Ciudad de México.- El terremoto del 19 de septiembre de 2017 modificó la dinámica del mercado inmobiliario en diferentes aspectos, como en el reglamento de construcción, la operatividad de empresas dentro del sector, el aumento en la demanda de vivienda y el comportamiento de la población en el consumo e inversión en bienes inmuebles, destacó Inverspot.
El colapso de 38 inmuebles en 8 delegaciones, indicó, obligó a las autoridades a implementar dos normas nuevas y actualizar las ocho restantes con el objetivo de aminorar el impacto de un sismo de mayor magnitud.
Al delegarse responsabilidades a dueños, directores responsables de obra y corresponsables técnicos se pretende evaluar y revisar los estudios de los proyectos inmobiliarios a fin de determinar su nivel de seguridad y cumplimiento, de acuerdo a lo establecido en el nuevo reglamento, y a la vez dictaminar los diferentes servicios de instalaciones y estructuras, añadió.
A partir de estas reestructuraciones, las plataformas de crowdfunding inmobiliario con desarrollos en la Ciudad de México tuvieron que implementar nuevas medidas para salvaguardar los intereses de sus inversionistas.
“Tras el sismo, hacemos un análisis a profundidad tanto del desarrollador como del proyecto a nivel financiero, técnico y legal. En el proceso de selección se pone énfasis en que el desarrollo cuente con los documentos legales que avalan la factibilidad del predio y la construcción del inmueble, además de que se haya llevado a cabo el estudio de la zona y de los predios colindantes al desarrollo”, mencionó David Agmon, socio fundador y CEO de la empresa de inversiones.
Por otro lado, gran parte de los edificios que colapsaron en 2017 fueron construidos antes de 1985, pero miles de inmuebles más quedaron dañados a diferentes niveles, principalmente en Iztapalapa, Cuauhtémoc y Benito Juárez.
“Cuando ocurrió el sismo contábamos con proyectos desarrollándose en las zonas afectadas, en estos casos, la gran mayoría de nuestros clientes mantuvieron su inversión, ya que se trataban de edificaciones nuevas y más seguras. Además, en los meses posteriores al sismo, observamos una variación en la plusvalía en las zonas afectadas y una disminución en el ritmo de las ventas; sin embargo, se ha ido regularizando conforme avanza el tiempo”, relató Agmon.
Sumando la demanda existente en la ciudad a los cientos de habitantes que quedaron sin hogar tras el sismo y los que se están mudando a edificios más seguros, la industria de la construcción se está viendo beneficiada para atender las necesidades de vivienda, lo cual se ve reflejado en el crecimiento del 1.5 por ciento anual durante el primer trimestre del año, de acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO).
Asimismo, a raíz del sismo, la industria ha observado un cambio en el comportamiento de las personas en cuanto a decisiones de compra, renta e inversión mediante plataformas de crowdfunding inmobiliario.
“Muestran más cautela al momento de elegir el proyecto a invertir, solicitan más información y muestran interés en el sistema de construcción y la seguridad, incluso sin saber bien del tema. También buscan saber si el proyecto cuenta con la licencia de construcción o en su caso un documento que ampare la seguridad estructural del desarrollo”, comentó el CEO.
El mercado inmobiliario es uno de los sectores que ofrece mayores rendimientos, esto en función de la zona en que esté ubicada la casa o departamento, la calidad y seguridad de la edificación y la zona; y la oferta y demanda actual. Pese al sismo, los inversionistas han manteniendo interés y confianza en el sector a través de las plataformas de crowdfunding inmobiliario pues son atraídos por los altos rendimientos que reciben.
“Actualmente nuestro inventario de inmuebles se desplaza sin importar la ubicación, incluso si se encuentran en zonas afectadas. Las variables que más toman en cuenta los inversionistas al momento de elegir, son el rendimiento y el plazo que ofrece el proyecto. Además, conocen los principales rubros, en cuanto a seguridad y protocolo de la construcción, en los que nos enfocamos para elegir un proyecto. Verificamos minuciosamente al desarrollador del proyecto, las características del proyecto (m2 del terreno, m2 de área libre, número de departamentos, número de niveles), si cuenta con la licencia de construcción (ya que avala que se revisó el proyecto por parte de la Secretaría de Desarrollo Urbano de la delegación), si los resultados del estudio de mecánica de suelos corresponde al tipo de cimentación, capacidad de resistencia (altitud del edificio) materiales y procesos para su construcción, entre otros”, finalizó Agmon.
