Prometeo

1187

Los pros y contras de las perspectivas económicas de izquierda y derecha en México

Mario Sandoval Chávez

1. Introducción

La economía mexicana ha sido un tema de gran debate durante décadas, especialmente en el contexto de la política. Las divisiones ideológicas entre la izquierda y la derecha han generado discusiones sobre cuál es la mejor manera de impulsar el crecimiento económico, reducir la desigualdad y asegurar el bienestar de la población. En esta columna, hago una opinión personal básica de los pros y contras de las perspectivas económicas de izquierda y derecha en México, analizando sus impactos y haciendo una reflexión sobre sus resultados y posibilidades.

2. Economía de Izquierda en México

Pros:

Las políticas económicas de izquierda en México se caracterizan por su énfasis en la igualdad social y la justicia económica. Uno de los principales beneficios es la implementación de programas de bienestar y ayudas sociales dirigidas a los sectores más vulnerables de la población. Estas políticas buscan reducir la pobreza y cerrar la brecha de desigualdad mediante el anuncio de subsidios, servicios de salud y educación gratuitos o a bajo costo.

Otro aspecto a considerar es su visión de la nacionalización y el control estatal de los recursos naturales y estratégicos, lo cual argumenta para ejercer una mayor soberanía y utilizar estos recursos para el desarrollo nacional. Esto también como medida proteccionista a las industrias clave del estado mexicano de las fluctuaciones del mercado internacional.

Contras:

Sin embargo, las políticas de izquierda enfrentan desafíos como la ineficacia en la gestión del sector público. La burocracia, corrupción, protección a sus afines (aunque digan que ya no es como antes) y la falta de incentivos vía políticas públicas para la productividad pueden llevar a una menor competitividad y una gestión ineficiente de los recursos. Las políticas de izquierda mexicana son de un tono sobre regulatorio y fiscal recaudatorio en el sector privado, lo cual inhibe inversión en sectores prioritarios como son energía, minería, sector financiero y lo afecta más con un deficiente estado de derecho.

Además, la financiación de los programas sociales implica un aumento del gasto público, lo que conduce a un déficit fiscal si no se maneja con prudencia, como es el caso de esta administración. Esto puede generar inflación, altas tasas de interés y volatilidad de la moneda por incertidumbre.

Por último, las políticas de izquierda pueden desalentar la inversión privada debido a la percepción de un ambiente menos amigable para los negocios, lo que podría limitar el crecimiento económico a largo plazo. Hoy con la imposición a reformas constitucionales por parte de la administración saliente y el apoyo incondicional de la nueva presidenta electa, no hay duda que se genera inquietud en los mercados y en las expectativas de inversión.

3. Economía de Derecha en México

Pros:

Las políticas económicas de derecha promueven la inversión privada y el libre mercado, lo que puede conducir a un crecimiento económico más rápido y sostenido. La reducción de impuestos y la desregulación crean un entorno favorable para los negocios, incentivando a las empresas a invertir y expandirse. La prueba es que el tratado de libre comercio de América del Norte dio resultados sobresalientes en los últimos 30 años al sector exportador.

La flexibilidad del mercado laboral es otra ventaja de la economía de derecha. Facilita la contratación y el despido, lo que permite a las empresas adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado, fomentando así la competitividad y la innovación. Tema que en su momento apoyo mayormente a las regiones centro y norte del país.

Contras:

Sin embargo, estas políticas también tienen sus desventajas. Un enfoque en la liberalización económica puede aumentar la desigualdad social, ya que los beneficios del crecimiento no siempre se distribuyen equitativamente entre la población. Además de que en México es proclive al capitalismo de compadres tanto a nivel federal como estatal y municipal. Promoviendo corrupción e impunidad además que ni genero economías de escala sino concentración de riqueza en los mismos grupos de siempre.

La politización en los programas sociales etiquetados y la menor intervención del estado aumentaron la pobreza y la desigualdad. Toda vez que los recursos ni llegaban a los grupos vulnerables por la intermediación y la corrupción.

