Ciudad de México.- En la medida que se logre la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se tendrán mejores condiciones de inversión y generación de empleo, afirmó Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Consideró que además disminuirán las presiones sobre el tipo de cambio y la inflación, condiciones necesarias para impulsar al mercado automotor.
Sin embargo, agregó que una vez que entre en vigor el nuevo tratado, uno de los más grandes retos para esta industria será poder cumplir con el 75 por ciento de contenido regional en los vehículos, como lo establece la nueva regla de origen del tratado comercial.
En ese sentido, Rosales Zárate estimó que los fabricantes instrumentarán los programas de adaptación a las nuevas reglas para cumplir en tiempo y forma.
“En caso de aquellos que no logren el cumplimiento de la nueva regla de origen y que al momento de la entrada en vigor estén fabricando o con la planta en construcción, podrán exportar con el pago del 2.5 por ciento de arancel”, expresó.
Apuntó que las implicaciones que podría tener para las armadoras el pago de este arancel, dependerá de las condiciones de cada fabricante; “no tengo información del nivel de afectación, pero estimo que no pondrá en riesgo las operaciones”, dijo.
De acuerdo con la regla de origen que plantea el T-MEC, para que un vehículo se considere como originario debe cumplir con un contenido regional que pasó del 62.5 por ciento al 75 por ciento, y este incremento será gradual en cuatro etapas durante tres años; además, 40 por ciento del costo del vehículo deberá provenir de plantas que paguen salarios de 16 dólares por hora.
Asimismo, el 70 por ciento del acero y el aluminio que se utilice debe ser de los socios de la región de América del Norte, en tanto que siete componentes principales del automóvil tienen que ser manufacturados en la zona.
Respecto a este tema, el pasado 21 de mayo el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís, señaló que los tiempos que se establecen en el tratado podrían no ser suficientes para que algunas empresas puedan cumplir con la regla de origen, y por lo tanto, necesitarán el apoyo de la Secretaría de Economía (SE).
“La nueva regla de origen del T-MEC significa un reto muy importante para algunas marcas en nuestro país. Los periodos de transición podrían no ser suficientes para adaptarse a las nuevas disposiciones», apuntó en esa ocasión.
Tras estas declaraciones, se le preguntó a la subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Luz María de la Mora Sánchez, sobre las posibles medidas que la dependencia tomaría para apoyar al sector para cumplir con las reglas de origen.
“En aquellos casos en los que no se pueda cumplir, porque los requisitos sí son muy altos, estamos también viendo temas que tienen que ver con periodos de transición, y por otro lado buscar en dónde se podría encontrar esa proveeduría local, cómo desarrollar la proveeduría en México para que puedan cumplir con esos requisitos”, señaló el pasado 23 de mayo.
A todo esto, Guillermo Rosales sostuvo que la ratificación del T-MEC por parte de los poderes Legislativos de Canadá, Estados Unidos y México es fundamental para promover la estabilidad y la certidumbre en la región.
En el caso de México, ello es aún más relevante, en virtud de la participación de las exportaciones hacia Estados Unidos y Canadá, así como el peso que tienen estos socios en la inversión extranjera directa.
“En este contexto, la industria automotriz es la parte de la economía que mayor auge, integración y dependencia ha tenido por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)”, concluyó el director general adjunto de la AMDA.