Nueva York.- El S&P 500 y el Nasdaq tocaron mínimos de cinco meses el lunes, ya que la rentabilidad del bono del Tesoro estadounidense a 10 años alcanzaba la marca crucial del 5%, mientras los inversores esperaban los resultados de las mayores empresas tecnológicas del mundo e importantes datos económicos.
El rendimiento de la nota a 10 años alcanzó la marca de julio de 2007 para luego ubicarse en el 4,9758%. La rentabilidad de los papeles a dos y 30 años también avanzaba.
«Esta continua fortaleza (económica) ha sembrado la duda sobre si las tasas de interés han tocado realmente techo, aunque parece muy probable que la Reserva Federal mantenga las tasas sin cambios», dijo Rupert Thompson, economista jefe de Kingswood Group.
«La presión al alza sobre los rendimientos también procede de la mayor preocupación por la gran cantidad de deuda pública que debe absorber el mercado».
El Promedio Industrial Dow Jones perdía 204,23 puntos, o un 0,62%, a 32.923,05 unidades. El S&P 500 caía 25,94 puntos, o un 0,61%, a 4.198,22 unidades, y el Nasdaq Composite cedía 93,95 puntos, o un 0,72%, a 12.889,86 unidades.
El S&P 500 cayó por debajo de los 4.200 puntos, un nivel técnico que los mercados creen que podría desencadenar nuevas pérdidas hacia la zona de los 4.000 puntos.
La atención seguirá centrada en la temporada de resultados, hasta ahora en gran medida positiva. Cuatro de los «Siete Magníficos», que han contribuido a impulsar al S&P 500 en 2023 presentan sus resultados esta semana.
De las 86 empresas del S&P 500 que han presentado sus resultados en lo que va de tercer trimestre, el 78% han superado las estimaciones de los analistas, según datos de LSEG.
El fabricante de chips Intel, la petrolera Exxon Mobil, General Motors son otras de las grandes empresas que presentarán resultados esta semana.
Los inversores también siguieron de cerca las tensiones en Oriente Medio, después de que Israel bombardeara Gaza y también atacara el sur del Líbano durante la noche, en señales de que el conflicto se estaba extendiendo.
La publicación del PIB estadounidense, prevista para el jueves, será seguida por el mercado ante las expectativas de que la economía crezca a un ritmo del 4,2% en el tercer trimestre, lo que podría justificar una política monetaria más restrictiva.
También se conocerá el índice de precios del gasto de consumo personal (PCE) -el indicador de inflación preferido de la Fed- para septiembre, a finales de esta semana.
