Los Bancos y Sofomes, tarea por hacer
Mario Sandoval (*)
El efecto inmediato que tendrá en las entidades financieras BANCOS y SOFOMES que operan en México, es revisar con atención y cuidado sus portafolios tanto de CAPTACIÓN (depósitos a la vista e inversiones) para los Bancos, como de CREDITO (consumo, hipotecario, empresarial corporativo, entidades financieras y Gobiernos Estatales y municipales) para Bancos y Sofomes. El efecto de la disminución en los ingresos y el incremento de reservas preventivas. Provocará obligadamente un reajuste operativo de eficiencia y ahorros, tanto en gastos de administración y de personal en el sector financiero en su conjunto.
El ciclo de flujo de dinero en actividad directa productiva disminuyó, desde la gran empresa hasta el local del mercado público o la pequeña empresa familiar. Si bien las remesas siguen siendo un gran apoyo en el consumo y el ahorro, son solo ingresos que no provienen de nuestra actividad productiva directa, sino de mexicanos en el exterior que apoyan a sus familias, son recursos muy importantes de apoyo, pero no la solución para reactivar la economía y el empleo que se requieren en cada entidad del país.
En consecuencia, la capacidad de pago de empresas y personas se ve ajustada, esto nos hace la pregunta necesaria, ¿de sí es un buen momento para comprar una casa con un crédito hipotecario o un automóvil?, Hoy el sector de construcción y venta de casas no pasa por su mejor momento, al igual que la venta de automóviles, ambos a la baja, sin embargo en algunas entidades financieras siguen activos, con la sustitución de hipotecas principalmente. Sin embargo la resonancia de la economía global y nacional por el Covid 19, nos genera una expectativa prudencial y der mayor calidad de evaluación de acreditados. Los buenos créditos se dan en los malos tiempos. Por el contario en épocas de crecimiento y desregulación se genera una oferta flexible, que busca compensar apetito de ganancias y con las consecuencias desastrosas ya conocidas.
Tenemos la experiencia directa de diversas crisis financieras en México (baby boomers, Generación X e incluidos los Millenial) que han sido testigos y actores directos de los efectos en las tasas de interés, tanto para la captación de recursos, como en la colocación de los mismos. Estas crisis que, si bien varias tenían relación indirecta con el exterior (precios del petróleo, epidemias, guerras comerciales, nunca falta algo), a ello se agrega el perfil especulativo en base a rumores, deficientes procesos de control en el gasto gubernamental y endeudamiento en moneda extranjera, para salir de las crisis que los propios gobiernos generaban y en especial la falta de certidumbre del estado de derecho mexicano. Lo cual generó acciones defensivas validas legalmente y otras que se convirtieron en abusos en el uso de las herramientas litigiosas.
La deuda contraída en administraciones anteriores en moneda extranjera es muy alta, se actualiza su valor hacia el alza por el tipo de cambio. Por lo que la deuda gubernamental incluyendo a PEMEX y CFE, nos ubica en que el gasto del servicio de deuda está en niveles del 60% del PIB, por lo que el margen de maniobra para educación, salud, infraestructura, se ven muy reducidos, además de mantener una costosa estructura burocráticas en todos los niveles: Congreso, Poder Judicial, Gobierno Federal, Estatales y Municipales.
Al cierre de 2020 se reportan 53.8 millones de personas económicamente activas (PEA), que son las personas mayores a 15 años que viven en México.
Con una tasa de informalidad laboral del 52%, esto es más de 25 millones de personas generan sus ingresos en la economía informal y el subempleo.
Hay 20 millones de empleos asegurados en el IMSS a diciembre de 2020, que son el 37% de la PEA.
La burocracia mexicana en todos sus niveles Federal, Estatal, Municipal y poder Judicial, son 6 millones de personas, que representan el 7% de la PEA.
Una tasa de desempleo abierto de 4%, esto es alrededor de 3 millones de personas.
Hay 7 millones de jubilados y pensionados en México. Sin embargo adultos mayores a 60 años son 15 millones, por lo que menos del 50% de esa población recibe una pensión por sus cotizaciones. El resto depende de ayudas familiares y apoyos gubernamentales, que algunos critican, pero que son necesarios, más en especial que la población está envejeciendo y el tema de pensiones será ya otra historia.
De esta forma podemos identificar que el mercado de crédito se va a orientar en:
a) Finanzas populares en la economía informal con microcréditos, créditos solidarios y el empeño.
b) El mercado formal de ingresos menores a 5 salarios mínimos y jubilados se enfocara en el crédito de nómina, créditos de consumo, hipoteca de vivienda económica y el empeño.
c) En tanto el mercado de ingresos medios y altos tendrá más opciones en crédito hipotecario medio y residencial y crédito al consumo plus.
Solo 5 de cada 100 trabajadores formales en México gana más de 5 salarios mínimos, esto es un ingreso mensual superior a 15 mil pesos. Por lo tanto son poco más de 1.7 de personas del PEA formal con ingresos comprobables superiores a 15 mil pesos, lo cual genera un mercado pequeño, pues se necesita generar riqueza y reordenar la oferta de crédito, pasar del consumo al crédito productivo en serio.
Así mismo en el sector privado más del 90% son microempresas, junto con las Pymes, representan el 97% de las unidades de negocios en el país que son en total del orden de 4.8 millones de unidades privadas de negocios. La micro genera el 37% del empleo formal, las Pymes el 30%, por lo que las suma de ambos grupos es el 67% esto es 13.5 millones de empleos y la grandes empresas con el 33% con poco más de 6.6 millones de empleos.
