Ciudad de México.- El suspenso sobre un inminente acuerdo en principio entre México y Estados Unidos en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se prolongó, tras la conclusión de las negociaciones ministeriales de este miércoles.
La expectativa de que pudiera alcanzarse un acuerdo este miércoles, fue desechada por Jesús Seade, representante del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que la fecha límite para alcanzar este objetivo será el proximo 31 de agosto.
Sin embargo, Seade mantuvo viva la posibilidad de que México y Estados Unidos alcancen un acuerdo esta semana, al dar a conocer que todos los temas están siendo discutidos ya, incluyendo los más contenciosos.
“Podría ser mañana. Podría que ser que terminemos todo entre Estados Unidos y México esta semana, podría ser. Un acuerdo preliminar entre los tres (países) tendría que darse la próxima semana”, añadió.
Al hablar con periodistas a la salida de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), Seade dijo que la fecha límite para que los tres países alcancen un acuerdo en principio, que permita al actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, firmarlo, es el viernes de la próxima semana.
En un breve intercambio con la prensa, antes de viajar de regreso a la Ciudad de México, Seade sugirió que la fecha es un mero objetivo que tiene un trasfondo político, pero se mostró confiado en que se logrará, al grado de que incluso ofreció hacer una apuesta.
“No apostaría mi mano derecha, pero si apostaría dinero”, manifestó, y cuando un reportero le preguntó sobre la cantidad, respondió que 10 dólares.
Poco antes, a su llegada a la sede comercial, el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, avivó la expectativa sobre la inminencia de un acuerdo al declarar: “esperamos que tendremos una solución en el próximo par de horas o días”.
Sin embargo, esta tarde, tras más de cinco horas de conversaciones con el representante comercial estadunidense Robert Lighthizer, Guajardo abandonó la sede de la USTR sin hacer declaraciones a la prensa.
Seade, por su parte, explicó que los temas difíciles que deben aún ser desahogados incluyen la denominada cláusula «Sunset», así como los capítulos 11 y 20, los cuales ya se están discutiendo, pero se mostró confiado en que “vamos a estar bien, esa es mi expectativa”.
“Otros son igual de difíciles, reglas de origen (automotrices), pero ese ya se ha discutido mucho. Se está viendo todo y estamos optimistas de que vamos a llegar a un final”, apuntó.
Sobre el tema energético, Seade dejó en claro que el nuevo gobierno no ha presentado ninguna propuesta e insistió en que lo que se busca es que haya consistencia entre los acuerdos y lo que dicta la Constitución, y desestimó que ello pudiera generar problemas.
“No, en lo absoluto. No es un tema sustantivo, es básicamente un tema referencial sobre cómo presentarlo”, aseveró.