Si me permiten hablar

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Periodismo, un bien ciudadano

Ana Celia Montes Vázquez

Infodemia, desinformación, falsas noticias y discurso del odio constituyen y pérdidas financieras por aproximadamente 30 mil millones de dólares constituyen los cinco retos que enfrentó el periodismo en 2020, afirmó Roberto Fuentes Vivar, presidente del jurado del Premio Nacional de Periodismo 2020 al hacer la invitación a participar a medios y compañeros dedicados al noble y nunca bien ponderado oficio de informar.

Y es que además de cubrebocas, oxímetros, termómetros de pistolitas y hasta el verbo sanitizar con su consiguiente adjetivo calificativo sanitizado, todos elementos incorporados a nuestra nueva cotidianidad y botiquines de primeros auxilios por la pandemia por Covid-19, las economías de prácticamente todos los países se vieron afectadas, deslizándose en vertiginoso tobogán hacia poco menos que el precipicio. En sentido inversamente proporcional, en nuestro México lindo y querido los índices de violencia intrafamiliar se dispararon a causa del confinamiento requerido para evitar el contagio con el valor agregado de las economías familiares muy golpeadas.

Entre las profesiones afectadas por la crisis económica, la crisis social y la crisis sanitaria por coronavirus y que de alguna manera aglutina la compleja problemática antes descrita está la del periodismo, considerada una profesión esencial durante la Jornada Nacional de Sana Distancia en 2020, mejor conocida como cuarentena, junto con personal de salud y con servicios diversos (bancarios, telefonía celular, farmacéuticos y venta de alimentos, por ejemplo), pero también calificada como de alto riesgo.

Así es, el ejercicio periodístico realizado en nuestro querido país representa una actividad de riesgo de muerte. ¿¡Tanto así!? Pues sí. Queda claro que no a todo mundo le gusta dar entrevistas o que se sepan asuntos que afecten intereses, y no necesaria ni únicamente ligados con el narcotráfico como pudiera pensarse. Políticos, económicos, ecológicos, comunitarios, sanitarios y hasta morales son varios de los tópicos de piel tan sensible que han cobrado la vida de varios compañeros informadores mexicanos, además de enfrentar el cierre de sus fuentes de trabajo, los medios, debido a una crisis económica agudizada por el pandémico Covid-19.

Por ello, Roberto Fuentes Vivar considera que el periodismo es un verdadero apostolado y un bien social llevado a cabo por aquellos periodistas independientes que no caen en la desinformación y noticias falsas. De igual forma, enfatiza que al ciudadanizarse el Premio Nacional de Periodismo es la sociedad civil junto con universidades estatales y un jurado conformado por periodistas y académicos, también geográficamente diverso (Veracruz, Jalisco, Sinaloa y Nuevo León, entre otras entidades), califica y otorga este galardón que hace 20 años era concedido por el gobierno a informadores “cercanos”.

“Premiar y estimular a periodistas orgullosos de su trabajo”, enfatiza Roberto Fuentes Vivar, también periodista en ejercicio y fundador de medios nacionales como La Jornada y El Universal y que para redondear su karma cumple años el 7 de junio, el preciso Día de la Libertad de Expresión, se entusiasma invitando a sus colegas a participar en el Premio Nacional de Periodismo 2020 y solicita que esta profesión sea considerada un bien social por y para esa misma sociedad civil que necesita estar informada para ser más solidaria y consciente en un mundo muy caótico, con información de redes sociales e intereses mercantilistas detrás del hecho noticioso del día.