S&P Global ve panorama complejo este año para economías latinoamericanas

La agencia explicó que los déficits fiscales siguen estando en peores condiciones que en los días prepandémicos

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Ciudad de México.- Los riesgos geopolíticos y los cambios de liderazgo, como en el caso de Argentina, continúan representando los principales retos para los perfiles soberanos de las economías emergentes, en particular en Latinoamérica, dijo el jueves la agencia crediticia S&P Global.

En una conferencia virtual con medios e inversores, la agencia explicó que aunque algunos países de la región pueden seguir soportando altos costos de financiamiento, los déficits fiscales siguen estando en peores condiciones que en los días prepandémicos.

S&P mantiene actualmente a siete países de la región bajo perspectiva negativa, incluyendo a Panamá, Colombia, Perú y Chile, debido a sus bajos prospectos de crecimiento y complicaciones con sus respectivas reformas.

Para el caso de Argentina, donde el presidente libertario Javier Milei ganó las elecciones sorpresivamente el año pasado con la promesa de romper el status quo, S&P ve riesgos en los canjes de deuda local este año que podrían acrecentar los escenarios de impagos.

«Nada se va a mover en una línea recta en esta situación, habrá curvas y movimientos extraños, esperamos cambios», dijo Joydeep Mukherji, director gerente de calificaciones soberanas de S&P Global para América.

Varias de las reformas anunciadas por Milei al comienzo de su Gobierno han tenido que revertirse o replantearse. «La pregunta es cuánto de aquella de agenda ambiciosa será implementado y qué tan grande será el impacto inicial positivo, al menos en los primeros meses tras el choque inicial», añadió.

Una nota positiva para la nación sudamericana es la extensión del programa de crédito del Fondo Monetario Internacional hasta el 31 de diciembre, un factor que brindará tiempo al nuevo Gobierno de implementar el actual programa de estabilización de su economía.

S&P llamó la atención sobre la situación de Colombia, que en la últimas décadas había disfrutado de un crecimiento económico similar al promedio global pero que ahora tambalea por asuntos coyunturales, como el elevado déficit y los resabios de la pandemia del COVID-19.

A mediados del mes pasado, S&P revisó a negativo el panorama crediticio de la cuarta economía latinoamericana, al apuntar a la magra demanda interna que está lastrando sus prospectos de crecimiento económico. La nota soberana permaneció sin cambios en «BB+/B».

La agencia sugirió que los panoramas débiles de crecimiento parecen ser el denominador común de la región, incluyendo a Brasil, donde el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva podría sacar adelante algunas reformas importantes; y México, asediado por una expansión lenta y pocos cambios a la vista pese a atravesar un año electoral clave.