del orden del 100% anual (endeudarse en consumo es comerte tu ingreso futuro). Los créditos productivos tienen poca oferta y poca demanda, no están dadas las condiciones, este sexenio no genero políticas públicas para el financiamiento al sector privado.

Con respecto a la inversión, este año ha sido excelente para aquel que tiene liquidez y que ha invertido en CETES, tasas a doble dígito son una verdadera oportunidad para premiar liquidez y patrimonio, hay que evitar los pagarés bancarios tradicionales y menos los depósitos improductivos en cuentas de cheques.

Con respecto al sector inmobiliario de vivienda, los mercados metropolitanos de Tijuana, Cd. Juárez, Monterrey, Torreón, Mexicali, Guadalajara, Querétaro, Chihuahua, San Luis Potosí y CDMX, muestran una revaluación anual en zonas de nivel medio alto y alto del orden del 20% anual. Ello se debe principalmente a su localización geográfica con USA por infraestructura de recursos humanos y la conectividad con el nearshoring y las proveedurías de las cadenas productivas que principalmente se darán en estas zonas.

Regularmente se hace referencia al PIB de cada entidad e incluso se hacen comparaciones inadecuadas de crecimiento sobre bases distintas, así las cosas, si se identifica realmente quien es quien en la participación de PIB por municipio o Alcaldías se verían sorpresas relevantes, que debería estar asociadas a transporte público de calidad, seguridad pública, servicios de salud y educación, lo cual no sucede ya que el enfoque es político electoral.

De los 2,469 municipios que tiene México, en 100 municipios se concentra el 94% del PIB nacional. Hay entidades que sin ser las capitales estatales o ser sedes donde el gobierno registra domicilios fiscales para PEMEX. En ese sentido sobresalen a nivel de las primeras 10 zonas metropolitanas con mayor contribución al PIB; Tijuana, Cd. Juárez, Ecatepec, Tlalnepantla, León, Torreón, Salamanca, Naucalpan, Cuautitlán y Reynosa.

Su PIB sumado representa el 12% del total nacional, no son capitales estatales, tampoco son zonas turísticas de descanso, pero la industria, los servicios y el desarrollo humano las colocan por encima de otros municipios a los cuales por razones políticas y económicas se les da mayor atención en materia de transporte publico eficiente, seguridad pública, salud y educación. Luego entonces no deben preguntarse porque existe inseguridad y riesgo en el país. No se invierte adecuadamente, se concentra el gasto y se prioriza en orden político electoral. Lo hemos tolerado y consentido, pagaremos las consecuencias.

En el presupuesto propuesto de 2024, se plantea obtener vía endeudamiento interno y externo para el financiamiento del proyecto de presupuesto de egresos una deuda de 2 billones 306 mil millones de pesos (2 veces el Fobaproa), a julio de 2024 el saldo de Fobaproa es de 1 billón 154 mil pesos. Se decía que ya no era como antes, pero los hechos reflejan lo contrario. Controlas la narrativa mañanera y mediática, pero las acciones van mostrando cual es la verdadera intención.

Diversos analistas financieros observan que este presupuesto de deuda para 2024 será para cubrir gasto corriente y no gasto de inversión, dadas las condiciones de precio y tasas en los mercados no serán créditos baratos. El gasto social proyectado para 2024 será de casi 4 billones de pesos, lo cual refleja un presupuesto con fines electorales.

El presupuesto será enfocado a respaldar a los dos monopolios estatales, cubrir programas sociales y el de terminar bien o mal las obras emblemáticas que se comprometieron terminar en este sexenio. Los candidatos o interesados en participar para las próximas elecciones, hasta ahora, fuera de los lugares comunes en que se manejan en sus discursos repetidos, no se han manifestado con relación al presupuesto 2024, que efectos tendría en su gestión en caso de que llegaran a la presidencia.

No se arriesgan, está el tema de una reforma fiscal a la cual le dan la vuelta por temas de popularidad y electoreros, no hay un plan de desarrollo municipal por contribución al PIB por municipio en especial en los que hay una fuerte actividad manufacturera y de servicios, se tiene que invertir en donde te generan recursos, sino al tiempo. Como le dirían al sorprendente Hombre Araña, el poder es una gran responsabilidad y tienes que rendir cuentas.