De los decretos a los hechos y sus resultados
Mario Sandoval Chávez
Por decreto no se baja la inflación o se crean condiciones de inversión. Es la oferta y la demanda en los mercados. Cuando hay algún tipo de pacto entre los actores económicos y el gobierno, puede presentar un avance temporal. Por lo que son las políticas públicas y el estado de derecho lo que generan estabilidad y desarrollo.
México necesita crecer en promedio al 5% del PIB de manera sostenida durante dos generaciones como mínimo. Sin embargo, la realidad del crecimiento económico es bajo, con una tendencia inflacionaria aún alta del 4.88% y que seguirá ahí un mediano plazo, la tasa de referencia en 11.50%, lo cual hace que el crédito siga siendo caro y con el efecto de la informalidad de la población económicamente activa cercana al 60%. Por lo que una economía que busca crecer de manera sostenida, no puede apalancar su crecimiento en la economía informal.
La inversión pública y privada requieren mayor participación, no hacerlo rezaga aprovechar el nearshoring, lo cual al ser un tema que debe aprovecharse con hechos y no con palabras, un ejemplo de ello son los incidentes recientes de falla en las adunas, obstaculizan el comercio y afecta las cadenas de proveeduría y la relación con clientes finales. Lo cual genera incertidumbre en la percepción de política industrial y comercial de nuestro país y rezaga las inversiones, afectan el crecimiento, la creación de empleos y detiene el ritmo del comercio exterior. Si bien somos el país que más exporta a USA con niveles de los 500 mil MDD, esto se debe a la guerra comercial con China, por lo que sus productos pagan más aranceles. No hay duda que la posición geográfica con USA es nuestra principal fortaleza.
Que USA adquiera más productos mexicanos, nos genera crecimiento económico y más empleos mejor pagados, pero si hay inseguridad y no se hace un esfuerzo por dar continuidad en capacitación y certificación laboral, así como acciones proteccionistas del estado en favor de sus empresas productivas, provocaran que la inversión privada se vea limitada y estemos en desventaja con países con mayor apertura a la inversión privada como es el caso de Malasia, Brasil, Argentina, Chile, Colombia y el propio Costa Rica.
Los conflictos bélicos y comerciales internacionales, han reacomodado las fichas y el uso de insumos y energía, no se puede transitar a las energías limpias de la noche a la mañana, pero hay hacerlo y no cerrar la inversión con leyes impuestas con nacionalismos con versiones a modo y demás justificaciones. Fomentar ahorro, más que consumismo, pues se requiere ahorro para financiar las inversiones para crecer al ritmo del 5% del PIB por año, se requiere inversión privada nacional y extranjera y tomar decisiones que le den confianza y tranquilidad a los inversionistas con visión de largo plazo.
La recaudación en México representa el 16.5% del PIB, cuando el promedio de la OCDE de la cual forma parte nuestro país tiene una media del 34%. Aun así, tenemos un estado que gasta más de lo que genera, comprar plantas eléctricas, invertir en trenes, en refinerías, en líneas aéreas, en mega farmacias, en programas sociales. Pero es un gasto sin control presupuestal, sin definición de punto de equilibrio y retorno en tiempo y dinero, donde a base de decretos se resuelven y no se da claridad y precisión al uso de recursos públicos usados a discreción, incluyendo condonaciones a Pemex, lo cual es contrario al artículo 28 constitucional, que las prohíbe, es decir esta administración promovió la modificación al citado artículo y ahora lo aplica de manera contradictoria a lo que promovió en el pasado reciente.
La deuda total externa e interna se ha incrementado, está administración lo ha hecho para compensar su defecto público y cubrir sus obras emblemáticas y los programas sociales. La Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, que publicó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al 30 de septiembre de 2023, la deuda bruta del Sector Público Federal (SPF) sumó 15 billones 219 mil millones de pesos. Ahí para quitarle el sueño a varias generaciones de mexicanos. La mayoría de ellos sin tener idea de ello y de cono fue el origen y gasto aplicado de esa deuda mexicana.
Se requiere una Reforma Fiscal que amplié la base de recaudación. La Productividad es otro elemento de baja comparación para México, para calcular la Productividad de un País, se divide el PIB entre el número de horas trabajadas. El tema en el ejercicio para México es que la economía informal distorsiona la Productividad. La informalidad, genera flujo y aporta a la economía por el consumo, ha sido un espacio para una amplia base de la población económicamente activa de llevar alimento y sustento familiar, pero cuando su índice es cercano al 60% de la PEA, lo único que refleja es un pésimo manejo de políticas públicas por varios sexenios, incluido el actual. Así que los causantes cautivos en México que generan ISR subsidian principalmente y con limitaciones la infraestructura, servicios públicos, educación pública, programas sociales y salud pública que la informalidad no genera, pero que, si recibe sin costo esa infraestructura y servicios, razón de ello es la calidad irregular y de la inequidad fiscal y contributiva.
Esta administración se ha enfocado en sus prioridades; programas sociales, obras emblemáticas, apoyo y rescate a las empresas de estado Pemex y CFE. Lo demás no tiene la misma atención, más allá de los asuntos en los que se da el discurso repetido cada mañana de que ya lo estamos atendiendo. Si bien la inversión total alcanza el 25% del PIB, la inversión pública es del 3%, muy enfocada esa inversión a las obras emblemáticas, cuyo efecto es sustancialmente menor a lo que genera la inversión privada en especial por el nearshoring y eso que apenas podemos pensar en su detonación, pero para ello el tema de energía eléctrica, logística y un estado de derecho son fundamentales para México. Un estado que no invierte lo suficiente por los compromisos adquiridos, que se envuelve en un nacionalismo pasado de moda, lo único que logra es detener inversión y desarrollo.
La agenda nacional se centra en las diferencias con el poder judicial y su visión de que solo sirven a las oligarquías económicas, que desde luego debe revisarse, exhibirse si son ciertas con legalidad y cambiar la percepción de burocracia procesal y la soberbia judicial en razón de dar certeza y garantía del estado de derecho al ciudadano y a las empresas en general. Lo anterior permitirá que el crédito productivo y los costos bajen para estimular a través del sector financiero el crecimiento económico y social. Para ello deben participar los actores con experiencia y no solo por ideología política, sino por experiencia y resultados en la práctica.
De igual manera es necesario acotar la concentración de poder, darle continuidad significa el control a modo en el legislativo y el judicial, lo cual históricamente no ha sido bueno para México, tener contrapesos y organismos autónomos, en donde no estén solo mis incondicionales, sino gente preparada e independiente para analizar y resolver de manera trasparente y publica lo que mejor conviene a México. Los hechos y los resultados positivos son ya obligados, no solo narrativa, buenas intenciones y justificaciones.
CEO FISAN SOFOM ENR
Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios.
UNAM/ITESM
Ex Presidente Nacional AMFE
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Fuentes de apoyo: INEGI, FMI, BM