Brasilia.- El salario real de los trabajadores brasileños disminuyó un 6.9 % en 2022, según alertó Oxfam Intermón en un informe divulgado este lunes con motivo del 1 de Mayo, en el que pidió aumentar la presión fiscal sobre “los que más ganan”.
La organización comparó esa pérdida de poder adquisitivo con los “34,000 millones de dólares” que percibieron el año pasado los accionistas brasileños en dividendos, “prácticamente la cantidad que las personas trabajadoras perdieron en términos de salario real”.
El análisis de Oxfam Intermón, basado en los datos más recientes de la Organización Internacional del Trabajo y de organismos gubernamentales de estadística, indicó que esa reducción se debió al “fuerte aumento en el coste de la vida experimentado este último año”, un fenómeno global del que no escapó Brasil.
“Oxfam Intermón pide aumentar de manera permanente la presión fiscal sobre los que más ganan y que se asegure la recuperación del poder adquisitivo de los salarios”, señaló en una nota.
Brasil, la mayor potencia económica de Latinoamérica, cerró 2022 con una inflación del 5.79 %, frente al 10.06 % de 2021.
Ello llevó al Banco Central a subir la tasa oficial de intereses hasta el 13.75 % anual, porcentaje que ha mantenido en sus últimas reuniones, a pesar de la progresiva desaceleración de los precios registrada este año y las presiones del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
En un intento por recuperar el poder de compra de los brasileños, Lula anunció en la víspera, en un pronunciamiento nacional por radio y televisión, un proyecto de ley para garantizar que el salario mínimo siempre sea reajustado por encima de la tasa de inflación.
El mandatario también comunicó que a partir de ahora los trabajadores que ganan hasta 2,640 reales (unos 530 dólares) mensuales estarán exentos del pago del impuesto de la renta.
Ese límite está congelado desde hace ocho años en 1,903 reales (380 dólares).
Según Oxfam, unos 1,000 millones de trabajadores de 50 países han sufrido “un recorte salarial medio de 685 dólares en 2022”, en comparación con lo que habrían ganado si los salarios hubieran crecido al mismo ritmo que la inflación, lo que supone una caída media global del 3.19 %.