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La tormenta perfecta para la economía mexicana

Mario Sandoval Chávez

La economía mexicana se encuentra navegando en aguas turbulentas, con nubarrones que presagian una posible tormenta perfecta en el horizonte. La combinación de la amenaza cotidiana de aranceles impuestos por Estados Unidos bajo la administración Trump, la persistente inestabilidad política interna y los ecos de corrupción que resuenan en instituciones clave, como Birmex, configuran un panorama económico preocupante para el segundo semestre de 2025 y más allá.

La sombra de Donald Trump y sus políticas proteccionistas se cierne nuevamente sobre México. Durante su anterior gestión, la amenaza constante de imponer aranceles a las importaciones mexicanas generó una considerable incertidumbre, afectando la inversión y las decisiones empresariales. Un retorno a esta estrategia, motivado por la retórica de «América Primero», podría tener consecuencias graves para la economía mexicana, profundamente integrada con la estadounidense a través del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).

La imposición de aranceles, incluso selectivos, encarecería significativamente los productos mexicanos que cruzan la frontera, erosionando su competitividad en el mercado estadounidense. Sectores clave como el automotriz, la manufactura y la agricultura, pilares de las exportaciones mexicanas, se verían directamente afectados. Ante esta perspectiva, grandes exportadores podrían optar por pausar o reducir sus operaciones, a la espera de una mayor claridad en las políticas comerciales. Esta incertidumbre no solo impactaría el volumen de exportaciones, sino que también desincentivaría nuevas inversiones y la expansión de las existentes, frenando el crecimiento económico.

El efecto inflacionario de los aranceles sería otro golpe considerable para la economía mexicana. El aumento en el costo de los insumos importados, muchos de ellos esenciales para la producción nacional, se trasladaría inevitablemente a los precios finales de bienes y servicios al consumidor. El sector de la construcción es uno de ellos, dependiente de materiales importados como acero y cemento especializados, experimentaría un alza en sus costos, lo que podría frenar proyectos de infraestructura y vivienda.

El consumo interno, ya resentido por la inflación persistente de los últimos años, se vería aún más debilitado. El aumento de precios en productos básicos y manufacturados reduciría el poder adquisitivo de los hogares, impactando negativamente el gasto y la demanda interna. Esta contracción del consumo podría llevar a una disminución en la producción y, en última instancia, a la pérdida de empleos formales.

Precisamente, el mercado laboral formal se encuentra en una posición vulnerable ante este escenario. La incertidumbre generada por los aranceles y la posible ralentización de la actividad económica desincentivarían la contratación de nuevo personal. Las empresas, ante la perspectiva de menores exportaciones y un consumo interno debilitado, podrían optar por congelar plazas o incluso reducir su plantilla laboral para mitigar riesgos. Sectores directamente ligados a la exportación y la manufactura serían los más expuestos a esta pérdida de empleo formal, con el consecuente impacto social y económico.

A este panorama ya complejo se suma una creciente incertidumbre en el ámbito del poder judicial a partir del segundo semestre de 2025. Esta incertidumbre, es un factor que genere dudas sobre la independencia, la eficiencia o la predictibilidad del sistema judicial puede tener efectos negativos significativos en la inversión y la confianza empresarial. Un poder judicial percibido como débil o politizado puede disuadir la inversión extranjera directa y generar reticencia en los inversionistas nacionales, quienes buscan un marco legal claro y confiable para sus operaciones.

Finalmente, la sombra de la corrupción vuelve a oscurecer el panorama económico con el aparente desvío de recursos en Birmex, evocando los lamentables sucesos de Segalmex. La malversación de fondos públicos en una institución crucial para la salud pública no solo representa una pérdida económica directa, sino que también mina la confianza en la gestión gubernamental y la capacidad del Estado para administrar eficientemente los recursos. Este tipo de escándalos genera un clima de desconfianza que puede afectar la percepción de riesgo país y la disposición de los inversionistas a apostar por México. Además de ello la percepción de impunidad con los afines al oficialismo. Habrá que tener con relación al daño al erario y que también tome su responsabilidad quien hace nombramientos en áreas y puestos clave que resultan en posibles fraudes y desconfianza en las instituciones.

La potencial confluencia de estos factores – aranceles e inestabilidad con Trump, efectos inflacionarios en sectores clave, limitación en exportaciones, amenaza al empleo formal, incertidumbre judicial y desvío de recursos – configura un escenario de alta probabilidad de recesión económica en México. La falta de claridad en las políticas comerciales de Estados Unidos, sumada a la fragilidad interna y los persistentes problemas de corrupción, podrían desencadenar una espiral descendente que afecte significativamente el bienestar de la población mexicana.

Para evitar este futuro, es crucial que el gobierno mexicano implemente estrategias proactivas. Esto incluye fortalecer los lazos comerciales con otros países para diversificar los mercados de exportación, fomentar la inversión interna a través de políticas claras y estables, y reforzar las instituciones encargadas de la transparencia y la rendición de cuentas para combatir la corrupción de manera efectiva. Asimismo, es fundamental mantener un diálogo constante y constructivo con Estados Unidos, buscando mecanismos que mitiguen el impacto de posibles medidas proteccionistas.

La economía mexicana se encuentra debilitada por un mínimo crecimiento, inflación alta, deuda pública y riesgos por Pemex y CFE. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán determinantes para definir si el país logra sortear esta tormenta perfecta o si se ve arrastrado a una recesión con consecuencias duraderas para su desarrollo y el bienestar de sus ciudadanos. La urgencia de actuar con visión estratégica y determinación nunca ha sido mayor.

CEO de FISAN SOFOM ENR | Banquero, abogado y empresario con más de 30 años de experiencia directiva en negocios.
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