Además, una economía altamente liberalizada puede ser más vulnerable a las crisis económicas internacionales, ya que está más expuesta a los flujos de capital y las fluctuaciones del mercado global. Situaciones ya experimentadas en México en los 80s y 90s. La primera estatización bancaria, la crisis bancaria de los 90s, crisis hipotecarias y económicas de la primera década del nuevo siglo.

4. Comparación y contexto histórico

A lo largo de la historia, México ha experimentado con ambos modelos económicos, con resultados mixtos. Durante los años 70 y 80, el país adoptó políticas de nacionalización y proteccionismo que llevaron a un crecimiento moderado pero estable. Sin embargo, la crisis de la deuda de 1982 y la posterior apertura económica en los años 90 marcaron un cambio hacia políticas de libre mercado.

El éxito de las políticas económicas en México ha dependido en gran medida del contexto global y regional, así como de la implementación efectiva de las reformas. Tanto los modelos de izquierda como de derecha han mostrado fortalezas y debilidades, y el impacto en la sociedad y la economía ha variado según el periodo y las circunstancias.

5. Conclusión

En conclusión, tanto las perspectivas económicas de izquierda como de derecha tienen sus propios méritos y desafíos en el contexto mexicano. Mientras que la izquierda argumenta una mayor igualdad y justicia social (primero los pobres), la derecha por su parte se enfoca en el crecimiento económico y la eficiencia del mercado (hasta puede hacer suyo el eslogan de Trump; Hagamos grande a México otra vez). El equilibrio entre ambos enfoques podría ser la clave para un desarrollo sostenible y equitativo en México. Es importante que los ciudadanos y los líderes consideren cuidadosamente las lecciones del pasado y las necesidades del presente al formular políticas económicas para el futuro. Todo extremo de izquierda o derecha no darán buenos resultados al país. Somos un país de libre mercado, pero se debe regular y equilibrar el rubro social de manera adecuada.

En la actualidad la izquierda mexicana con su narrativa diaria y propaganda de los programas sociales cuenta con apoyo en una amplia mayoría en especial en zonas y familias que han recibido mayores apoyos económicos y subsidios. Por otra parte, la oposición no representa actualmente una alternativa creíble por los liderazgos y el mal desempeño electoral que han tenido en este sexenio.

Hoy el déficit público en 5.9% del PIB, representa un crecimiento anual de doble dígito en el primer semestre del año, además de ubicarse en su mayor nivel desde que se tiene registro, de acuerdo con datos divulgados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Esto ante un mayor endeudamiento para terminar las obras emblemáticas sin terminar de la actual administración de izquierda, como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas. Lo cual se niega en la narrativa diaria donde todo son momentos estelares que sus seguidores celebran o justifican.

Tema aparte es la inseguridad cotidiana (bloqueos, extorsión y falta de confianza en las autoridades federales y locales), la falta de confianza en el estado de derecho mexicano y el abierto empoderamiento económico militar en construcción de infraestructura, aeropuertos, línea aérea y hasta hotelería. Áreas y tareas que buscan el apoyo popular porque son buenos y honestos y han ayudado mucho a esta administración y seguro comprometidos con la nueva presidenta de México.

Semana clave para el Poder Judicial y su autonomía. No hay duda que hay graves deficiencias e insatisfacción en la justicia federal y más en el fuero común, que es donde empieza el derecho. Pero con la cargada e imposición morenista parece que resultará peor el remedio que la enfermedad. No se escucharon a todos y los posibles cambios son superficiales. Si llega a haber paro nacional en el Poder Judicial de la Federación este miércoles los asuntos de por sí dilatados procesalmente lo serán más con efectos de incertidumbre y mayores costos para todos. Esto dejará precedentes y consecuencias por las descalificaciones y el uso de medios públicos para posicionar una sola versión que justifique la acción presidencial.

Sin embargo, todo será cuestión de tiempo, es definitivo que habrá nuevos liderazgos en ambas posiciones y que los resultados buenos o malos, si bien no de inmediato, siempre son los que determinan quien sigue y a quién hacer a un lado. El pueblo nunca se equivoca.

X: @MarioSanFisan
CEO FISAN SOFOM ENR
Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia profesional de negocios.
[email protected]