Washington.- Arabia Saudita y Rusia, dos de los mayores productores de petróleo en el mundo, han señalado que están listos para endurecer las medidas para aquellas naciones que estén bombeando más de lo prometido en el marco del acuerdo de reducción global de producción.
Las dos naciones han encabezado un acuerdo para eliminar 1.8 millones de barriles de petróleo al día del mercado en un intento de reducir las existencias mundiales de crudo y reducir un persistente exceso de petróleo.
Funcionarios de países productores de petróleo, entre ellos Rusia y Arabia Saudita, se reunirán el lunes y martes en Abu Dhabi para entender cómo mejorar el cumplimiento de ese acuerdo.
La reunión se produce cuando la producción general de la OPEP ha subido en los últimos meses, lo que ha orillado a los precios del crudo a mantenerse en un nivel bajo, incluso ante la caída de las reservas en Estados Unidos.
Después de una reciente reunión de productores de petróleo en San Petersburgo, Rusia, el ministro saudita de Energía, Khalid al-Falih, manifestó que no daría a los miembros de la OPEP y a otros exportadores un «paso libre».
«Arabia Saudita ha señalado que va a ser severo con los estados con menores registros de cumplimiento, pero la gran pregunta es qué herramientas tiene a su disposición para obligar a un mejor comportamiento?, indicó Helima Croft, directora global de estrategia de materias primas de RBC Capital Markets.
«No hay un mecanismo de cumplimiento en el sentido de que hay acciones punitivas que se pueden tomar. La OPEP no funciona así», comentó Andrew Slaughter, director ejecutivo del Centro para Soluciones Energéticas de Deloitte.
Hay algunos signos de progreso. Después de la reunión de San Petersburgo, los Emiratos Árabes Unidos, que continúan bombeando por encima de su cuota de producción, se comprometieron a reducir sus envíos en 10 por ciento en septiembre.
Esta noticia se produjo después de que Arabia Saudita anunciara que limitaría sus propias exportaciones en agosto.
Pero el segundo productor más grande de la OPEP, Irak, también está rezagado respecto al cumplimiento, y Bagdad se enfrenta a un tiempo más duro para gestionar su producción de petróleo que sus vecinos del Golfo.
Bagdad no controla por completo el flujo de petróleo del Kurdistán iraquí semi-autónomo. Gran parte de su petróleo se produce en asociación con compañías petroleras internacionales, por lo que tiene acuerdos contractuales que dificultan el estrangulamiento de la producción.
Al igual que los perforadores estadunidenses han reducido el gasto para hacer frente a la caída del precio del petróleo, Irak puede retrasar las expansiones de los campos de petróleo y la construcción de grandes proyectos de infraestructura relacionados con la energía.
Eso podría dar al país un margen de maniobra para absorber la pérdida de ingresos que viene con limitar la producción o recortar las exportaciones, dijo Ian Thom, analista principal de la firma de investigación de energía de Irak Wood Mackenzie.
Los analistas dicen que es probable que los productores continúen discutiendo una forma de hacer frente a la creciente producción de Libia y Nigeria, dos miembros de la OPEP que estaban exentos de los recortes de producción.
La producción de petróleo de las naciones cayó el año pasado debido a conflictos internos, pero se ha disparado este año.
Nigeria acordó en la reunión de San Petersburgo limitar su producción una vez que su producción se estabilice, pero Libia aún no ha acordado límites de producción.