Ciudad de México.- Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, ha dejado claro que no va a echar abajo la reforma energética, afirmó Jesús Seade, representante del nuevo gobierno en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al destacar que era importante modernizar este acuerdo con Estados Unidos.
Seade destacó que sin duda era muy importante modernizar el TLCAN, y el equipo del presidente electo entendió muy bien que había que trabajar con el actual gobierno como un solo equipo, unidos.
En ese sentido, dijo que en la renegoaciación del tratado, a fin de desatorar la cláusula sunset, impulsó dos ideas: la primera que fuera una revisión con consecuencias del TLCAN, seria, que identifique sectores que presentan fallas y tomar ahí decisiones, medidas para actualizar esas áreas.
La segunda aportación es una revisión suficientemente programada hacia el futuro, «que no sólo da todo el tiempo del mundo a los productores a adaptarse y ver qué está pasando, sino que además cualquier eventual decisión que se proponga salga de dos presidentes sucesivos para garantizar que no sería una revisión por vaivenes de la política temporales, sino por tendencias de la economía».
Expuso que el objetivo principal, lo fundamental era contar con un acuerdo, que de continuidad al anterior y que no hubiera un rompimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Afirmó que el arranque de la relación del presidente electo López Obrador con el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump “ha sido nada menos que buenísima, se ha creado una relación de confianza mutua, de ciertos valores compartidos”.
Seade detalló que entre estos valores está la coincidencia en el interés del apoyo a los trabajadores, «lo que es parte central de la retórica política de Estados Unidos y es parte central de la filosofía política de López Obrador, entonces si se ha creado un muy buen entendimiento sobre la base de lo que se quiere ver en el TLCAN, como un componente muy importante, no el único, sobre el cual se va a crear una relación excelente, muy amplia”.
Sobre la reforma energética, Seade precisó que la posición de López Obrador es clara, por lo que en la negociación se garantizó la soberanía del Estado en el sector.
Al presidente electo y al movimiento que encabeza le incomodaba el lenguaje que se utilizaba, por lo que se realizaron los ajustes necesarios, en un lenguaje favorable a México.