Prometeo

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Acuérdate de Acapulco

Mario Sandoval Chávez

Cuando parecía que la narrativa política económica, social y de seguridad, seguiría sin cambios en la visión y discurso oficial. La naturaleza tuvo OTIS datos. Así que en 12 horas que se hablaba de una tormenta tropical, se transformó en un Huracán categoría 5, la situación tuvo un cambio radical y dramático que ha afectado a miles de personas y con severas consecuencias para la actividad económica, la seguridad y el desarrollo de la entidad.

El análisis del manejo preventivo de seguridad, el manejo político y de apoyo a la población y visitantes, ya es y será objeto de revisión por diversos medios públicos y privados a través de sus analistas, situación que conforme avancen los días, se podrá valorar mejorar el verdadero daño con respecto a vidas humanas, desparecidos, efectos sociales negativos de la rapiña, daños materiales de infraestructura en general. Se necesitan datos con soporte y no solo el discurso oficialista plano sin autocrítica o el oportunismo dramático opositor.

Ahora bien, si nos enfocamos a lo que viene, a cómo organizar el proceso de reestructura y reparación del entorno socioeconómico, ubicaríamos el tema de vivienda. Con cifras de INEGI a 2020, en Acapulco hay 220 mil viviendas, con una población de 780 mil personas, el 55% son mujeres y 45% son hombres, 95 mil son de ascendencia afro mexicana, 125 mil personas mayores de 65 años y 200 mil personas menores de 15 años.

El 45% de las 220 mil viviendas en Acapulco cuentan con un dormitorio, 40% es de dos dormitorios, 12% con 3 dormitorios y con 4 dormitorios o más el 3%. El 50% cuenta con agua entubada en la vivienda, 50% conectada a red de drenaje público y el 98% cuenta con energía eléctrica. Según datos presentados por dependencias federales hay 220 mil viviendas afectadas, esto es cerca del 100% con afectaciones físicas.

El 65% de la población en Acapulco vive en condiciones de pobreza moderada y extrema. La tasa de informalidad en Acapulco es del 78%, bajo desempleo, pero concentrado en informalidad y sin prestaciones sociales. El PIB estatal por 228 mil mdp es menor que Oaxaca y Chiapas, no tiene obras emblemáticas como otras entidades del sureste, lo que le genera la primera posición en rezago social del país.

Con datos de SECTUR e INEGI de 2020, Acapulco tiene 967 hoteles con 35 mil habitaciones. Con datos oficiales previos se estiman que 8 de cada 10 hoteles tuvo daños físicos. La ocupación promedio es del 80% (media de temporada alta y baja). Caso especial es zona metropolitana de la CDMX que en fin de semana, puentes y temporada vacacional le genera más del 80% del turismo que recibe.

Son más de 50 mil empleos directos formales en el sector turístico y servicios de Acapulco, otros 55 mil empleos formales indirectos y se estiman 350 mil empleos informales, que, si bien en esta administración gustan de señalar una baja tasa de desempleo, refleja la informalidad un dato de alto riego de estabilidad social y económica.

Acapulco desde los años 50s fue el centro turístico más importante de M+exico, se dio a conocer a nivel nacional e internacional, sin embargo, la informalidad creciente por la población que migro al puerto por falta de oportunidades en el estado, la violencia, la falta de cuidado de las playas, crecimiento urbano sin orden y regulación, han provocado que perdiera relevancia turística. Eventos como los desastres naturales de 1997 y 2013, así como eventos locales de inseguridad, violencia y bloqueo de carreteras, hizo que convenciones y eventos relevantes se reorientaran a Cancún u otra entidad que han mejorado infraestructura y logística. Ahora con esta situación se requiere trabajo en equipo y no debate y justificaciones por temas de ideología política.

De donde saldrán los recursos para reparar 220 mil viviendas, para reparar cerca de 800 hoteles con 28 mil habitaciones afectadas. La pequeña y mediana empresa local que ya desde hace tiempo atrás venía a la baja por el cobro de piso y los costos de la pandemia. Razón por la cual la informalidad es la base de empleo en esa ciudad. Es probable que las grandes corporaciones de hotelería y autoservicio, cuenten con seguros de cobertura, peros es seguro que la mayoría de los hoteles de menos de 3 estrellas solo cuente con seguros básicos y que las viviendas en un 90% no cuenten con seguro alguno.

El sector asegurador habla de un monto estimado de 15 mil mdd (270 mil mdp) para los hoteles y su infraestructura, suponiendo un apoyo promedio de 10 mil pesos por vivienda para medio reparar, serian 220 mil mdp. Eso sin contar la reparación de la costera y toda la infraestructura dañada. Así que tan solo estimado son 500 mil mdp, que frente a las contradicciones de hacienda que, si tiene 18 mil o 14 mil mdp, aun con su fondo de cobertura internacional de 500 mdd, son realmente recursos insuficientes para resolver económicamente lo que viene.

Se podría estimar que hay un trabajo con el sector financiero y asegurador, Banorte fue el primero en anunciar un plazo para sus clientes, pero no ha habido pronunciamiento como tal de Azteca, Coppel o Compartamos y demás financieras enfocadas al mercado informal financiero.

Se debe y se supone que debe haber un plan de trabajo para integrar a toda la población de 15 años en adelante para integrar equipos de trabajo para rehabilitar viviendas y reparar hoteles, mediante capacitación y supervisión en esquema de 3 turnos los 7 días de la semana, para recuperar actividad económica y empleo en tanto el puerto se recupera en su funcionalidad. Las grandes constructoras pueden capacitar a personas que trabajaban en servicios (jardinería, limpieza, cocina, mantenimiento) como sus equipos de trabajo y apoyo local, los niveles de capitanía, mostrador pueden ser apoyo de organización y comunicación eficiente, lo importante es que se organice a la gente y se haga de manera ordenada, diaria y continua hasta reparar la infraestructura y la seguridad para que regrese el turismo, planeación, preventa y oferta para convenciones, eventos internacionales y programas todo incluido, hacer que el puerto recupere sus mejores épocas, hay gente en todo México y en varias partes del mundo que quieren a Acapulco y lo van a apoyar.

Se necesita liderazgo, no imposición y debate mañanero con la porra oficial para buscar culpables y evitar o negar responsabilidad. Igual para quienes aprovechan para criticar sin proponer nada y algunos que tuvieron su momento tampoco lo hicieron mejor. Los desastres naturales superan cualquier pronóstico, pero la forma de reacción, de organizar y de estar apoyando a la población para hacer mejor las cosas, para recuperar seguridad en la entidad y en especial en Acapulco, en mejorar las condiciones de vida y en saber actuar, antes y después.

Acapulco no estaba en los planes de obras emblemáticas del sureste de esta administración. Ya lo está obligadamente, los recursos a conseguir para reparar y rehabilitar deben tener claridad de donde, como y cuando. Nada de opacidad y negar los hechos. Acuérdate de Acapulco.

X: @MarioSanFisan
CEO FISAN SOFOM ENR
Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios.
Ex Presidente Nacional AMFE
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