Las microempresas se enfocan al comercio y servicios en un 90%, las grandes empresas en un 60% a la manufactura, sin embargo las pymes tienen muy similares sus porcentajes de segmentación de actividad productiva 40% en la manufactura y 60% en comercio y servicios.
La mejor opción es enfocarse y desarrollar el crédito productivo para las MIPYMES, ahí es en dónde las entidades financieras públicas y privadas deben generar su análisis y estrategias, la actividad productiva es el detonador, genera la creatividad y promueve la competencia, dinamizar la esfera del negocio productivo, con la innovación de modelos de análisis de riesgo más eficientes y con coberturas territoriales que apoyen el proceso del TMEC, incluso tiene este un particular interés en las MIPYMES de los tres países. México tiene un alto potencial en este acuerdo.
Para ello es necesario a manera ilustrativa generar procesos de valuación y análisis probados y efectivos. El área de riego de las entidades financieras, deben aplicar para calificar a las medianas y grandes empresas el CAMEL FINANCIERO, que son las siglas en inglés CAPITAL, ASSET, MANAGEMENT, EARNING AND LIQUIDITY y que son: la Calidad del Capital, Administración de Activos, Capacidad Gerencial, Utilidades y Liquidez.
Esa información proviene de siete fuentes: Estados financieros, Proyecciones de flujo de caja, amortización de cartera, fuentes de financiación, equipo gerencial y entorno macroeconómico.
Adicional a ello valorar y calificar la Solvencia Moral (Buro de Crédito y Buro Legal), Capacidad de Pago (Fuentes de Ingreso comprobables; estados de cuenta y declaraciones al SAT) y Solvencia Económica (Patrimonio, bienes y en su caso avales y deudores solidarios).
Un tema muy especial que afecta la certeza de recuperación de crédito o financiamiento, es el terrible y deficiente procedimiento judicial en nuestro país, en donde un proveedor, o un acreedor financiero, una vez que entran en el proceso judicial tardan años en tener una sentencia en firme o cosa juzgada y para ejecutar por ejemplo una garantía hipotecaria son en promedio 7 años el proceso completo de ejecución en México, eso desmotiva el negocio en materia de financiamiento. Urge acelerar el proceso judicial, no solo con tecnología. Sino con un cambio de actitud profesional, hoy no están a la altura de las necesidades y no están realizando un buen trabajo en en materia civil y mercantil. El proceso legal es lento, caro e inoperante para motivar el otorgamiento de crédito accesible y oportuno.
Las autoridades financieras obligan a los intermediarios financieros a aplicar criterios de reservas preventivas muy altas en concordancia con BASILEA III, pero a diferencia de los europeos o de los americanos, canadienses y hasta los sudamericanos, no se hace nada por acelerar los procesos judiciales y no se trata de beneficiar a los acreedores, se trata de dar certeza jurídica y que no se expongan los recursos de terceros y se generen quiebras por la ineficiencia procesal que existe en todos los estados de la Republica Mexicana en sus respectivos Tribunales Superiores de Justicia.
Esa es la razón por la que se presta más al consumo (nomina, tarjetas de crédito y personales) o Hipotecas Residenciales y Créditos a Grandes Empresas. De esa forma no se reactiva la economía productiva de volumen con el crédito a Empresas MIPYMES. En tato no haya certeza jurídica para recuperar créditos y ejecutar garantías, habrá altas tasas de interés en crédito y un proceso muy selectivo de otorgamiento.
En días recientes el Presidente de la CNBV señaló que solo el 45% de los empresarios conocían que era una SOFOM, no precisó cuál era su fuente, según CONDUSEF son 1577, según el presidente de la CNBV son 1700. Habrá que ver porque no coinciden. El 50% según Condusef está registrado en la zona metropolitana de la Ciudad de México, 12% en Nuevo León, 10% en Jalisco y el 28% restante en los diferentes estados del país. Es necesario generar menos concentración y desarrollar este sector en entidades y regiones como el Noroeste, el Centro y el Sureste del país. Y no solo para hacer microcréditos, sino en generar posiciones de cartera en manufactura, vivienda económica, agro negocios, comercio y servicios, eso es el futuro de este sector.
Las SOFOM cuentan con una base de 5 millones de clientes, mayormente orientados a microcréditos y nomina con más del 90% de su posición en esos productos. Las SOFOM deben reorientarse al Sector productivo a las MIPYMES, ser el primer apoyo multiplicador de crédito y buscar inversionistas institucionales, fondeo y garantías financieras de la Banca de Desarrollo y generar sinergias con la Banca Comercial y el desarrollo de un mercado más activo con la BMV y BIVA.
El 70% de los errores en los negocios privados esta generado por factores asociados como: Deficiente estudio de mercado y la Ejecución de Proyecto. Esto es puede haber una buena idea y plan de negocios, incluido un capital relativamente modesto. Pero una mala ejecución, acaba con un buen proyecto de negocios y su capital, eso lo trasladará a sus proveedores financieros, por lo tanto en el negocio financiero no se improvisa, hay que sentir el pulso del mercado y saber cómo, cuándo y dónde actuar.
CEO FISAN SOFOM ENR
Ex Presidente Nacional AMFE
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