Ciudad de México.- Una posible regularización de autos “chocolate”, es decir, aquellos que no realizan el proceso de importación legal, afectaría la cadena de comercialización de vehículos nuevos, las generación de empleos y, por tanto, la economía del país, advirtió Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Señaló que lo anterior podría generar una caída de entre 20 y 30 por ciento en las ventas de vehículos nuevos en el país, en un horizonte de tres años.
“Este tipo de disposiciones no generan un mensaje favorable ni para la confianza ni para la inversión y también es un golpe al patrimonio de las familias que sí han hecho el esfuerzo de comprar un auto usado o nuevo en el marco de la legalidad y pagando todos los impuestos o derechos que esto trae consigo”.
Rosales Zárate comentó que este es un tema que se ha exacerbado en los últimos tres años, a raíz de que algunos de los gobernadores de los estados han mantenido una actitud laxa en cuanto a sus obligaciones de control vehicular, permitiendo la introducción, comercialización y circulación de vehículos ilegales.
La circulación de estos vehículos ha crecido, sobre todo, en estados como Baja California, Tamaulipas y, en menor medida, en Chihuahua.
“Una regularización de vehículos ilegales, lo único que estaría propiciando es favorecer estas cadenas de corrupción, mandar un mal mensaje en cuanto a respeto a la legalidad, trastornar lo que ha manifestado el Ejecutivo federal como eje rector de su gobierno que es el combate a la corrupción y el que nadie puede estar por encima de la ley”.
El director general adjunto de la AMDA dijo que están a la espera de lo que determine la autoridad federal, luego de que ya tuvieron la oportunidad de ser atendidos por autoridades de la Secretaría de Economía y el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
“Hasta el momento no ha habido una posición definitiva por parte del gobierno, creemos que sigue existiendo una posibilidad muy amplia de que el presidente sea congruente con lo que ha postulado y no caiga en este tipo de posiciones de favorecer la regularización de vehículos chuecos”.
Sobre todo, indicó, cuando estamos en un periodo de campañas electorales en Tamaulipas y en Baja California, y los candidatos han solicitado esta regularización como parte de sus campañas, por lo que no sería correcto que este tema incida en las elecciones.
También recordó que un menor crecimiento económico, más la regulación de vehículos ilegales, trajo como consecuencia que se reportara una caída de 30 por ciento en la venta de vehículos nuevos en 2009.
“De nuevo tenemos ese riesgo de que vuelva a ocurrir algo similar en un contexto en el que la economía retrocede, las condiciones para el fortalecimiento del mercado interno se debilitan y si a eso agregamos el riesgo de una regularización de vehículos chuecos, podemos tener un impacto de 20 o 30 por ciento de una caída en la venta de vehículos nuevos en un horizonte de dos a tres años”.
Finalmente, sostuvo que si se regularizan los autos ilegales es un estímulo para que en lugar de resolver el problema éste se incremente, dada la condición de que se generan expectativas de que se van poder legalizar.
