Ciudad de México.- La economía mexicana enfrenta grandes retos en materia de crecimiento e igualdad, ante lo cual el impulso al sector financiero será un motor para un crecimiento más dinámico, incluyente y equitativo, afirmó el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez.
En un artículo incluido en la nueva “Gaceta económica” de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), apuntó que el desarrollo del sistema financiero y el creciente acceso al sistema por parte de la población es uno de los elementos que más abona en la transformación de las capacidades del país.
Refirió que de 1990 a 2017 el PIB per cápita en México creció a una tasa promedio de 1.1 por ciento anual, mientras que en Chile o Perú, por ejemplo, creció a una tasa promedio de 3.5 y 3.1 por ciento anual, respectivamente.
En un horizonte de largo plazo, estas diferencias alimentan brechas cuya magnitud transforman considerablemente la capacidad productiva de la economía y el bienestar agregado de su población.
Si el ingreso crece en términos reales a una tasa promedio de 1.1 por ciento anual, tomará 63 años duplicarlo. Creciendo a una tasa promedio de 4.0 por ciento anual se duplicará en tan solo 18 años, estimó el funcionario.
Para atender el reto que enfrenta México en materia de crecimiento económico resulta primordial involucrar al sector financiero.
Destacó que las autoridades identifican soluciones expeditas y plantean transformaciones que permitan que haya más incentivos para ahorrar, que este ahorro se canalice de manera más eficiente al financiamiento productivo, y que los usuarios del sistema aprovechen los beneficios de esta plataforma para capturar ganancias sostenidas de bienestar.
El pasado 8 de enero, la SHCP, el Banco de México (Banxico) y la Asociación de Bancos de México (ABM) presentaron un conjunto de acciones para impulsar al sector financiero de manera que se robustezca como motor de un crecimiento económico más dinámico, incluyente y equitativo.
En concreto, dijo Herrera Gutiérrez, en una primera etapa se busca actuar en tres vertientes: impulsar la inclusión financiera, robustecer y profundizar las capacidades del sector financiero en su conjunto, y eliminar barreras normativas que limitan el acceso al sector.