Caracas.- La crisis política y económica se acentúa cada vez más en Venezuela, mientras las autoridades mundiales consideran que la situación que se vive en el país sudamericano ha sido catalogada como dictadura.
Una de las autoridades mundiales es el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien gestiona acciones diplomáticas para buscar el regreso de la democracia en Venezuela.
Almagro es partidario de endurecer las sanciones a Venezuela para así lograr negociaciones que proporcionen un calendario electoral integral y un gobierno legítimo nuevamente.
Detalló que estos son procesos extensos y que no existen fórmulas mágicas para solucionar situaciones de este tipo, por lo que fue firme al señalar y apoyar el camino que han tomado países de dentro y fuera del continente en aplicar sanciones a Venezuela para buscar la restauración de la democracia, destacó El Nacional.
El diplomático también agradeció la postura que ha tomado el gobierno de Estados Unidos y las señales que se han entregado desde la Unión Europea respecto a las sanciones y el régimen que se vive en Venezuela.
Otro factor que afecta a los venezolanos es la crisis económica, en donde el Banco Central de Venezuela (BCV) dejó de informar sobre el índice de precios en el año 2015, por lo que la Asamblea Nacional hace y publica sus cálculos.
Se estima que solo en agosto de 2017, la inflación aumentó 33.7 por ciento, para un acumulado en lo que va del año de 366 por ciento, indicó el diario colombiano El Tiempo.
Los productos se han encarecido a un nivel catastrófico para el país, en donde un litro de leche pasó de cuatro mil 900 a siete mil bolívares a finales de julio y un pan de sándwiches de ocho mil a 13 mil 900 bolívares.
A las largas filas para conseguir alimentos básicos y medicinas, se suma que una persona solo puede sacar de los bancos y los cajeros automáticos 20 mil bolívares (1.2 dólares) y cinco mil (0.25 dólares) por las máquinas al día, cifras que no sirven para comprar nada.
En tanto, el presidente venezolano Nicolás Maduro anunció el 7 de septiembre un aumento salarial de 40 por ciento, que representa un incremento de 400 por ciento, con respecto al monto en que se encontraba el ingreso mínimo de los trabajadores hace un año.
En agosto de 2016, el jefe de Estado estableció un aumento de 50 por ciento, para fijar el salario mínimo en 22 mil 576 bolívares — con vigencia a partir del 1º de septiembre— y además modificó la base de cálculo del cesta ticket socialista de 3.5 a 8 Unidades Tributarias (UT), para aquel momento en 177 bolívares, por lo que el monto del bono de alimentación subió a 42 mil480 bolívares.
Al sumar ambos montos, el ingreso mínimo integral de los trabajadores venezolanos se ubicó para esa fecha en 65 mil 56 bolívares por mes, destacó la Agencia Venezolana de Noticias.