Rusia y China acuerdan acelerar proyecto gasístico Fuerza de Siberia 2

Los presidentes de ambos países se reunieron hoy y firmaron acuerdos de cooperación bilateral y asociación estratégica

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Moscú.- Los presidentes de Rusia y China, Vladímir Putin y Xi Jinping, acordaron hoy acelerar la realización del proyecto de gasoducto Fuerza de Siberia-2, frenado por Mongolia, a través de cuyo territorio debería pasar esta magistral gasística, según informó el viceprimer ministro ruso, Alexandr Nóvak.

«Los líderes ordenaron acelerar este trabajo», afirmó a la prensa rusa, citado por Interfax.

Los presidentes de ambos países se reunieron hoy y firmaron acuerdos de cooperación bilateral y asociación estratégica en el marco de la visita del mandatario chino a Moscú para participar en las celebraciones por el 80º aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi.

Según Novak, Putin y Xi «debatieron este proyecto, que es realmente importante porque parte del trabajo, vinculado a la fundamentación técnico-económica, ya está hecho».

«Ahora las compañías llevan a cabo las conversaciones finales sobre las condiciones económicas», aseveró.

Fuerza de Siberia-2 está frenado desde agosto pasado por Mongolia, que no incluyó la partida de financiación del gasoducto para los próximos cuatro años, lo que ha sido interpretado como una congelación de dicho proyecto de más de 2.500 kilómetros, de los que casi mil cruzan ese país.

Novak afirmó que en estos momentos no se estudia modificar la ruta del Fuerza de Siberia-2 para evitar territorio mongol.

Ese gasoducto, que tendría una capacidad de bombeo de 50.000 millones de metros cúbicos, es fundamental para incrementar los suministros de gas a China, ya que, según reconoció el gigante gasísitico ruso Gazprom, el Fuerza de Siberia-1 alcanzará el próximo año su capacidad máxima de bombeo, 38.000 millones de metros cúbicos anuales, volumen a todas luces insuficiente para la industria china.

El presidente ruso, Vladímir Putin, viajó en septiembre pasado a Mongolia tras esta decisión de Ulán Bator, sin resultados visibles.

El mandatario ruso explicó en una entrevista al diario mongol Onoodor que el proyecto de Fuerza de Siberia-2 no tiene marcha atrás ya que fue aprobado, el operador que lo gestiona sigue trabajando según el calendario previsto y las autoridades mongolas están interesadas en no sólo servir como país de tránsito, sino también quedarse con parte del gas.

En un intento de vencer cualquier posible resistencia, Moscú negocia con Ulán Bator un acuerdo para el suministro de combustible a precios subsidiados y también un acuerdo de libre comercio con la Unión Económica Eurasiática liderada por Rusia.