Ciudad de México.- De no llevarse a cabo una reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), que aumente el nivel de aportaciones obligatorias, habrá una crisis económica en el país que afectará a los que menos tienen y llevará a una población de adultos mayores en situación de pobreza, que comenzará en la próxima década.
Así lo aseguró el presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), Bernardo González, quien consideró que «urge» adecuar los parámetros del actual sistema de cuentas individuales, que es el «único» que sí puede garantizar a los mexicanos una pensión en su retiro.
En este sentido, consideró que sería un error tratar de volver al sistema de beneficio definido o sistema de reparto de la Ley del IMSS de 1973, «que es absolutamente claro que no funciona», lo mismo que un sistema administrado por el estado.
«El reto de este sistema son las aportaciones. Estamos generando una crisis cada día qué pasa si no incrementamos las aportaciones, eso es lo que explicará la situación de pobreza de los adultos mayores en México, si no hacemos algo rápido», dijo en conferencia de prensa.
El expresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) explicó que las aportaciones obligatorias, que son de sólo el 6.5 por ciento del salario para trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desde que arrancó el sistema hace 22 años, representa la mayor proporción de la pensión.
Detalló que del saldo de la pensión para la mayoría de los trabajadores, las aportaciones voluntarias significan el 70 por ciento de la pensión, mientras que el 30 por ciento corresponde a los rendimientos y sólo 1.3 por ciento a las comisiones; otro factor que incide en esto, son las semanas de cotización que hoy son de mil 250 y que deben ajustarse.
Indicó que con este nivel de aportaciones, el porcentaje del salario que se obtendrá como pensión, lo que se conoce como tasa de reemplazo es de apenas 30 por ciento, y para llegar a niveles de 70 u 80 por ciento que plantea la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), se requiere llegar a niveles de aportación de 15 por ciento del salario.
Destacó que también se deben ajustar otros parámetros como la edad de retiro, que hoy es de 65 años, que debería quedar referenciarse a la esperanza de vida; además, de ajustar a la baja las semanas de cotización, dependiendo de las condiciones del trabajador, como podrían ser las amas de casa.
Reconoció el compromiso de la actual administración por llevar a cabo una reforma que considere ajustar dichos parámetros, sin embargo, el gobierna federal planteó que será a partir de la segunda mitad del sexenio cuando se presente una iniciativa de reforma a la Ley de SAR.
González Rosas destacó que a partir de 2022 será cuando comiencen a retirarse las primeras personas por el sistema de cuentas individuales que administran las Afores, quienes tendrán esa pensión de alrededor del 30 por ciento de su último salario; pero en los siguientes cinco o seis años aumentará de forma considerable el número de pensionados por este sistema, «por eso urge».