Shanghái.- Sunac, la tercera mayor promotora inmobiliaria de China por volumen de ventas, anunció unas pérdidas netas de 38.260 millones de yuanes (5.501 millones de dólares, 5.206 millones de euros) en el ejercicio 2021.
Al igual que en el caso de otras grandes inmobiliarias chinas, las acciones de Sunac en la Bolsa de Hong Kong permanecen congeladas desde el 1 de abril debido precisamente a que no había presentado su cuenta de resultados del año pasado a tiempo.
Las pérdidas en las que incurrió en 2021 se comparan con el beneficio neto de 35.640 millones de yuanes (5.121 millones de dólares, 4.844 millones de euros) que había obtenido en 2020.
En el documento, la compañía especifica que su facturación derivada de ventas de propiedades se redujo en unos 40.000 millones de yuanes (5.748 millones de dólares, 5.437 millones de euros) en comparación con 2020, lo que supone una contracción interanual de un 18,3 %.
El fundador y presidente de Sunac, Sun Hongbin, explicó hoy que «desde la segunda mitad de 2021, el entorno para el sector inmobiliario en China ha sufrido cambios dramáticos», con muchas promotoras «enfrentándose a una creciente presión sobre sus flujos de tesorería».
En 2022, debido a factores como los rebrotes récord de la covid en el país y a las consiguientes restricciones o la divulgación de problemas de deuda en más inmobiliarias cotizadas, el sector se enfrentó a mayores dificultades para financiarse, apunta Sun, que reconoce una «caída dramática» de las ventas de Sunac a partir de marzo.
«Se espera que (…) el mercado inmobiliario se recupere y se estabilice rápidamente en 2023, lo que ayudará a aliviar la tremenda presión a la que se enfrenta actualmente el sector inmobiliario», pronostica el directivo, que promete tratar de cerrar «lo antes posible» un acuerdo sobre un plan de reestructuración con sus acreedores, tanto en China como en el extranjero.
Según la cuenta de resultados, a finales de 2021 Sunac acumulaba un pasivo total de unos 1,05 billones de yuanes (151.161 millones de dólares, 143.020 millones de euros), de los que casi un 11 % tenía un vencimiento inferior a un año.
En las últimas semanas, las autoridades chinas han redoblado su apoyo al maltrecho sector inmobiliario, en graves apuros financieros después de que, en 2020, Pekín anunciase restricciones para tratar de impedir un aumento de la deuda de las promotoras, que habían experimentado un fuerte crecimiento durante años mediante agresivas políticas de apalancamiento y de ventas sobre plano.
El caso más conocido a nivel internacional es el de Evergrande, que, a mediados del año pasado, acumulaba un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares y que fue intervenida por las autoridades después de que incurriese en el impago de sus obligaciones.
La falta de liquidez en el sector ha provocado que numerosas promociones en todo el país se vieran obligadas a parar las obras, lo que se tradujo este verano en un «boicot de hipotecas» que se extendió a más de un centenar de ciudades, con los compradores de los pisos inacabados comunicando a los bancos que no seguirían pagando sus créditos.
Tras recibir instrucciones por parte de los reguladores nacionales, los grandes bancos estatales chinos indicaron a finales de noviembre que ofrecerán nuevas líneas de crédito por valor de al menos unos 170.000 millones de euros a algunas de las principales promotoras del país, mientras los analistas pronostican que algunas compañías de menor tamaño también recibirán financiación adicional próximamente.