Barcelona.- La empresa de automóviles Seat ha expresado este viernes su «firme» rechazo a la decisión de la Comisión Europea (CE) de seguir adelante con la imposición de aranceles a los vehículos eléctricos provenientes de China, que en su opinión tendrá «significativas consecuencias negativas».
La filial española de Volkswagen, que aglutina las marcas Seat y Cupra, ve «difícil de comprender» el paso de la CE, que prevé aranceles de hasta el 35,3 %, «especialmente cuando se compara con las tarifas más favorables que se aplican a competidores no europeos».
La Comisión ha sacado adelante su propuesta con cinco votos en contra (entre ellos el de Alemania), diez a favor y doce abstenciones (entre ellas la de España).
Entre las preocupaciones de Seat se encuentra la viabilidad del Cupra Tavascán, un eléctrico desarrollado en Barcelona pero fabricado en China que afronta una propuesta de arancel del 20,6 %, una carga que «puede dañar enormemente la estabilidad financiera de la compañía» y puede poner en riesgo puestos de trabajo, ha advertido la firma.
Una reducción en la producción del Tavascán tendría además un impacto en la capacidad de Seat para cumplir con los objetivos medioambientales europeos y poner en jaque la producción de 530.000 vehículos de combustión prevista en Martorell (Barcelona) y otras plantas.
Seat ha llamado tanto a Bruselas como al gobierno chino a «continuar las actuales negociaciones de manera constructiva» para llegar a una «solución política» a los retos comerciales.
Hasta que la decisión de la CE se implemente, a finales de octubre, «todavía es posible», encontrar una salida negociada que evite los aranceles, ha expresado la empresa.